JUAN IGNACIO VIDARTE, EL TIMONEL DEL “PATITO GUAPO”
¡Vaya titular pensaréis! Pero me sale de lo más profundo y quiero explicar por qué. Hacer esta entrevista no ha sido, para mí, cualquier cosa. Demasiada implicación personal y emocional con el proyecto que fue, el embrión del que nació y la realidad que es hoy, como para que no lo comparta. Baste para entenderlo que viví sus inicios en forma de originalísimos expedientes administrativos. Que velé el cadáver de Txema Agirre Larraona la víctima de ETA que salvó el museo de un atentado. Que celebré en primera fila, como presienta del Parlamento Vasco, su décimo aniversario, un evento que tuvo para mi sabor de cierre de un círculo casi mágico.
El Guggenheim, ese rompehielos disruptivo que pilota desde su creación Juan Ignacio Vidarte, nuestro protagonista de hoy, es capaz de transformar hasta un cuento tan clásico (se publicó en noviembre de 1843) como el del “patito feo”. Seguro que lo recordáis. Es un alegato contra los prejuicios y los estereotipos. Los polluelos de cisne son feos, renegridos, torpes. Pero acaban siendo muy otra cosa. Son pura justicia poética para los que descalificaron tan precipitadamente la verdadera naturaleza de lo que no supieron ver.
Yo era directora de servicios del departamento de Cultura del Gobierno Vasco, una trinchera cuando se puso en marcha este proyecto. Vivimos entonces sacudidos por la crisis, los recortes y ese ojo de mal cubero que describe tan bien el popular cuento de Hans Christian Andersen. Ojo por ojo, a nosotros, en el departamento de Cultura nos tocó el del huracán en el reparto. El empeño exigió convenios, acuerdos, expedientes, protocolos, declaraciones de intenciones, y otras historias que, esquivando negativas, encendidas declaraciones, titulares, editoriales y furibundas críticas, fueron los cimientos administrativos del museo. Cuando aparecieron las primeras imágenes de lo que podría ser recuerdo que alguien dijo que aquello era imposible de construir. Los que firmaron la estructura metálica, una compañía vasca ya internacionalizada, alcanzaron el estrellato en su sector al mismo ritmo que la fotografía del Guggenheim cautivaba al mundo: es decir, rápido y por todas partes. Otros destacaban su originalidad, su atrevimiento, sus dimensiones, su original rareza, su felino acabado de titanio, su osada relación con la ley de la gravedad,…pero nadie, nadie dijo jamás que fuese feo.
Era guapo desde el principio, sí, pero su belleza no le libró de los prejuicios. Oímos de todo. Hoy lo mejor que puede decirse de aquella tormenta es que no merece la pena recordar lo desafortunados que sonaron algunos truenos. Lo retratados que quedaron sus emisores. Los proyectos transformadores fabrican convencidos. Por eso llamo al museo el “patito guapo”
La entrevista con su timonel no puede ser, en consecuencia, más que un cántico a las oportunidades que nos ofrece la innovación disruptiva. Y una advertencia contra el populismo que es la copia más falsa que uno pueda imaginarse del liderazgo. El populismo consiste en subirse en una barca que navega a favor de la corriente y hacer creer al río que se mueve gracias a las paladas que uno va metiendo en el agua. Si se adorna además con demasías puede acabar sacando de madre el río. El liderazgo es exactamente lo contrario: entender lo que ocurre, valorarlo con rigor, plantear que hay que hacer para mejorar, arriesgarse a defenderlo y ponerlo en marcha, aunque la proa de la barca apunte justo hacia el nacimiento del río.
Este mensaje, nítido, envuelto en el papel de regalo de la elegancia natural que destila nuestro timonel, brota aquí y allá en cada una de sus respuestas. Juan Ignacio Vidarte parece diseñado, por dentro y por fuera para el puente de mando que gobierna. Constante, convencido, preciso, crítico, valiente, patrocina este mensaje tan comprometido en los tiempos que corren sin alterar un ápice ni el tono ni la mesura que cuadra con su imagen de sereno, cultivado y exquisito caballero británico. Por eso cada vídeo de los que acompañan esta entrevista es un fuelle para las velas de todos los barcos que navegan a contracorriente. Es además una advertencia contra la complacencia, la enfermedad que mata de éxito. Lo que ayer transformó no sirve para mañana. Pero la actitud que propició el cambio es una buena base para volver a marcar el rumbo correcto. Por eso nuestro protagonista junto con los responsables de otros dos actos de innovación transformadora como la catedral de Santa María de Vitoria y el Basque Culinary Center fueron la parte del león de una conferencia sobre innovación que celebramos en Bruselas. Espero que lo disfrutéis.
UN PROYECTO DISRUPTIVO, UN PROYECTO EUROPEO
Juan Ignacio Vidarte explica en este vídeo la clave disruptiva del museo Guggenheim. Un proyecto no solo innovador sino transformador. Una propuesta que se produce en un momento de cambio local y una coyuntura de cambio global. La incorporación a la Unión Europea. Si no fuéramos miembros de ese club, dice el director de este buque insignia de Euskadi, no habría museo Guggenheim Bilbao.
Y UN AMBITO DE ACTUACION GLOBAL QUE COMIENZA EN EUROPA
Y es que la mayor parte de los visitantes del museo provienen de fuera de Euskadi porque este centro de cultura y activismo innovador se exhibe en un escaparate global. Críticos, visitantes, actividades, relaciones…no tanto con las instituciones comunitarias, pero si con el tejido cultural europeo. La original fórmula publico privada del museo es una de las bases de su fortaleza.
EMBARCADO EN OTRO CAMBIO DISRUPTIVO: EL DESAFIO DIGITAL
La otra es su vocación permanente de cambio e innovación. Una de las más fascinantes es la que ofrece la revolución digital, otra de las apuestas europeas para transformar la economía y el Crecimiento. Juan Ignacio ratifica que surfean en esa ola. El punto fuerte de los museos es su capacidad para proporcionar a las personas una relación física con la creación artística, son sus producciones. ¿Cómo y qué puede aportar a esa insustituible experiencia una tecnología en la que reina la palabra “virtual”? Una buena pregunta que este vídeo no deja sin respuesta.
CREANDO MARCA, CREANDO IDENTIDAD
Estas herramientas son solo las luces que tratan de hacer más visible el Museo en un escaparate global. Herramientas, accesorios. pero, como siempre, lo importante son los contenidos. En este caso hablamos de ofrecer una experiencia única. La clave del éxito.
UNA CAPACIDAD TRANSFORMADORA QUE PUEDE SENTAR BIEN EN OTROS SECTORES
Juan Ignacio Vidarte, cabeza visible de una experiencia de éxito es, sin duda, una voz autorizada para hacer un análisis de la política cultural europea. Identifica de oportunidades de mejora: La primera animar a que se aproveche mejor la capacidad transformadora de los proyectos culturales como herramienta de cambio que puede sentar bien en otros sectores. La segunda que se apoye más la creación y el consumo cultural.
UN INTERES POR LA CULTURA MÁS DEFINIDO
Tras dos décadas de experiencia nos interesamos por la opinión de Juan Ignacio Vidarte sobre el perfil tipo del consumidor de cultura. Presenta el público europeo alguna característica especial que le hace particularmente reconocible: “un interés por la cultura más definido” concluye.
SOLUCION GLOBAL PARA UN PROBLEMA GLOBAL
A cualquier consumidor no se le puede dar “gato por liebre”. Vidarte se felicita de que una de las preocupaciones prioritarias de la Comisión Europea como es la lucha contra el fraude se extienda también al mundo del arte. Un problema global que necesita una solución global para que los coleccionistas de experiencias únicas también dispongan de sus labels de calidad. Juan Ignacio nos explica el día a día del museo para prevenir el fraude en la adquisición o en las operaciones de préstamo de obra.
ENTENDER EL MOMENTO
El museo Guggenheim marcó un antes y un después en Europa a la hora de entender qué puede aportar una iniciativa cultural a la sociedad en su conjunto, cómo puede convertirse en un elemento de verdadera transformación social. Eso es lo que hace singular y reconocida su experiencia y trayectoria en toda Europa. Hay otros proyectos similares que intentan seguir la estela, pero Vidarte advierte que la receta no puede ser exactamente la misma. La globalización está en otra etapa y la principal virtud del museo es que supo entender el momento en que nació.
LIDERAZGO
Otra gran enseñanza que se obtiene de la historia del museo es muy interesante y aplicable al momento en que vivimos. El populismo, las recetas simples para problemas complejos, la demagogia, el decir lo que pensamos que la gente quiere escuchar es mucho más cómodo que asumir riesgos, proponer proyectos, como este, que en sus primeros pasos fue francamente incomprendido. Superar esas tesituras requiere liderazgo, determinación. Mucho más que lo políticamente correcto.
LA INCERTIDUMBRE DEL PROTECCIONISMO
Asomándonos desde el Guggenheim a la política europea era obligado preguntar a este auténtico puente entre dos continentes como se ha vivido desde aquí la regresión proteccionista de Trump y el repliegue de las negociaciones sobre el acuerdo comercial y de inversiones entre la UE y los USA. Vidarte lo tiene claro. Para el museo, el acuerdo hubiera sido bueno. Para la sociedad en su conjunto, mejor.
CON PERSPECTIVA Y CON FUTURO
Finalmente toca repasar con perspectiva lo que ha supuesto este proyecto disruptivo para todas y todos nosotros. Hoy parece normal lo que fue extraordinario. No demos por hecho que va seguir así sin hacer nada. Hay que cuidar, potenciar y seguir desarrollando los proyectos tractores. El mundo cambia y más que adaptarse hay que adelantarse. otra vez. El modelo se llama ampliación discontinua. Aportar espacios de diferente tipo y calidad para albergar no solo lo que es nuevo hoy, sino lo que vendrá. Así el Guggenheim podrá albergar historias tan curiosas como la que protagonizó aquí Daniel Barenboim en la celebración del 85 cumpleaños de Franck Gehry.
ETAPAS RECORRIDAS EN RUTA EUROPA:
I.PEDRO LUIS URIARTE EUROCONCIERTO PLUS FORTE
II.PEDRO MIGUEL ETXENIKE PERPETUUM MOBILE
III.PAKO ETXEBARRIA UNA VOZ CON CONCIENCIA
IV, EL EQUIPO MISIOLAD RAPIDO, DEPRISA
V INAKI LOPEZ. MUCHO MÁS QUE UN COMETA
VI EURNE PASABAN. MENDI TONTORREAN
VII. CARLOS SOBERA.ENTRE BAMBALINAS
VIII. INES ANITUA. SI. SE PUEDE…Y SE DEBE
IX ROBERTO LARRAÑAGA, EL HOMBRE TRANQUILO
X DANI ALVAREZ. PRESTICUERDAVOCALIZADOR
XI NEKANE BALLUERKA. MAGNIFICA RECTORA
XII. JUAN MARI ATUTXA, UNA CONCIENCIA TRANQUILA
XIII. MARI CARMEN GALLASTEGI. CUESTION DE CONFIANZA
XIV. DANIEL INNERARITY, EBULLICION SERENA
XV. ARANTZATZU AMEZAGA. MUCHO MÁS QUE RECORDAR
XVI. MILAGROS GRACIA CRESPO. LA CALLE PENDIENTE
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