AYUDAS EUROPEAS FRENTE A LAS CATASTROFE DE GALICIA PORTUGAL
Mientras toda la atención mediática y política y demasiados recursos humanos destinados a garantizar la seguridad de las personas parecen focalizarse en Cataluña, un año más Galicia arde. Solo que este año han muerto ya cuatro personas, se ha batido el record de hectáreas quemadas, las llamas han legado a los aledaños de grandes ciudades, el humo y el olor a quemado llegan hasta la costa vasca y la deforestación continuada amenaza con alterar definitivamente el papel de las verdes tierras gallegas en la regulación del clima y la fijación de humedad de toda la cornisa cantábrica.
Por eso tras valorar de urgencia las actividades posibles con nuestros socios gallegos de “Compromiso por Galicia” hemos escrito a los presidentes de las tres instituciones europeas, la Comisión Europea Jean Claude Juncker, el Consejo Donald Tusk y el Parlamento Europeo Antonio Tajani y hemos puesto en marcha otras iniciativas parlamentarias centradas en activar las ayudas que pueden llegar desde Europa y en fortalecer los controles del mercado de la madera en un momento en el que la oferta procedente de zonas afectadas por esta tragedia puede dificultar enormemente el cumplimiento de los dos reglamentos europeos que regulan este mercado para evitar que se venda materia prima no sostenible.
Para empezar lo ocurrido en Galicia es tremendamente grave y se combina con otra tragedia de incluso superior magnitud como lo es la ocurrida en la vecina Portugal, un país de luto en el que el fuego se ha llevado en apenas tres meses ochenta vidas humanas alcanza el nivel de problema europeo. Porque hay ya dos estados miembros afectados, porque sin duda hay un problema de gestión de los recursos forestales, de concienciación sobre lo que suponen estos incendios en términos ambientales y económicos y porque hay medios europeos disponibles o a los que se puede tener acceso a través de las instituciones comunitarias para controlar y detectar mejor los incendios en el primer momento y mejorar la investigación para detener a quienes los causan. Porque según las estadísticas, casi el 80% de estos siniestros son provocados.
Con el fuego aun arrasando montes, con el balance de daños aún por evaluar creemos en todo caso que es pertinente animar a las autoridades gallegas y estatales a que soliciten la activación del fondo europeo de solidaridad para catástrofes, recién mejorado en el Consejo Europeo que se celebró en Junio pasado. Pensamos que tal y como se exige para activarlo la tragedia ha alterado la vida cotidiana de esta comunidad de manera muy significativa y puede afectar a su estabilidad futura debido a la importancia que tiene el medio rural para la comunidad gallega y su intensa relación con el bosque y los recursos forestales.
Además este año la Comisión Europea está promocionando y apostando por la incorporación de jóvenes europeos al “Cuerpo Europeo de Solidaridad”. Creemos que sus rectores están a tiempo de incorporar la reforestación de estas zonas quemadas entre las prioridades de esta organización.
Finalmente nos parece crítico que se extremen los controles y eviten que los especuladores y personas sin escrúpulos saquen tajada de esta tragedia vendiendo irregularmente madera quemada. Y además para impulsar la coordinación y el uso de todos los requisitos disponibles, incluso europeos, para detectar precozmente los incendios y detener a los pirómanos. Creo que plantearse algún tipo de control satelital o a través de drones sobre las masas forestales de Galicia puede ser una iniciativa a implementar. Y quizá convenga también estudiar en profundidad qué razón de fondo puede mover a los pirómanos que se están llevando por delante vidas humanas y un patrimonio natural y ambiental que necesitamos preservar y aumentar si queremos dejar a las futuras generaciones un planeta simplemente habitable.
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