¿TRABAJAR COMO CHINOS? ¿Y SI INTENTAMOS QUE LOS CHINOS TRABAJEN COMO NOSOTROS?
Esta semana termina como empezó, con la enorme preocupación que nos produce el inminente desenlace del expediente sobre el tax lease de los astilleros. Pero además esta semana no he tenido tiempo de contaros otras cosas que, de algún modo están relacionadas con ese asunto y hablan de la necesidad de construir definitivamente un poder europeo sólido para liderar políticas de desarrollo coherentes en Europa y serio frente a la competencia desleal que soportamos desde el exterior. Es la única manera de preservar nuestro modelo social e intentar que, como leí una vez a un analista en Le Monde dejemos de empeñarnos en trabajar como chinos, y pasemos a intentar que los chinos trabajen como nosotros. Eso quiere decir que no perdamos derechos y podamos mantener políticas destinadas a que el crecimiento en el futuro venga de la mano del conocimiento, sea sostenible y genere cohesión social. Y eso necesita poder europeo, pero de verdad. Porque como espero poder explicaros en está crónica la ausencia de ese poder es la que produce estos problemas. para muestra lo que ha ocurrido con el presupuesto europeo, que os cuento en el vídeo que abre esta crónica, el asunto este del tax lease o el problema de las subastas de derechos de emisión de CO2 o el recién aprobado informe sobre la tasa de transacciones financieras.
Vamos a empezar por el asunto del presupuesto. El martes debatíamos en Estrasburgo una resolución conjunta sobre el acuerdo en torno al Marco Financiero Plurianual al que se ha llegado en la última cumbre europea. Era como el examen de junio sobre un tema que debe concretarse en septiembre. Nuestro voto entonces será negativo si los estados y el Consejo Europeo incumplen este pacto y no aceptan la revisión automática de los techos de gasto en 2016 para adaptar los fondos disponibles a la situación económica. Queremos comprobar que en estos meses se ponen de verdad en marcha los planes contra la pobreza y el paro juvenil y queremos que aprueben el presupuesto rectificativo para subsanar el déficit del periodo anterior. Finalmente, para nosotros es fundamental poner en marcha el grupo de alto nivel que debe mejorar las fuentes propias de financiación de que dispone la Comisión Europea para incrementar su autonomía frente a los estados miembros.
Con esta votación hemos querido ofrecer al proyecto europeo hasta la votación de Septiembre la oportunidad que merece y que necesitamos. Pero también he querido poner blanco sobre negro lo que pensamos desde EAJ-PNV en torno al problema del presupuesto europeo. Tras la racanería que han mostrado los estados durante la negociación del marco financiero plurianual, básico para la elaboración de los presupuestos de las instituciones europeas, se esconden razones mucho más que económicas. El objetivo de los estados es impedir un liderazgo europeo contra la crisis. Los estados no quieren un poder europeo que supere la austeridad, que ejecute planes potentes e inmediatos contra la pobreza y el paro y que controle que se cumplen prioridades estratégicas y orientaciones de gasto en temas claves como las infraestructuras de transporte o la política de reactivación económica y la innovación. Prefieren vivir la ficción de la salvación individual.
Y así nos va. Un plan europeo contra la competencia desleal asiática en la construcción naval haría incomprensible e imposible el cruce de denuncias entre estados miembros en el asunto de los astilleros. Pero los estados se resisten a poner de verdad en común sus posiciones y actuar unidos frente a esta amenaza, el verdadero objetivo de disponer de instituciones europeas. Lo mismo podemos decir de los proyectos de infraestructuras. Hemos visto como en españa el plan de inversiones de fomento está más inspirado por asuntos internos (vamos a dejarlo ahí) que por responder a las prioridades marcadas por las instituciones europeas para completar los ejes prioritarios den transporte atlántico y Mediterráneo.
El resultado de este empeño se percibe en el debate público sobre el papel de las instituciones europeas y su capacidad para afrontar los problemas del continente y especialmente la crisis económica. En la situación actual la Comisión no puede, los estados hacen lo que quieren y esa Europa limitada se atasca y es un cómodo chivo expiatorio para echarle la culpa de todo y eludir las propias responsabilidades.
Por ello en coherencia con el contenido de la resolución conjunta elaborada entre otros por el presidente de nuestro grupo ALDE Guy Verhofstadt, el eurodiputado Francés Alain Lamassoure o el flamenco Jean Luc Dehaene, hemos vuelto a apostar por Europa pero hemos querido expresar la denuncia que los federalistas europeos, y el PNV lleva siéndolo desde 1950, hacemos de ese juego de los estados.
Esta resolución marca el camino. En septiembre llega el examen final. Si los estados no cambian, diremos No al Marco Financiero porque queremos una Europa liderando políticas y abriendo espacios para la esperanza y la justicia social. Por eso trato de quedarme con lo positivo. El acuerdo presupuestario de la última cumbre es poco, pero más de lo que había. Lo mismo puede decirse del informe aprobado esta semana para aprobar la cooperación reforzada para que al menos en 11 de los 17 estados de la zona Euro empiece a aplicarse la tasa sobre transacciones financieras. Ese es otro paso en la dirección adecuada para poner en marcha esta adecuación al lugar y al momento de la idea de James Tobin. Ojala consigamos, con este primer paso, alcanzar el objetivo de generar 55.000 millones de ingresos extras procedentes de la imposición sobre movimientos principalmente especulativos y contribuyamos a mejorar la financiación de los programas europeos y reforcemos la independencia de la Comisión respecto a los estados miembros. También espero que este movimiento anime a otros estados a sumarse a una idea que alcanzará toda su eficacia en la medida en que sea global. Lamento que el veto de algún estado miembro a una propuesta justa, progresiva y útil nos obligue a empezar el camino con un mecanismo de cooperación reforzada. Espero finalmente que las medidas antifraude demuestren que lo que hace cuarenta años parecía una utopía puede ser pronto una necesaria realidad.
Porque con más Europa y vuelvo a temas productivos, a la economía de verdad asuntos como el del Tax lease o el de las subastas de derechos de emisiones de CO2 creo que no sucederían. Esa idea he querido poner de relieve con dos preguntas que he dirigido a la Comisión Europea informándoles sobre las pérdidas de contratos de construcción de buques que ha generado el anuncio de un fallo contra el tax lease y el bloqueo que bancos y proveedores han decretado contra las operaciones de construcción naval hasta que la decisión sobre este sistema de ayudas a la construcción naval sea definitivo. También me ha parecido importante plantear el tema de las posibles compensaciones que pueden corresponder por estas pérdidas y les he pedido datos sobre la investigación abierta contra el sistema de ayudas holandés. Finalmente les recuerdo que lo que realmente necesitamos en este sector es un plan europeo contra la competencia desleal que sufre el sector desde el sudeste asiático.
Estas dos preguntas, cuyo texto podéis consultar en el banco de documentos del blog, tienen dos objetivos, por una parte llamar la atención de la Comisión sobre los contratos que ya se han perdido en algunos astilleros vascos tras el anuncio de una posible decisión contraria al Tax lease. Además transmitirle que hasta que no haya un fallo definitivo sobre este tema bancos y proveedores han bloqueado todas sus operaciones con los astilleros. Por eso queremos que se estudien compensaciones, porque estos hechos nada tienen que ver con la competitividad de nuestros astilleros. Además me ha parecido importante superar esta dinámica de enfrentamiento interno entre los astilleros europeos. No hacemos nada denunciándonos entre nosotros, cuando el verdadero problema está en el sudeste asiático. Por eso he pedido un verdadero plan estratégico para todos los astilleros porque la competencia desleal, el dumping social, empresarial y ambiental viene del sudeste asiático. Y queremos saber si hay una decisión para enfrentar de una vez desde Europa este problema.
Y es que con este asunto del dumping social, ambiental, empresarial y legal hay que tener mucho cuidado. Por eso esta misma semana me he opuesto, aunque quienes así pensábamos hemos perdido la votación, a la propuesta de la comisión europea para intervenir en las subasta de derechos de emisión de CO2 y encarecer el coste de estos derechos, lo que supondrá un encarecimiento de los costes de muchas industrias que ya han hecho un esfuerzo más que notable para reducir sus emisiones de carbono.
Este asunto ya se votó hace un par de meses en el parlamento Europeo solo que en aquella ocasión conseguimos devolverle la propuesta a la comisión. Yo he reiterado los argumentos que expuse en aquella ocasión, porque la medida, por mucho que se haya dulcificado respecto a la propuesta anterior en la medida en que limita los derechos intervenidos y plantea que lo recaudado financie acciones de I+D+I destinadas a reducir las emisiones, no va a mejorar la protección del medio ambiente a nivel global. La razón es simple: Nuestra industria compite en un mercado global. Sus competidores en otras zonas del mundo, las empresas radicadas en países que no han firmado el protocolo de Kioto o tienen objetivos ambiciosos de reducción de emisiones como los que marca la estrategia 2020 producen, solo por eso a menores costes, pues se ahorran esas inversiones. Si el sobrecoste que nosotros introducimos hace perder mercados a nuestras industrias, sus carteras de pedidos las heredarán estos «paladines» no europeos del medio ambiente y saldremos todos perdiendo. Primero porque el prejuicio que producen estas emisiones es planetario y habrá más emisiones cuanto más se produzca en esos terceros países. Y segundo porque ponemos en peligro puestos de trabajo más sostenibles y con más conciencia ambiental.
La conciencia ambiental de nuestra industria se ha expresado ya con innovación, tecnología e inversiones que han dado evidentes resultados en términos de reducción de emisiones. Nuestra industria ha hecho un esfuerzo y debemos responderlo con previsibilidad y seguridad. No se puede, a mitad del partido cambiar las normas de juego y correr el riesgo de generar estas consecuencias.
Category: Blog
Comentarios (5)
Trackback URL | Comentarios Feed RSS
Sitios que enlazan a este Post
- ROMPIENDO LANZAS POR LA ECONOMIA DE VERDAD : IBB Europan / Europa según IBB | 27 noviembre 2014
- TRANSPARENCIA PARA CONSEGUIR UN TTIP INTELIGENTE : IBB Europan / Europa según IBB | 10 junio 2015
- LA INDUSTRIA DEBE PARTICIPAR EN EL PLAN PARA HACER MÁS SOSTENIBLE EL SECTOR NAVAL : IBB Europan / Europa según IBB | 6 noviembre 2020
Izaskun buongiorno, soooooooooolllllllllllllazo que bien !!!!!!!!!!!:)
La verdad no se si cortame las venas o dejarmelas largas, como no se arregle el tema de los convenios…tu hablas de chinos y yo digo que esto la china que nos faltaba…acabaremos fumandonos chinas para olvidar que tendremos que trabajar como chinos por 4 p–os chines ainsssss que triste !!!!. Lo dicho que salga el sol que me animo !!!!!!!!!
Musus Izaskun
PD 5 ***** por tu lenguaje galo
Muy bueno Txol. Creo que harías un monologista de primera. ¡Menudo juego de palabras! ¡CooooChina resforma laboral!!!!!!!!!!!!!