DERECHOS Y EFICACIA.
Hoy hemos vuelto a comprobar la diferencia que hay entre dichos y hechos cuando de pluralidad y derechos de las minorías se trata. Hemos conseguido algo positivo, que el Parlamento Europeo pida a la comisión que las consultas públicas que pone en marcha en torno a futuras iniciativas legislativas se publiquen en todos los idiomas oficiales de la Unión. Hasta ahora el 80% de estos procesos de consulta, básicos para que los distintos sectores hagan llegar a las autoridades europeas sus puntos de vista antes de que se lancen las propuestas legislativas, se desarrollan en inglés. Pero no hemos conseguido, por la cerrazón de los grandes PP y PSOE que ese reconocimiento se extienda a las lenguas oficiales en toda la unión (incluidas las minorizadas) y que se extienda esa petición a los formatos accesibles que necesitan las personas con alguna discapacidad para acceder a estos materiales.
La Comisión lanza periódicamente consultas antes de redactar sus propuestas legislativas. La ciudadanía puede participar en ellas mandando sus aportaciones sobre temas concretos. El procedimiento se soporta sobre una página web. Además ciudadanos, organizaciones, administraciones y colectivos interesados pueden inscribirse en un registro de transparencia. Pero la mayor parte de las consultas están solo disponibles en inglés.
Estoy muy contenta por que al menos mi grupo nos ha seguido en esto tanto en el asunto de las lenguas minorizadas como en el de la discapacidad. Pero populares y socialistas han decidido eliminar toda referencia a las lenguas minorizadas (hasta una referencia a la carta europea de lenguas minorizadas que habíamos querido incluir en los considerandos). Además han quitado del texto de la resolución la aportación sobre los formatos accesibles para dejarla en una simple mención en los considerandos. Es decir, que no se pide con la misma determinación que la apertura de las consultas a todas las lenguas.
También hemos conseguido que se pida a la Comisión una actuación más proactiva y decidia a la hora de difundir las consultas. Hemos presentado y conseguido aprobar una enmienda que pide a la comisión que seleccionar los posibles destinatarios de la información sobre la consulta en función de sus intereses y les remita la información sin necesidad de que la busquen, aplicando los principios se segmentación y proactividad. De ese modo las consultas llegarán de modo más preciso y fiable a los destinatarios concernidos por cada propuesta que lanza la Comisión.
La resolución, desde luego introduce un avance sobre lo que tenemos, porque una de mis técnicas de trabajo es envíar a sectores económicos y organizaciones sociales y políticas las nuevas consultas que publica la comisión lo que nos ha permitido constatar que en el 90% de los casos la utilización de una sola lengua para soportar la consulta, en este caso el inglés, es una barrera que frena la participación. Por eso pedimos formatos multilingües y que la ciudadanía pueda dirigirse a la Comisión en su propia lengua, incluidas todas las que son oficiales en Europa Lo mismo puede decirse de las barreras que impone la discapacidad. Los formatos accesibles no son recomendables. Son obligatorios si nos creemos la palabra integrador de la estrategia 2020. En esto hemos tenido menos suerte. U por supuesto plantear que además se pueda uno dirigir en Euskera, catalán, gallego, etc a la comisión para responder a estas consultas, ninguna. Pero al menos lo hemos intentado.
Me ha tocado defender estas propuestas esta semana en dos ocasiones ante el pleno. Aquí podéis leer la resolución antes de las votaciones que se han celebrado hoy. La firma el grupo de los liberales y demócratas europeos (ALDE) . En ella se reivindica el derecho de la ciudadanía europea a participar en las consultas públicas de la unión en sus propios idiomas. En la actualidad este mecanismo de participación ciudadana está disponible casi exclusivamente en inglés. Esta circunstancia, los cortos plazos establecidos para aportar propuestas y el tipo de publicidad que se hace de las consultas penalizan las posibilidades de participación.
Hemos mejorado algo con esta resolución, y sin duda contribuido a que se mejoren la transparencia, las posibilidades de participación de la ciudadanía y la calidad de nuestra producción legislativa. Pero hubiésemos completado el trabajo de modo más completo si incluyésemos además las lenguas minorizadas y los formatos accesible. Se trata, ni más ni menos, de acercar las instituciones europeas a la gente y tener más y mejores oportunidades de integrar el mucho conocimiento disponible en la sociedad europea tanto en las propuestas de la Comisión como en los trabajos que realizamos aquí sobre ellas.
También estoy contenta por la mejora que hemos aportado sobre el modo de distribución. Mandar la información al que la precisa, automáticamente, bien dirigida y sin que tenga que buscarla o pedirla, nos hizo más abiertos cuando era presidenta del Parlamento Vasco y hará más abiertas las consultas de la comisión. Es una de las bases de la comunicación moderna y de la gestión del conocimiento.
Recuerdo que el programa Zabalik que aplica estos dos principios (segmentación y proactividad) permitió sindicar más de 1500 organizaciones a las actividades de aquella cámara, multiplicar las descargas de iniciativas por cien y el tráfico de la web del Parlamento Vasco por mil. Por ello el legislativo de Euskadi recibió un reconocimiento internacional en Issy Les Molineaux en 2007 y fue invitado a exponer su experiencia en el plenario que en 2008 celebró en Bruselas la Internacional de Tecnologías Parlamentarias de las Naciones Unidas con sendas ponencias sobre estos programas de transparencia y participación y la red de cooperación internacional que organizamos la cámara vasca para cooperar en estos objetivos a nivel local y regional.
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