ZORIONAK PARA NUESTRO GRUPO EN MADRID.
Esta semana estoy trabajando aquí, en Euskadi, porque en Bélgica el mes vacacional por excelencia es julio. Por eso aprovecho estos días para mantener distintos encuentros con sectores y asociaciones. Esa es parte del trabajo que nos hemos propuesto desde EAJ-PNV para llevar la voz de Euskadi a Europa. He tenido la suerte además de vivir desde aquí el debate del estado de la nación.
Mi primera obligación es felicitar muy sinceramente a todo nuestro grupo parlamentario en el Congreso porque han hecho un trabajo excelente. Han preparado y defendido unas propuestas de resolución impecables, porque apoyan atribuciones de autogobierno que o están en el Estatuto de Gernika o incorporan otras que adornan las múltiples reformas de estatutos que se han aprobado tras el portazo que el congreso de lo diputados dio a la propuesta de reforma del Estatuto Vasco. Recordemos que llegó al congreso avalada por la mayoría absoluta del Parlamento Vasco y no pudo siquiera negociarse.
Desde mi perspectiva de europarlamentaria quiero destacar la reivindicación de disponer de representación propia en Europa. Esta idea no es una extravagancia sino una necesidad si queremos contribuir a que Europa sea de verdad una institución útil y cercana. Útil, porque las resistencias que muchos estados ponen a la participación regional están impidiendo que experiencias de éxito que se practican a nivel regional para impulsar la economía real sean aprovechadas y beneficien a toda la ciudadanía europea. Útiles para combatir la falta de transparencia con que se cocinan los asuntos europeos. Útiles porque las organizaciones de más éxito saben hace mucho tiempo que horizontalizar los procesos de decisión es una de las claves del éxito. Porque hace fluir la creatividad, la responsabilidad y la innovación. Por eso las regiones pintarán en el futuro en Europa. Quienes retrasen es incorporación por miopía o por el nacionalismo realmente de campanario que practican en las instituciones europeas, cargarán con esa responsabilidad.
Tengo la suerte de haber vivido la experiencia de Europa desde la posición regional, como presidenta del parlamento vasco y ahora como componente de una institución europea. He oído a comisarios europeos y a responsables de instituciones regionales como el comité de las regiones formular y apoyar estas ideas y las he leído en los documentos más modernos sobre innovación que se manejan en el Parlamento la comisión o el consejo europeos, a los que no les queda otro remedio que reconocer que hay regiones cien veces más eficientes que muchos estados que una vez cada veintisiete semestres presiden la Unión europea.
Hablaba antes de proximidad y quiero recordar un par de cosas a quienes se niegan a abrirse a las regiones. Es insostenible que estados con menos historia, capacidad económica, hablantes de un idioma o habitantes que algunas regiones europeas, dispongan de atribuciones, representación y poder en las instituciones europeas que se vedan a naciones sin estado. Las tensiones identitarias que se viven en el Reino Unido, en Italia o España están directamente relacionadas con esa incongruencia. Solo cabe resolverla racional y democráticamente.
Por eso la actuación de nuestro grupo parlamentario ha tenido la virtud de hacer no una fotografía, sino una verdadera radiografía de lo que son y lo que piensan los grandes partidos del congreso. Sabemos, para empezar, que PP y PSOE, que se autodenominan “constitucionalistas” y “Estatutistas” no respetan ni una ni otro, porque han dicho “no” de plano a la ejecución de trasferencias o previsiones que están literalmente contempladas en el aún incumplido estatuto de Gernika. Sabemos además que el partido socialista estaría dispuesto a reconocer algunos principios políticos si estos se negocian y acuerdan con la izquierda abertzale, pero no firmaría lo mismo si el interlocutor es el PNV. Lo digo porque hay pasajes completos de estas propuestas de resolución que estaban incorporados en los acuerdos de Loiola. En aquella mesa se llamó al PNV para tratar de cerrar un acuerdo previamente precocinado por HB y PSOE . La intervención jeltzale permitió aprobar unos principios que posteriormente dinamitaría ETA con una truculenta irrupción en la mesa de diálogo y matando a Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio y destruyendo la T-4.
Hemos visto también como el lehendakari del gobierno vasco ha confundido una vez más su papel y se ha puesto la gorra de presidente del PSOE en Euskadi en vez de la de máximo responsable institucional de nuestra comunidad al apoyar la negativa a que se materialicen transferencias netamente estatutarias que van a mejorar la capacidad de actuación del gobierno vasco que preside gracias no al permiso, sino al apoyo del Partido Popular. Las posiciones y visiones de este partido sobre España y lo español son sin duda un gran lastre para López al que dejan sin margen de maniobra si quiera para apoyar el Estatuto de Gernika, no «posiciones de un partido político». Las transferencias citadas estaban en el informe que aprobó el Parlamento Vasco con el apoyo del PSOE.
No puede sorprender este comportamiento dada la trayectoria de ese partido que quedó de manifiesto también en ese mismo pleno con la resolución sobre la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña. En la votación sobre este tema hemos visto también al partido de Montilla, que encabezó la manifestación de Barcelona, votar en contra los principios por los que se paseó por la calle con un millón de catalanas y catalanes. Eso se llama trabajar la credibilidad y la coherencia y tiene como resultado un descrédito general para la política y en el caso vasco la “brillante” valoración que nuestra ciudadanía hace del gabinete López.
Lo más interesante es que estas resoluciones, impecables desde la perspectiva institucional son además un ejercicio de responsabilidad. Un intento sincero de evitar una convocatoria electoral en los momentos de crisis en que vivimos y la posibilidad de inyectar en los presupuestos de España algunas de las fórmulas de apoyo a la economía real que explican porqué en Euskadi tenemos la mitad de paro que en España tras treinta años de gobierno nacionalista.
En resumen, Zorionak a nuestro grupo en las Cortes Generales, a diputadas y diputados y senadoras y senadores porque aunque el debate haya sido en el congreso me consta que aquel es un equipo de personas que piensan y sienten por y para Euskadi. Y en esta tesitura lo han bordado.
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