EL ACUERDO DE MERCOSUR DEMUESTRA LA VOCACION AMBIENTAL DE LA POLITICA COMERCIAL DE LA UE
El Parlamento Europea ha celebrado esta tarde un debate sobre la compatibilidad del acuerdo que la Unión Europea y MERCOSUR anunciaron el pasado 28 de junio tras años de negociaciones. El resultado de las mismas genera un espacio comercial regulado por las mismas normas formado por 780 millones de personas y hasta ahora prácticamente cerrado a los intercambios. El debate trataba de responder a las críticas que ha cosechado este acuerdo por su supuesta contribución a un incremento de las emisiones de gases efecto invernadero. Igualmente a la inquietud de los productores europeos, especialmente agrícolas y ganaderos, por el incremento de las importaciones de productos agropecuarios producidos al margen de los estándares europeos. El debate planteaba en consecuencia releer sus contenidos a la luz del recién presentado “Acuerdo Verde” (Green Deal), una de las banderas para los próximos años del nuevo equipo de la Comisión Europea que lidera Ursula Von der Leyen.
Yo he defendido los contenidos de este acuerdo político y comercial alcanzado en verano pasado entre la Unión Europea y el bloque de MERCOSUR, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Creo que no solo es compatible con el pacto verde recientemente lanzado por la Comisión Europea, sino que es un antecedente de la vocación ambiental que ya tenía la política comercial europea que he seguido de cerca de la mano de la comisaria saliente Cecilia Malmstrom, una de las principales defensoras de esta dimensión de la política comercial comunitaria. El “Green deal” profundiza en esa vocación.
Además me ha parecido muy importante subrayar una parte del acuerdo que apenas se ha destacado y que figura en su punto cuarto. Hay un proyecto de la Unión para lanzar un debate ciudadano y propiciar la visibilidad del acuerdo y la vinculación de la gente no solo con sus objetivos sino también con actividades concretas que de hecho podrían salir de organizaciones civiles.
Literalmente el acuerdo plantea en su punto cuarto un procedimiento dedicado a fomentar “el intercambio de información y de ideas y facilitará la comprensión, por parte de los ciudadanos, de la amenaza y el reto que suponen el cambio climático y la degradación del medio ambiente, así como de las formas de contrarrestarlos. Para ello, utilizará múltiples canales y fórmulas, como la celebración en los Estados miembros de actos construidos sobre el modelo de los diálogos con los ciudadanos organizados por la Comisión. En segundo lugar, abrirá espacios reales y virtuales para que quienes así lo deseen expresen sus ideas y su creatividad y colaboren en iniciativas ambiciosas, tanto de forma individual como colectiva. Se animará a los participantes a que se comprometan con objetivos de acción por el clima específicos. En tercer lugar, la Comisión trabajará en la creación de capacidad para facilitar las iniciativas de base sobre el cambio climático y la protección del medio ambiente. La información, la orientación y los módulos educativos podrían ayudar a intercambiar buenas prácticas. La Comisión velará por que la transición verde ocupe un lugar destacado en el debate sobre el futuro de Europa”
Por eso he comenzado recordando que el Green Deal dedica su punto tercero a convertir nuestra Unión en líder mundial en transición Ecológica. Una de las herramientas para conseguirlo es la política comercial. El acuerdo con Mercosur pasa en este terreno de las palabras a los hechos. Cumplir el acuerdo de París es ya una exigencia en él y se incorporará a los que se firmen en el futuro.La inclusión de esta cláusula ya dio sus frutos el pasado verano tras la ola de incendios que asoló la Amazonía y que se relacionó con la necesidad de liberar territorio para acoger cultivos y prácticas ganaderas que respondería, según estas acusaciones, al incremento de producción derivado de las expectativas que ha abierto el acuerdo. Izaskun Ante aquella crisis esta cláusula de respeto a los acuerdos de París, ya ha dado frutos. Creo que impulsó el “pacto de Leticia por la Amazonía”, como respuesta a aquella ola de incendios.
Por esas razones confío, saludo y aplaudo el compromiso sobre política comercial sostenible que contiene el Green Deal. Hay que nombrar, de inmediato, al Alto Responsable para la política comercial centrado en su sostenibilidad que el acuerdo promete. y reitero la esperanza que debe suscitar el protagonismo de la gente. El debate que hemos celebrado hoy es, sin duda, fruto de una inquietud de la gente. Los tres ejes de interacción ciudadana que habéis podido leer, ofrecen vías para transformar la preocupación en compromisos individuales y colectivos que movilicen, conciencien, controlen y en definitiva sumen, con la ilusionante misión que propone el Green Deal.
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