GARANTIAS EUROPEAS ANTE LA QUIEBRA DE THOMAS COOK
El Parlamento Europeo abordó ayer un debate sobre la crisis abierta por la quiebra de la tour-operadora británica Thomas Cook, una nueva oportunidad para demostrar a los europeos, y particularmente a los británicos de las ventajas que supone pertenecer a la Unión. Lo digo porque la legislación de los estados miembros de la Unión que protege los derechos de los pasajeros de líneas aéreas, de los compradores de paquetes turísticos, etc., deriva de directivas europeas. es parte de ese conjunto tremendo de normativa que se traspone después a los estados miembros y que se trabaja y sobre la que se decide aquí, en el Parlamento Europeo. esa institución tan lejana a la ciudadanía, tan alejada de sus problemas y preocupaciones que acaba marcando el sentido del 80% de la legislación que se aprueba en los estados miembros.
Este es un aviso espectacular también para los brexiters y para quienes les hicieron caso. Ilustra sobre las ventajas que tiene la Unión. Enseña que un asunto de esta dimensión es muy difícil de resolver en solitario. Y recuerda que, cuando vienen mal dadas es mejor superarlas rodeado de amigos que identificado como el “tío Gilito” de la cuadrilla. estas son algunas de las consideraciones que se plasman en la resolución que como grupo presentamos ayer en torno a esta quiebra.
Yo he apostado en el debate porque se activen todas las potencialidades de la legislación europea en materia de garantías de los consumidores y viajeros y el fondo de adaptación a la globalización para paliar los efectos de la quiebra de Thomas Cook. Estas medidas deben extenderse tanto sobre los clientes afectados, las regiones más impactadas por la quiebra y especialmente para recolocar a los empleados. Aquí hay un gran bloque de posibilidades para tratar de ayudar a los trabajadores de esta firma a recuperar o no perder sus puestos de trabajo o animarles a emprender en un sector que conocen y al que pueden aportar.
Andamos peor en el tema de las leyes que tratan de paliar los efectos de quiebras con implicaciones multinacionales, como esta. En este caso ya hemos detectado por una parte elevadísimos sueldos de los directivos que acabaron conduciendo al colapso a la compañía y, maniobras especulativas de tiburones financieros. El Parlamento Europeo está trabajando para evitar actuaciones como las que propician que se puedan adquirir deudas de una compañía en serios aprietos para luego colaborar en su estrangulamiento financiero y poder así quedarse con sus activos a precio de saldo. Esa no era la función del sector financiero. Ese dinero debería de estar al servicio de la economía real. Hace tiempo que algunas entidades que navegan en ese sector, ha perdido de vista que esa es su primera responsabilidad
Cuando se produjo ya presenté cuatro iniciativas ante la Comisión Europea en las que se abogaba por revisar la trasposición de estas directivas que garantizan los derechos de los pasajeros y clientes de compañías turísticas y controlar que se respetasen e hiciesen cumplir en todos los estados miembros. Igualmente proponía medidas para activar el Fondo Social Europeo y el de Adaptación a la Globalización para recolocar a los trabajadores y estudiar medidas directas de apoyo a las zonas más afectadas por la quiebra entre las que se encuentran los archipiélagos de Baleares y Canarias. Finalmente propuse hacer un trabajo preventivo para evitar que un Brexit sin acuerdo afectase a estas garantías y me interesé como una quiebra de esta dimensión podía afectar al prestigio de la marca europea Turismo de Calidad.
Aquí podéis leer la que se interesa por el escenario en un Brexit sin acuerdo; La que indaga sobre el apoyo que hay que prestar en esta coyuntura a la industria turística , .otra centrada en impulsar medidas para ayudar a las zonas especialmente afectadas por la quiebra y finalmente, la que se preocupa sobre las repercusiones que los hechos pueden tener en el prestigio de la oferta turística europea en el mercado global.
Tenemos una legislación sólida y completa para garantizar los derechos de los pasajeros y clientes turísticos. Hay que activar todas sus virtudes para compensar a los 600.000 afectados y prevenir los efectos que esta quiebra puede tener en zonas como las Islas Canarias o Baleares que ya contaban con el positivo impacto de cientos de miles de reservas, hoy en el aire.
Tenemos un Fondo de Adaptación a la Globalización para reciclar a los trabajadores afectados para su rápida recolocación y para apoyar a quienes, entre ellos, decidan emprender en un sector que dominan y al que pueden aportar digitalización y ofertas personalizadas. El atractivo turístico europeo tiene una oportunidad en ese conocimiento.
Finalmente hay que hacer algo de autocrítica porque las instituciones, en general, impresionadas por la dimensión de la quiebra que era como la “crónica de una muerte anunciada” se mintieron bastante en torno a la salud enfermo. Confiaban en que era muy difícil que se hundiese el “Titanic” de las agencias turísticas. Mal pronóstico como el que salió de la boca del mítico paquebote cuando se atrevió a pronosticar que era “insumergible”.
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