PARLAMENTO ÚTIL. MÁS TRANSPARENCIA PARA LOS TEMAS IMPORTANTES

Esta semana la Unión Europea ha puesto fin al acuerdo de intercambio de datos sobre transacciones bancarias con Estados Unidos a través de la red SWIFT . Tenía ganas de escribir sobre este asunto por tres razones:

• En primer lugar porque ilustra muy bien lo que hemos ganado con el Tratado de Lisboa, que como sabéis, otorga más poderes al Parlamento Europeo.

• En segundo lugar porque refleja la falta de transparencia y el modus operandi que ha caracterizado hasta ahora a algunas de las instituciones de la unión. Este modo de hacer, a oscuras, en silencio y colando asuntos de enorme gravedad por la puerta de atrás es una de las razones por las cuales las y los europeos perciben tan lejos las instituciones europeas en las que no tienen demasiada confianza.

• El tercer motivo que me anima a escribir es que la ponente del importante informe parlamentario que ha dado al traste con el llamado acuerdo SWIFT es de mi grupo, el grupo ALDE, es mujer, holandesa y se llama Jeanine Hennis-Plasschaert. Es todo un orgullo para mí pertenecer al grupo que ha encabezado esta revuelta pacífica contra el oscurantismo, la falta de transparencia y las malas artes con que se han hecho muchas veces las cosas en Bruselas.

SWIFT es una empresa a través de la cual circulan ocho de cada diez transacciones financieras de las que se hacen en el mundo. Si un día teneis que hacer una transferencia a un banco en el extranjero vereis como os piden, además del número de cuenta el SWIFT y el IBAN (international bank account number).  Tras los atentados contra las torres gemelas, sus archivos fueron empleados por las agencias de seguridad de los Estados Unidos para rastrear las redes de financiación del terrorismo internacional. En 2009 SWIFT estableció un centro en Suiza para gestionar sus datos europeos. Por ello hubo que negociar un nuevo acuerdo de intercambio entre la comisión, el consejo y los estados unidos para regularizar esta cesión de datos privados de millones de ciudadanos europeos. Prácticamente todos los que hemos hecho alguna transferencia internacional estamos en esas bases de datos y hemos sido escrutados bajo la justificación universal que todo lo puede, la lucha contra el terrorismo internacional.

El acuerdo se hizo, como siempre que se habla de estas cosas tan delicadas, sin luz ni taquígrafos y se ratifico a toda prisa el 31 de diciembre de 2009, para evitar que pasase por el Parlamento. Hasta esa fecha la eurocámara no tenía nada que decir en estos temas de interior y seguridad. Sin embargo el uno de enero de 2010, con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa estos temas del hasta ahora llamado «tercer pilar» entran en codecisión.

Como todas las estrategias de corto alcance, el tema no les salió bien a los «avispados» políticos que piensan que solo ellos tienen madurez y capacidad suficiente para decidir por nosotros qué nos interesa y qué nos perjudica. Por eso el asunto llegó a la eurocámara y el 11 de febrero pasado rechazamos el acuerdo. Esta semana comisión y consejo no han tenido otro remedio que decir «Diego» donde antes habían dicho «digo». Que queréis que os diga: yo me alegro. A ver si espabilan y empiezan a tenernos un poco de respeto.

Creo además que el acuerdo que adoptamos es equilibrado. Comprende la necesidad de investigar y utilizar las herramientas disponibles, pero pide transparencia a la hora de negociar, claridad en las condiciones de uso y acceso y adecuación de las mismas a la carta europea de derechos fundamentales, que no es más que pedir lo mínimo. Os dejo por aquí el acuerdo para que, si tenéis interés, podáis leerlo.

Tags: bancos, libertad, seguridad, SWIFT, terrorismo internacional, transferencias

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