COMBATIR LA PRECARIEDAD Y EL DECLIVE DEMOGRÁFICO PARA GARANTIZAR LAS PENSIONES
El pleno del Parlamento Europeo ha acogido esta tarde un debate de actualidad propuesto por el diputado de Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica (GUE) Joao Pimenta al amparo de una disposición reglamentaria que permite, a petición de un grupo parlamentario, organizar un debate en profundidad sobre un tema de actualidad. El debate en esta ocasión ha girado en torno al futuro de los sistemas públicos de pensiones en la UE en un momento en el que la Euro Cámara tramita una normativa para propiciar la existencia de un producto financiero pan europeo que opere en las mismas condiciones en toda la unión para completar, mediante el ahorro personal, las prestaciones de estos sistemas públicos.
Yo lo tengo claro y en consecuencia he manifestado durante el debate mi compromiso total“con los sistemas públicos, universales y dignos de seguridad social que son expresiones de solidaridad intergeneracional y he destacado la necesidad de combatir y resolver las dos amenazas que con más intensidad amenazan su viabilidad: el declive demográfico y la precariedad. Basta comparar este cuadro en el que se refleja la incidencia que tiene la calidad que ha tenido el empleo en la vida activa en la cuantía de las pensiones para advertir de que este es un tema trascendental.
Como es habitual, aquí hay que objetivar los problemas, porque suele insistirse en que es la edad de jubilación la mayor amenaza contra este sistema cuando hay en mi opinión dos amenazas muy superiores a esta. Acabar con la precariedad laboral dignificando las condiciones de empleo y resolver el declive demográfico en Europa entre otras medidas con una política de inmigración más inteligente e integradora son dos claves para garantizar los sistemas públicos de pensiones. Y otra cuestión no menor es que la organización de este sistema de solidaridad intergeneracional debe de ser coherente con la movilidad de trabajadores que propicia el mercado único y contar con unos mínimos de cobertura en todos los estados miembros.
En cuanto a la primera cuestión ha destacado que es imprescindible tomar conciencia de la gravedad y profundidad que tiene el declive demográfico de la Unión. Este es, un problema tan grave y notorio que ahora mismo necesita una política más inteligente y abierta de inmigración e integración de personas que deben ser, a todos los efectos, nuevos europeos.
Es imprescindible además no cerrar los ojos al gran problema y plantar cara a la precariedad laboral que es la segunda gran amenaza contra la seguridad social. Con contratos temporales y retribuciones indignas, aunque suba la cifra de personas ocupadas, las cotizaciones no serán suficientes. Revisar la edad de jubilación puede ser necesario, pero lo es mucho más dignificar las condiciones de empleo. Y ahí si que hay margen para mejorar. hay condiciones de empleo tan indignas que personas que trabajan están en la pobreza.
Comparando el progreso de ingresos fiscales y salarios con los beneficios que declaran algunas compañías es hora de que seamos todos conscientes de que hay que repartir bastante mejor la riqueza que genera la actividad económica y que hy que devolver al sector financiero al papel instrumental que tiene como catalizador de la economía real.
Finalmente, y en el marco de una Unión Europea que consagra el libre movimiento de personas es urgente que los sistemas de seguridad social sean coherentes con la movilidad de trabajadores que debe funcionar en la Unión. Para Instituciones comunes de la Unión y Estados se tiene que “poner las pilas” y tomarse en serio el establecimiento de estándares mínimos de cobertura y procedimientos eficientes de relación entre los sistemas de los estados miembros.
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