CONCIERTO VASCO Y CONVENIO NAVARRO UN MODELO PARA CREAR UNA HACIENDA EUROPEA
Esta tarde noche, fijaros a que hora os cuento esto, casi las once de la noche, hemos tenido un interesante debate en torno a una declaración de la Comisión Europea sobre el segundo paquete legislativo que prepara para mejorar el funcionamiento de la fiscalidad en la Unión Europea. Esta iniciativa se puso en marcha tras desvelarse el escándalo Lux Leaks que informaba sobre las prácticas de numerosas empresas para deslocalizar sus beneficios. La ingeniería financiera desplegada para ello se apoyaba en la competencia establecida entre distintas haciendas estatales para captar contribuyentes ofreciendo básicamente ventajas aplicables al pago del impuesto de sociedades.
A mí me parece muy urgente resolver definitiva y contundentemente este problema. Suele decirse muchas veces que cuando un barco se hunde también van a pique los camarotes de primera clase. Con este asunto de las haciendas públicas pasa lo mismo. Los datos demuestran que esta forma de competir entre haciendas puede a corto plazo beneficiar a alguna de ellas pero, a la larga en esta pelea para captar para captar contribuyentes nade gana. Todos perdemos capacidad para financiar políticas públicas. Y esos recortes afectan demasiadas veces a nuestro modelo social.
Así que el debate me ha permitido recordar aquí algunas de las tesis sostenidas al respecto esta misma semana por Pedro Luis Uriarte en la entrevista que tuvisteis ayer oportunidad de ver en este blog y con las que estoy plenamente de acuerdo.
Por eso he defendido hoy para detallar tres medidas básicas para combatir más eficazmente la elusión y el fraude. La primera, armonizar el tipo mínimo del impuesto de sociedades porque las diferencias existentes en la actualidad son insostenibles y han facilitado la deslocalización de beneficios. La segunda hacer lo mismo con el IVA porque las actuales diferencias tienen un evidente efecto en la competitividad en el marco de un espacio económico único y afectan claramente al funcionamiento del mercado interior. También he solicitado más arrojo a la hora de señalar y combatir los paraísos fiscales porque hay casos que son clamorosos y siguen sin afrontar las consecuencias de sus prácticas a efectos morales, legales y, especialmente económico-financieros. Es tan fácil como preguntarse por qué tantas multinacionales escogen países sin tradición industrial alguna u otras ventajas reconocibles por dimensión, ubicación, presencia de recursos naturales o especialización particular de sus profesionales para colocar sus sedes. Finalmente hay que aplicar decididamente el protocolo de la OCDE para evitar la deslocalización de los beneficios a la hora de tributar, el conocido como B.E.S.F. Estas son las recetas en las que coinciden todos los expertos para mejorar la fiscalidad en la Unión.
Pero he considerado además una obligación ir más allá para señalar con toda claridad la que en nuestra base es una de las claves que llevará a consolidar el carácter federal que debe tener el proyecto europeo si quiere realmente jugar un papel a nivel global. Esa no es otra que la creación de una hacienda y u tesoro europeo marco en el cual, todas estas medidas darán todos los frutos que puedan ofrecer.
En un momento en el que se escucha alguna voz que, ignorando las sentencias europeas al respecto, patrocina la idea de que la Unión acabará con el Concierto vasco y el Convenio navarro me ha parecido obligatorio ponerlos en valor precisamente como base regular las aportaciones estatales a esta futura hacienda central europea.
Por eso he recordado en el pleno del parlamento Europeo que hay modelos que regulan muy razonablemente la relación entre haciendas centrales y haciendas autónomas vinculadas como la que utilizamos en el País Vasco y Navarra con los sistemas de Concierto y Convenio. Estos sistemas, además de determinar aportaciones en función de las competencias que cada uno ejerce, favorecen la responsabilidad, son una herramienta anti déficit, previenen la corrupción y son un estímulo para crear políticas de fomento de la economía real, como ha reconocido en varias ocasiones esta cámara. Por eso yo, lejos de lo que dicen algunos agoreros, creo que en un plazo de tiempo no muy largo Concierto y Convenio serán modelo de estudio, para bien, en el marco de la Unión Europea.
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Tengo curiosidad por conocer los puntos de vista de nuestros socios en la UE sobre estos peculiares modelos de gestión tributaria que tan difícilmente casan, en España, con los principios de igualdad y de solidaridad.
Mi señora eurodiputada se muestra muy segura de las bondades de esos sistemas.
No comparto su entusiasmo, no lo comparto.
En el caso de la CAPV, una pequeña comunidad, son las 3 Diputaciones forales quienes detentan competencias fiscales y tributarias,¿no es cierto? Y el papel del propio gobierno autonómico en esos ámbitos es más bien secundario, ¿no es cierto?
¿Qué ocurriría si el control político de las 3 Diputaciones forales y el del Ejecutivo autonómico no estuvieran en la mis año? ¿Qué descontrol no podría generarse?
¿Y ese es el «buen modelo» que pretende exportar el PNV a la UE?
No lo entiendo. O me lo explican mejor o no lo entiendo.
Saludos.