APOYO A LA INDUSTRIA LA FORMACION Y EL EMPRENDIMIENTO PARA DESCARBONIZAR EL TRANSPORTE Y CREAR EMPLEO
Uno de los retos que se ha planteado la comisión para las dos próximas décadas es reducir al mínimo las emisiones de gases efecto invernadero procedentes del transporte y mantener, a la vez, la capacidad de la industria europea y sus ciudadanía para moverse de modo eficiente y económico por todo el mundo. Ese reto está requiriendo poner al día mucha legislación europea. Hoy hemos conocido las propuestas de la Comisión para su segundo paquete de movilidad.
Por eso hoy he planteado en mi intervención sobre este asunto intervenciones en el ámbito de la política industrial, la formación y la promoción de nuevos negocios para garantizar que estas reformas legales cumplan sus objetivos. Estas nuevas normas europeas solo funcionarán si aterrizan sobre personas, conocimiento y tejido industrial capaces de convertir una movilidad más limpia y eficiente en una fértil cantera de empleo de calidad en suelo Europeo.
Esta tarde teníamos cita en Estrasburgo en un debate que ha dedicado la Euro cámara a conocer la segunda propuesta de la comisión europea para mejorar la legislación que regula la movilidad y contribuir a que produzca menos emisiones y sea más eficiente. Este segundo paquete legislativo se proyecta sobre los estándares ambientales de los vehículos, la intermodalidad, los derechos de los pasajeros de transporte por carretera y la regulación de las estaciones de recarga y las baterías para la movilidad eléctrica.
Yo he apoyado la presentación de estas iniciativas legislativas y he destacado que las seguiré con el máximo interés desde la Comisión de Transporte porque necesitamos las normas sobre nuevos estándares de emisiones de CO2, la revisión de la directiva sobre vehículos limpios, la de transporte combinado, la de pasajeros de autobús y la iniciativa sobre baterías. Pero como decía al principio, los cambios solo surtirán efecto si aterrizan sobre personas, conocimiento y tejido industrial capaces de convertir una movilidad más limpia y eficiente en una fértil cantera de empleo de calidad en suelo Europeo.
Para propiciar que las reformas plateadas en esta legislación funcionen he realizado tres aportaciones, que deben convertirse en otros tantos esfuerzos que tienen que ser perceptibles en todos los programas europeos. El primero se centra en orientar la política industrial para que la Unión sea líder mundial en las tecnologías y procesos de fabricación de estos vehículos limpios, sus baterías y la inteligencia que los conecte entre sí y con las infraestructuras.
Pero además he insistido en que debe estimularse la aparición de nuevos negocios y desarrollos que evolucionen el concepto “modos de transporte” hacia el de ”movilidad integrada”. Finalmente he reclamado la necesidad de conectar las demandas de nuevas pericias y negocios ligados a estos cambios con la formación que se ofrece en universidades y escuelas profesionales. Veremos cómo se plasman estas ideas en los programas de ayudas europeas dedicadas a la innovación, la industria 4.0, el apoyo a la fabricación avanzada y por supuesto la necesaria unificación de los mercados digital o de la energía. Euskadi se está preparando para coger esta ola de innovación en la mejor posición posible.
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