SANCIONES EJEMPLARES PARA LAS AEROLINEAS QUE BOICOTEAN LOS COMPARADORES DE PRECIOS
El Parlamento Europeo ha tramitado esta tarde una pregunta firmada por varias decenas de eurodiputados y centrada en aclarar la posición de la Comisión Europea frente a la práctica de varias líneas aéreas que se han asociado para cobrar un recargo de 16 euros en sus billetes si se adquieren vía sistemas globales de distribución. Igualmente estas uniones se organizan para entorpecer el acceso a la información disponible en internet sobre trayectos y precios. Los datos que procesan los comparadores de precios para ofrecer su servicio.
Yo creo, y así lo he defendido en el pleno que hay que aplicar “sanciones ejemplares” para las aerolíneas que boicoteen mediante agrupaciones u otros procedimientos el normal funcionamiento de los comparadores de precios o los distribuidores globales de billetes de avión. Estas prácticas son un abuso de posición dominante y perjudican iniciativas empresariales basadas en utilizar la innovación y el ingenio para crear valor y nuevos servicios útiles y baratos donde no los había. Ante este tipo de cosas es en las que las Instituciones eurpeas se juegan su prestigio. Si miran más hacia el poderoso, las líneas aereas, que ante el usuario, el comprador de billetes, o el emprendedor digital, la hemos hecho buena.
Jurídicamente a mi el asunto me parece clarísimo y por eso defiendo plantear una acción contundente frente a estas prácticas . Las líneas aéreas que hacen estas cosas se asocian, simplemente, para impedir el normal funcionamiento de negocios 2020 como los distribuidores globales de billetes o los comparadores de precios. Ambos se basan en crear valor analizando datos públicos que están en Internet como son los precios y trayectos de las líneas aéreas, procesándolos y creando así un nuevo servicio, útil y muy barato para el usuario.
La respuesta de las compañías aéreas frente a este tipo de iniciativa de la economía digital ha sido la asociación entre aerolíneas con el fin exclusivo de construir una posición dominante y abusar de ella, sin ofrecer, además, ningún nuevo servicio, ventaja o descuento a sus propios clientes.
Por esa razón creo que esta especie de “arancel” en ámbito del mercado interior, porque no tiene otro nombre lo de la recarga de 16 euros es, en mi modesta opinión, no solo incompatible con la libre competencia sino letal para los emprendedores que sobre la base del conocimiento, la innovación y la imaginación añaden valor donde no lo había. Por eso, para garantizar la salud del mercado interior y especialmente para proteger nuestra principal fuente de riqueza y empleo abogo por aplicar medidas ejemplares para impedir este tipo de prácticas.
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