INVERTIR EN INTEGRACION Y REINDUSTRIALIZACION EN EUROPA, SOLUCIÓN A LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS
Hoy hemos debatido en Estrasburgo el acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía para resolver a corto plazo la crisis de los refugiados y el resto de conclusiones de la cumbre europea de los pasados 17 y 18 de marzo que incluyó un apartado sobre la crisis de la siderurgia. Me hubiese gustado intervenir, pero de acuerdo con las normas de la Cámara mi oportunidad estaba en el turno de intervenciones libres. El presidente ha decidido eliminarlo para cumplir el horario asignado para la intervención ante el lleno del Presidente de Portugal. Mala decisión porque de este modo se nos impide a quienes o muchos dar nuestra opinión en un asunto tan importante. Yo no me resigno a compartir con vosotros mi punto de vista.
La verdad es que mi me parece lamentable que se vayan a gastar seis mil millones en este Turquía cuando podrían invertirse en Europa en programas humanitarios y de integración. Además creo que hay que insistir en nuestro propio desarrollo y recuperación económica. Creo que hay que proteger la industria y especialmente la siderurgia contra el el dumping chino. Y creo que esto tiene también relación con la respuesta que se está dando ala crisis de los refugiados. Porque el paro y la incertidumbre que ya vivimos en plantas como las de Zumárraga o Sestao y que afecta ya a 22 millones de europeos es el caldo de cultivo en el que pescan los populistas que están destruyendo el humanismo en el que debería basarse nuestra Unión.
Creo que la clave de lo que ocurre está en el populismo y en la falta de liderazgo a nivel europeo y estatal. Frente estas incertidumbres algunos estados miembros no aceptan que la solidaridad es una obligación humanitaria, una obligación que tienen como miembros de la Unión Europea vinculados por sus valores fundacionales. Los estados especialmente de la antigua Europa del este que se negaron a cumplir la propuesta de reasentamiento que propuso en su día la Comisión Europea están simplemente fuera de los parámetros de un club que se diseñó para generar un espacio de libertad y progreso basado en valores como el humanismo, la solidaridad y los principio democráticos.
Nuestras decisiones de hoy nos avergonzarán mañana. Pregunto si tras un atentado como el de Maelbeek cerraríamos las puertas de la estación a los que huyen de las explosiones. Pregunto por qué en un continente envejecido, con áreas despobladas, con excedentes alimentarios, con maestros en paro por falta de niños y con un catálogo de valores fundacionales tan ejemplar no somos capaces de coordinarnos para poner estas realidades al servicio de las personas que chapotean en Idomeni o se ahogan en el mar.
Tras haber vivido en nuestro continente enormes catástrofes a causa de guerras fratricidas es imprescindible preguntarse por qué no invertimos en Europa en programas humanitarios y de integración el dinero que vamos a gastar en Turquía mientras su gobierno devuelve refugiados a Siria. Amnistía Internacional o ha denunciado. El acuerdo fracasa nada más ponerse en marca. Los refugiados que cruzaban el Egeo se desplazan ahora hacia el Mediterráneo, pero el flujo continúa.
Además y aprovechando que la cumbre incluyó en sus conclusiones un apartado dedicado a la crisis que vive la siderurgia europea, me parece imprescindible insistir en la idea de que los hechos deben sustituir a las palabras también en este tema. Porque no podemos separar la respuesta que se está dando a este problema de los refugiados de la coyuntura económica que vivimos en Europa. Los responsables comunitarios llevan meses mareando la perdiz con el problema del dumping chino y la siderurgia. No podemos esperar más. Hay que tomar las medidas inmediatas que permite nuestra legislación antí dumping para proteger nuestra siderurgia frente al acoso chino. Y hay que apostar definitivamente por la re-industrialización de Europa. Porque el paro, la incertidumbre, que ya vivimos en plantas como las de Zumárraga o Sestao y que afecta ya a 22 millones de europeos es el caldo de cultivo en el que pescan los populistas que están destruyendo el humanismo en el que debería basarse nuestra unión.
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