EUROPA, ESPERANZA PARA LOS AFECTADOS POR LAS EJECUCIONES HIPOTECARIAS
Ayer tuvimos un debate muy interesante en Estrasburgo sobre lo problemas de las ejecuciones hipotecarias en España. Frente al tono bronco que caracterizó el debate preferí proponer más control europeo para que la normativa española se adapte a los requisitos comunitarios. En este caso Bruselas tiene una gran ocasión para demostrar que es mucho más que el acreedor sin alma bajo el que se parapetan los verdaderos responsables de la tragedia económica que se ha vivido en España en lo últimos decenios. Porque este asunto es una consecuencia más del fallido modelo de desarrollo elegido y propiciado al alimón por populares y socialistas. Cuando se reventó el suflé la catástrofe pilló a España sin hacer los deberes legislativos en una materia tan sensible como la protección del bien de primera necesidad por excelencia: la vivienda. Si a ello sumamos que el número de desaprensivos que hicieron fortuna en tiempos de vacas gordas era muy elevado, nos encontramos con un drama de las dimensiones que hemos vivido en los últimos años
El caso español es una isla en Europa en esta materia. Los deudores y acreedores siguen estando en posiciones muy diferentes ante los tribunales y hay mucho que mejorar en la llamada ley de segunda oportunidad. Los códigos de buena conducta de los bancos deben ser obligatorios y la dación en pago un hecho. A la Comisión le toca ahora desplegar sus competencias para hacer cumplir a España al menos estas mínimas condiciones. También lancé una propuesta para que enseñanzas prácticas sobre este y otros asuntos relacionados con el consumo lleguen al sistema educativo.
Ayer desde luego agradecí a la presidenta de la Comisión de peticiones y sus miembros el esfuerzo que están haciendo para que las instituciones europeas ofrezcan esperanza y soluciones a muchas familias. La codicia desmedida, unas prácticas comerciales abusivas,una legislación injusta y de un modelo de desarrollo especulativo y, en consecuencia, fallido han generado este drama de las ejecuciones hipotecarias.
Decenas de miles de familias han perdido en estos años de crisis vivienda y trabajo. Decenas de miles de avalistas, generalmente personas jubiladas que apoyaron a sus hijos en el desastre han seguido el mismo camino sin que siquiera la llamada ley de segunda oportunidad haya resuelto un problema que genera situaciones de verdadera emergencia social y humanitaria.
Por eso Bruselas debe obligar a las autoridades españolas a que los códigos de buenas prácticas bancarias sean obligatorios. Hay que propiciar que acreedores y deudores tengan igualdad de amas en los procesos de resolución de insolvencias y hay que incorporar módulos referidos a estos problemas en el ámbito educativo. La mayor parte de estos dramas son el resultado de combinar buena fe de consumidores con escasa formación práctica y vendedores con pocos escrúpulos.
Como no podía ser de otro modo la discusión anticipó el tono que tendrá la próxima campaña electoral. Los dos principales actores de la política estatal hasta la fecha han estado lentos y mal frente a este problema. Los socialistas reaccionaron tarde y para cuando quisieron empezar a hacer algo ya no estaban en el gobierno. Para los populares el asunto no fue una prioridad hasta que se convirtió en un drama que llenaba portadas de los periódicos un día si y otro también. Cuando empezaron a hacer algo se puede decir con total objetividad que se notó demasiado que no ponían la misma energía en rescatar personas que la que pusieron en rescatar bancos.
Por eso ayer la intervenciones socialistas estaban marcadas por el complejo. Las populares aplicaron al pie de la letra el aforismo “la mejor defensa es un buen ataque” propio de los manuales de campaña ultimamente de moda en la Casa de la Gaviota y alcanzaron tonos y contenidos realmente chocantes. Los “nuevos actores” exhibían el aura de quienes no han tocado nunca poder y cargaron a fondo con unos y con otros.Creo que hay que ser más constructivo uando se consideran los datos que aún hoy siguen marcando ese drama.
Un estudio del Instituto nacional de estadística, que utilice para preparar este debate indica que solo en el primer trimestre de 2015 el 0,20 de las hipotecas constituidas sobre viviendas entre los años 2003 y 2014 iniciaron un proceso de ejecución en el Estado español. En números absolutos 17.786. Decenas de miles de personas han vivido este calvario en los últimos ocho años. A ellos hay que sumar el drama de los clientes de entidades financieras que compraron preferentes y otros productos de alto riesgo y han perdido sus ahorros.
El País Vasco con un 0,02% es la región del estado, a mucha distancia de las demás, con menor índice de ejecuciones. Nadie tuvo que pasar por esa situación. Nadie se merece perderlo todo sin disponer de una segunda oportunidad. No es autocomplacencia pero en nuestro pequeño Pais nuestras entidades financieras han hecho un esfuerzo muy superior al que se ha desplegado en otros lugares Creo que las prácticas de negociación adoptadas allí pueden ser una referencia para reducir la tragedia mientras las leyes ponen a los usureros en su lugar.
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