EUROPRIDE 2015. AVANZANDO EN LA IGUALDAD
Tenía pendiente esta crónica desde el pasado fin de semana. Hemos tenido unas semanas tan complicadas con la negociación sobre interoperabilidad que acabó en acuerdo y el seguimiento del mismo, que no había podido contaros nada de esto aún. Pero tampoco quería despejarlo con cualquier cosa. Voy a hablaros de lo que viví en Riga, la capital de Letonia en la EuroPride el pasado 20 de junio. Esta es la fiesta que reúne anualmente en una ciudad de Europa a personas de los colectivos LGTBI para reivindicar sus derechos. Las personas que viven su sexualidad en alguno de estos formatos han sido históricamente objeto de marginación cuando no abiertamente persecución y mal trato. De hecho nos fuimos a Riga precisamente porque hace diez años esta fiesta no pudo celebrarse allí. Hubo agresiones, líos, problemas. Mi compañera en el grupo ALDE Sophie In t’Velt, con la que formé la delegación que en nombre de los liberales y demócratas europeos viajó a la república báltica lo recordaba en el vídeo que abre esta crónica.
Creo que lo que vimos y vivimos allí merece la pena de ser contado y explicado. En Letonia afortunadamente la UE significa derechos y libertades y así nos lo contaban en un encuentro que mantuvimos los responsables de la organización de esta fiesta, Elena Dapkunaite, Wladimir Simonko, Eduardas Platovas y Tomás Vytautas Raskevicius de la liga de Gays de Lituania. El encuentro nos permitió conocer de primera mano no solo el marco legal que se aplica en Lituania a estos colectivos sino su efecto en la vida diaria de la gente, muy marcado por el entorno en el que te mueves. Los miembros de la organización nos certificaron dos cosas. La primera que en Letonia sigue existiendo un nivel de homofobia notable y que la propaganda rusa contra estos colectivos tiene su efecto e impacto entre los letones. La proximidad geográfica de letonia con Rusia era de hecho otro de los atractivos de esta fiesta. La segunda que la legislación local está aún muy lejos de consagrar una verdadera igualdad legal para esos colectivos.
En estos momentos, como nos explicó Juris Puce, presidente del partido Latvijas Attistibai (nuestros correspondientes en letonia) hay en marcha un proceso para promover un cambio legal en el país para mejorar la situación de estos colectivos. La iniciativa va a venir de la mano de una figura similar a nuestra iniciativa legislativa popular. De hecho la fiesta iba a dedicarse, entre otras cosas a hacer un llamamiento para la recogida de las firmas que deben respaldar la solicitud.
Todas estas cuestiones me resultaron muy interesantes pero, como siempre, el complemento me lo dio la vivencia de la fiesta en la calle. Saque la conclusión de que al menos se ha instalado entre la mayor parte de las esferas políticas la idea de que hay un discurso políticamente correcto sobre esta cuestión que no debe contradecirse en público. Pero percibí que parte de la sociedad no vive con normalidad la convivencia con estos colectivos. Además era evidente que tras la experiencia de 2006 las autoridades lituanas no querían problemas y cercaron la zona en la que iba a celebrarse la fiesta, el Vermanes Park, en pleno centro de la capital. Es un avance muy destacable. Significa que saben que aparecer ante el mundo como una sociedad homófoba no hace ningún bien a la imagen internacional de Letonia.
El desfile fue espectacular porque partió del parque y recorrió las principales calles del centro de Riga, eso si, siempre protegido por un impresionante despliegue que blindaba la cabeza de la marca de cualquier problema. Por aquí y por allá podían verse grupos de detractores de la concentración portando carteles o haciendo gestos agresivos contra los concentrados. Pero del mismo modo la fiesta en que se convirtió el desfile propiciaba que algunas personas de manera espontánea se uniesen a la marcha. Vi también algún balcón cuyos propietarios seguramente por primera vez se atrevieron a expresar con toda claridad su condición en plena libertad y mucha gente corriente enarbolando la bandera arco iris. Además autoridades de varios países y una potente delegación de la embajada americana participaron activamente en la fiesta. De hecho el embajador dejó a los congregados un mensaje de apoyo del presidente Obama.
Los contactos que hicimos son muy válidos para seguir la evolución de esta cuestión en todos los países fronterizos con Rusia que no son hoy UE, lo que en jerga europea se llama “nuevos vecinos”, o los que ya son miembros de la Unión. Me perece muy interesante seguir muy de cerca el efecto de la propaganda rusa y la influencia de este país en esas zonas. No en vano hay en ellos población rusófona y rusófila, un recuerdo de su pertenencia a la URSS y una indudable relación que Putin no duda en utilizar, cuando pintan bastos para desestabilizar esa zona de la Unión.
Esa fue otra de las grandes reflexiones de la fiesta. Me quedó la impresión de que allí se está librando precisamente esa batalla de modelos. Rusia propaga que ofrece seguridad, seriedad, rectitud y pocas veleidades con lo que consideran moralmente discutible. Además un espacio en el que el crecimiento económico parece más fácil que en la vieja Europa impulsado por sus reservas de materias primas e hidrocarburos. En los tiempos de tribulación en que vivimos en la Unión ese mensaje cala y hace olvidar a muchos la parte “b” de lo que no les cuenta el Kremlim, la desigualdad, la inseguridad ciudadana, la existencia de mafias organizadas que mandan más de lo que sería deseable y, por supuesto, la existencia de un sistema de libertades públicas que, para nada es homologable con el nuestro.
La Europa Pride nos ocupó todo el sábado. El lunes teníamos reunión también en Riga para analizar la evolución de las redes trans europeas de transporte (TEN-T days), así que el domingo me pareció buena idea bajar a la piel del país de verdad a la sensibilidad de los ciudadanos que reciben esta propaganda. Así que paseé por sus mercadillos en la parte no comercial ni turística de Riga y me animé a probar su red de transporte por ferrocarril y llegar hasta la estación término de una de las tramas del tren, concretamente la ciudad de Tukums. También me bajé en Dubulti, una localidad costera llena de casas de veraneo.
Creo que esa dialéctica se decantará a favor dela UE porque es patente lo que ha avanzado este país desde su ingreso en la Unión. Ese contraste con lo que ocurre al otro lado de la frontera no solo en cuestiones económicas sino en materia de libertades va ganando la batalla en la conciencia ciudadana. Los pesados trenes herederos del sistema soviético que aún circulan en Letonia son ahora más cómodos gracias a un programa de renovación financiado por la UE. Un sistema manual de control de billetes contrasta con las APP-s de que disponen los usuarios para seguir la circulación de los trenes. Las vías serpentean en una inmensa masa forestal en la que, poco a poco, se va asentando la modernidad.
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Izaskun elegante hasta la medula, pulgares hacia arriba !!!!!!!!!!!!! En la mani que hubo en Bilbao parece que no fue nadie del ayunta ….di que es optativo, en fin no querran ser elegantes, la palabra elegante abarca mucho y no esta a la altura de tod@s. Lo dicho neska eres un campeona.
Musus