POR UNA GARANTIA EUROPEA CONTRA LOS DESAHUCIOS. RESCATANDO PERSONAS
Esta noche hemos desarrollado un debate que, dadas las horas a las que se produce corre el riesgo de pasar desapercibido. Está además perjudicado por uno de esos títulos larguísimos y complejos que suele ahuyentar a cualquiera. Sin embargo se ocupaba de un asunto trascendental los procedimientos de insolvencia de empresas y particulares. Y en ese ámbito se incluyen los lanzamientos hipotecarios, los desahucios. Por eso he animado hoy a las instituciones europeas a que utilicen todas sus potestades legislativas y sancionadoras para garantizar una segunda oportunidad a las empresas con problemas de insolvencia y que extienda ese principio a familias y personas afectadas por los llamados “lanzamientos hipotecarios”. Eso significa hoy rescatar personas con la misma determinación con que rescatamos a los bancos. Por eso el debate que realizamos ayer, las normas que aprobaremos hoy y las que se anuncian son una cuestión de justicia y una herramienta más al servicio de la economía real y el empleo.
La eurocámara ha debatido esta tarde una iniciativa para revisar la normativa europea sobre procedimientos de insolvencia y una declaración realizada de la Comisión para revisar y ampliar la Recomendación de la Comisión de 12 de marzo de 2014 sobre un nuevo enfoque frente a la insolvencia y el fracaso empresarial, en lo relativo a la insolvencia de las familias y una segunda oportunidad para los particulares y las familias.
Vistas las diferencias que se dan entre los estados de la unión en la Europa de hoy no son de recibo ni la desigualdad de armas jurídicas entre acreedor y deudor, ni plazos para recurrir diseñados al servicio de los poderosos, ni vetos inhumanos a la dación en pago, que condenan a personas y familias atrapadas en injustos procedimientos hipotecarios. Ellos son las caras y los ojos de la crisis. Y en el 90% de los casos podemos aliviar su situación con coherencia y determinación. Por eso he defendido una garantía europea para ese principio de segunda oportunidad y una utilización decidida de los procedimientos de infracción para estados como España, señalados en rojo por los Tribunales Europeos por su resistencia a modificar sus leyes en esta dirección.
Me ha parecido obligatorio recordar que Europa nació como un proyecto al servicio de la paz y el bienestar, al servicio de la libertad y la calidad de vida. Si somos coherentes con esas ideas hoy y ahora estamos obligados a dedicar al rescate de las personas tanta determinación y urgencia como la que hemos dedicado a rescatar entidades financieras. Muchos de los bancos rescatados fueron víctimas de su propia voracidad. Esa codicia se ha llevado por delante muchos proyectos empresariales y muchos proyectos de vida de personas y familias que en su inmensa mayoría obraban de buena fe. Por eso es obligatorio ofrecerles una segunda oportunidad. Es una cuestión de justicia. Pero además es una herramienta más al servicio de la economía real y el empleo.
Por estas razones ha apostado porque los principios que se marcan tanto en la revisión de los procedimientos de insolvencia como en las recomendaciones de la Comisión se cumplan en todos los estados miembros y también se apliquen a los deudores individuales. Una pena que la hora y los tecnicismos que rodean la materia vayan a impedir a muchos ciudadanos enterarse de que, una vez más, el parlamento Europeo está ocupándose de problemas cotidianos y demuestra que Europa sirve para algo.
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Presenta los desahucias en el título. Y capta más la atención con ello.
El debate en la euro cámara iba sobre la insolvencia y sus procedimientos, lo que apunta hacia la actividad empresarial más que hacia las penurias de los ciudadanos de a pie.
En fin, veré de acercarme al desarrollo real del debate. Su entrada queda corta para eso, me parece a mi.