LLEVAREMOS LA DIVERSIDAD DE FRANCIA AL PARLAMENTO EUROPEO

 

La hija del Lehendakari Agirre, Aintzane Agirre nos acompañó en Donibane Lohitzune

La hija del Lehendakari Agirre, Aintzane Agirre nos acompañó en Donibane Lohitzune

Ayer estuve en Donibane Lohitzune con un grupo de personas que tienen una visión muy distinta de Francia del habitual mensaje jacobino que se defiende desde París. En Francia, antes de la revolución francesa se hablaban más de cien lenguas. El jacobinismo de sus autoridades ha convertido en una obsesión equiparar “Egalité” a reprimir la diversidad. Y cogí un compromiso claro. Voy a llevar a Estrasburgo, al Parlamento Europeo, de la mano de nuestra gente del PNV de Iparralde esa diversidad.

representantes de diversas nacionalidades que se menosprecian en Francia estuvieron también en la charla.

representantes de diversas nacionalidades que se menosprecian en Francia estuvieron también en la charla.

Yo por mi parte estuve explicándoles que el federalismo contenido en el modelo de la Europa de los Pueblos en que se basó el primer proyecto europeo en el que participó el lehendakari Agirre es una vía a explorar para encajar Euskadi en Europa. Aplicar hoy estas ideas requiere proponer y defender un concepto sobre ciudadanía, identidad y soberanía mucho más modernos que el que manejan hoy los antiguos estados nación. Europa debe apoyar este debate y arbitrar desde la Unión si España bloquea el desarrollo de un acuerdo entre vascos sobre estos temas. Esto es lo que conté.

Mi propuesta, además de tratar de aportar en este momento histórico desde el lugar en que me toca trabajar, el parlamento europeo quería reconocer muy cerca de dónde se inició el exilio del lehendakari Agirre la visión y clarividencia de un hombre cuyas ideas federalistas son hoy mucho más modernas que el rancio nacionalismo español que transfiere a otros sus propias carencias ideológicas. Ver y escuchar el lamentable discurso de los nacionalistas españoles ante una situación como la que se plantea en Cataluña revela que siguen anclados en unas ideas del siglo XIX y que no se han enterado de que el mundo, de verdad ha cambiado.

El foro en el que participé estaba dedicado a analizar algunas de las tensiones territoriales que se dan en varios estados europeos y las vías para resolverlas. Nuestra experiencia, el caso vasco se diferencia de otros como el escocés en que España no reconoce que Euskadi es una nación, lo que si ocurre en Gran Bretaña con Escocia. Sin embargo ha destacado que la apuesta por recuperar herramientas básicas de autogobierno como el Concierto Económico, el esfuerzo colectivo de todos los vascos y vascas y el liderazgo y las políticas desplegadas por el nacionalismo institucional ha permitido a Euskadi disponer de una identidad en Europa. Euskadi tiene identidad porque las cifras que resumen lo que somos en materia económica, educativa o de desarrollo, nuestra tarjeta de visita internacional, es netamente distinta y mejor que la del estado español.

Además del hándicap constitucional citado he querido subrayar los muy negativos efectos que ha tenido la violencia de ETA sobre el desarrollo social, económico y político del país vasco. ETA lejos de aportar algo a la causa del nacionalismo vasco solo ha servido para generar un dolor y un sufrimiento inaceptables. Ha servido además de excusa para deslegitimar proyectos impecablemente democráticos. Además ha hecho muy difícil la colaboración entre soberanistas. Causó verdadera sensación allí recordar qué hicieron estos presuntos soberanistas cuando se tramito el plan Ibarretxe.

Frente a Cataluña las diferencias, además de la propia existencia del Concierto Económico y las posibilidades que ofrece se centran en la dinámica política de las fuerzas partidarias del derecho a decidir. La actitud histórica de la izquierda abertzale, su resistencia a reconocer que la violencia siempre fue injusta, a asumir su responsabilidad en este campo y su extremo partidismo dificultan mucho una colaboración entre las formaciones partidarias del derecho a decidir. Para ellos es más importante quién conduce el proceso que el proceso mismo.

Para ilustrar esta afirmación les recordé que Euskadi ya exploró en 2004 y 2005 el camino de la reforma del estatuto y la consulta y recordé la actitud que mantuvo entonces la izquierda abertzale que no se atrevió a impedir con sus votos que la propuesta fuese al congreso pero no apoyó unánimemente el debate. Tuve a bien además comparar la foto de Oriol Junqueras y Artur Mas respetándose y apoyándose mutuamente y los carteles que en aquellos días sacó la izquierda abertzale sacudiendo al partido nacionalista y a su actual socio Eusko alkartasuna. Podéis verlos en el Power Point con el que acompañé mi exposición.

Tras criticar la sentencia que impidió aquella consulta y las reformas destinadas a convertir en delito convocarla pronostiqué algo evidente: que el constitucional hará lo mismo con la consulta catalana y defendí el camino adoptado ahora por el PNV para garantizar el ejercicio del derecho a decidir. Les hablé de  la ponencia que busca un acuerdo para posteriormente negociarlo con el estado y someterlo a ratificación por parte de los ciudadanos. En el Plan Ibarretxe se recogió el punto de partida del PNV para esta negociación destinada a revisar conceptos básicos del pensamiento político que la globalización está convirtiendo en historia. Uno de ellos es el del estado nación. Otro el de la equiparación entre identidad y ciudadanía. El tercero incorporar la responsabilidad como base de las relaciones financieras entre poderes profundizando en el sistema del Concierto.

Creo que este debate es además necesario para construir la Europa federal con una gobernanza económica compartida y capacidad para enfrentar desde ese nivel los retos en los que esta dimensión es útil. Pero subsidiariedad hacia abajo para permitir a las realidades más eficientes apoyar la innovación y la economía real. Una Europa con una ciudadanía compartida que nos iguale en derechos civiles y sociales. Una Europa sin identidades obligatorias, diversa, formada por la suma voluntaria de todas las naciones que contiene. En definitiva hay que regresar al modelo de Europa federal, social y democrática en la que trabajaron desde su inicio De Gasperi o Schuman y a la que contribuyó desde su inició el Partido Nacionalista Vasco y el primer lehendakari de Euskadi José Antonio de Agirre y Lekube. La unión de la modernidad y de la eficacia que necesita menos estados y más ciudadanos.

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Comentarios (2)

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  1. Io dice:

    La diversidad lingüística supone una riqueza a conservar y a cultivar.
    La diversidad no es el problema, el problema lo generan quienes utilizan esa diversidad, desde la deslealtad constitucional en Francia, en España y en otros lugares, para minar la cohesión, para minar la fortaleza del Estado.

    Vista usted el santo como guste, señora eurodiputada, el asunto es ese: deslealtad revestida de buenos propositios idiomáticos.
    No cuela, señora, no cuela. Como decimos en mi tierra: «Se’ls hi veu el llautó!!!»

    Salud y saludos.

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