ABERRI EGUNA, EL DÍA DE LA PIEDRA EN EL ZAPATO DE LOS ESTADOS A LA ANTIGUA

 

Hoy es un día grande para quienes sentimos Euskadi como patria, como nación. Y ha sido un día grande, emocionante para mí. Gracias lehendakari, Gracias Iñigo. Gracias presidente, gracias Andoni. Como expresar la emoción de recibir un reconocimiento como el que habéis hecho a cinco años de trabajo del equipo que se afana en Bruselas y Estrasburgo por ser una pieza más del engranaje que funciona para que nuestra nación vasca tenga reconocimiento en Europa. Eskerrik asko, bihotz bihotzetik. Y buen día para estrenar nueva web de EAJ-PNV.

Y hoy es un día grande porque es Aberri Eguna. El día en que es fiesta, fiesta grande para quienes como los que nos encontrábamos en la Plaza Nueva de Bilbao pensamos que  identidad colectiva elegimos ser vascos. Digo elegimos, porque esta es una opción personal. Lamentablemente algunos consideran que pueden obligarte hasta a ser lo que ellos quieren que seas y no lo que tú quieres ser. Y el problema tiene una solución muy simple. Basta con que la identidad nacional se considere un derecho individual, no la llave que da acceso a todos los derechos, que es lo que los que se llaman constitucionalistas consideran que es.

Esto es más claro hoy que hace solo diez años, porque esta nos construyendo una soberanía nueva, la soberanía europea. La suma de todas las identidades naciones y soberanías que  voluntariamente quieren contribuir a generar un espacio y un dimensión capaces de enfrentar los retos globales que tenemos. Y en ese espacio van a sumar las realidades sociopolíticas y económicas de verdad. Lo que hoy ya es identidad en ese marco global.

Por eso esta mañana en el acto del Aberri Eguna en la Plaza Nueva de Bilbao he re cordado que hace treinta años, cuando nos hicimos cargo del país, estábamos entre las regiones europeas con más paro y peores expectativas.  Hoy somos una sociedad madura, con un sistema fiscal propio, solvente, en paz por fin. Con economía real. Sin corrupción. Nuestro progreso interesa en Europa. Gustamos. Quieren trabajar con nosotros. Tenemos marca país, identidad como vascas y vascos. Por eso nos emociona representar a Euskadi. En Bruselas y Estrasburgo. Entre todos estamos resucitando-aberri eguna- la nación vasca en Europa.

La Comisión Europea busca interlocutores como nosotros, de nuestra medida para impulsar la revolución 2020: la Europa que crece aprovechando el conocimiento de las personas, con emprendimientos sostenibles y cohesión social. La Europa que sabe que no hay que competir con china volviendo al empleo sin derechos y al humo tóxico. Eso no os lo van a contar en el telediario. Tampoco preguntarán por nosotros en los sondeos que publican los grandes medios sobre las elecciones europeas. Allí noi aparecemos porque molestamos.

Molestamos porque nuestros resultados y nuestra política para las personas contrastan con los de los gobiernos del pelotazo y el ladrillo. Los que ahora atribuyen a Bruselas la responsabilidad de sus propios errores. Los responsables de que siete de las diez regiones europeas con más paro estén en España. Eso sí que construye fronteras y alimenta a populistas y euroescépticos.

 Molestamos a esos independentistas tan raros que han dedicado treinta años a jalear a los que a tiros y bombazos desgarraban el país. Los del no a todo. Hoy presumen de la marca que hemos construido sin ellos, pese a ellos. Han comprobado que nuestra vía vasca para ser una nación de verdad en una Europa federal funciona. Y eso molesta también a los estados monolito. Los que no asumen que han dejado de ser los únicos actores. Los que defienden monopolios e identidades excluyentes. Los que temen la decisión democrática de la gente.

Molestamos a los profesionales del abuso de poder y la mentira. Porque denunciamos el  coste que tiene en derechos fundamentales, en imagen y en dinero el sistemático empeño de identificarnos a todas y todos los vascos con ETA. Hasta a Juan Mari Atutxa que estuvo el otro día en Bruselas contando lo suyo, lo nuestro, porque aquella agresión al parlamento vasco fue una agresión a toda Euskadi. Allí estuvo preparando otro recurso que sacará otra vez los colores a España en Estrasburgo.

 Molestamos a los grandes, porque estamos cerca de las personas.  A un click, un telefonazo o un encuentro casual en la calle. Así crece el lobby vasco en Europa. Gracias él centenares de ideas y aportaciones de vascas y vascos son normas europeas y el PNV está en el TOP de actividad en el Parlamento Europeo.

Molestamos. Porque hay alternativa, los datos lo demuestran. Pero la alternativa somos nosotras y nosotros, EAJ-PNV. Ya sabéis lo que nos decían: esos aldeanos, que no gobiernan, que están lejos de los problemas de la gente. Preocupados solo por la construcción nacional. Pues sí: eso mismo. Varios comisarios europeos nos han puesto en esta legislatura como  ejemplo de lo que deberían hacer en España para mejorar.

Así construimos hoy nación en Europa Se lo debemos a vascas y vascos. A quienes en Donostia en 1932 celebraron el segundo aberri Eguna bajo el lema «Euskadi-Europa». A todos los que se han dejado la piel desde entonces en repensarnos, en reinventarnos, en seguir siendo, así, vascas y vascos. En su memoria sumamos con más de ochenta diputados en este empeño de seguir adelante. Somos decisivos en las muchas votaciones en las que otros restan. Nos buscan. Unos y otros. Y nos encontrarán siempre. Dispuestos al diálogo. Para construir una Europa más federal y más social desde abajo, desde la gente, desde las naciones de verdad.

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