LO QUE FALTA POR HACER!!!!

Esta semana acaba con la sentencia del tribunal de Luxemburgo sobre las vacaciones fiscales que es todo un símbolo sobre lo que aún nos falta por hacer para evitar que cosas como esta sigan sucediéndonos. Porque lo que es evidente, y basta para constatarlo repasar la múltiple variedad de tipo que tiene entre los 27 el impuesto de sociedades o las medidas extraordinarias que se toman en algunos estados para impulsar determinados sectores económicos para comprobar que, como siempre, pretenden utilizarnos para “dar ejemplo” de lo que debería ser y no es en materia de armonización fiscal en la Unión Europea. Y es que ya se sabe es más fácil y sobre todo posible sacudir a quien no puede defenderse directamente, a quien no puede sentarse en el ECOFIN como miembro de pleno derecho que al que si está allí.

En nuestro caso el episodio es particularmente injusto porque las diputaciones no estaban haciendo sino ejercer sus competencias para, utilizando esquemas al uso en diversos estados de la unión, fomentar la actividad económica en una sociedad afectada por un problema general a todo el continente en aquel tiempo: una crisis cíclica profunda. A ello se sumaba otro particular: el terrible efecto que el terrorismo, la extorsión y las actividades de ETA tenían sobre la captación de inversiones y el emprendimiento. La tan cacareada solidaridad de otros territorios con las vascas y vascos que hemos sido, somos y seguiremos siendo los primeros paganos de los efectos del terrorismo quedaron magistralmente retratadas en los recursos que las comunidades limítrofes interpusieron contra estas medidas. Lo lamentable es que en el fondo de esta controversia parece estar la frustración que sintieron quienes lo habían fiado todo, no a una política industrial activa e inteligente si no a la posibilidad de captar empresas espantadas por la sinrazón de ETA.

Aquellas disposiciones gozaron además de un elevado consenso social y fueron eficaces. Además, al comenzar la controversia judicial comenzaron a recuperarse las ayudas. Que la comisión europea pretende ahora discutir sobre el método o los procedimientos utilizados para devolverlas no va a cambiar el hecho de que se hayan reintegrado. Al esfuerzo de demostrarlo se dedicarán ahora nuestras instituciones.

Una vez más cabe lamentar en este episodio la desaparición de la escena del lehendakari, que debería haber defendido con energía una medida de la que su partido es corresponsable y la lamentable intervención del escudero elegido en este caso, el consejero de Hacienda, para embarrar un poco más la situación. Luego se extrañarán de que hasta el euskobarómetro que elabora su sociólogo de cabecera les ratifique lo que en Euskadi es un clamor: que nadie confía en este gobierno, que ni está ni se le espera.

Este episodio no hace sino estimularme. Esta claro que necesitamos que conozcan mejor nuestras instituciones y nuestro país en Europa, en donde es urgente crear marca propia. Así quizá evitemos cosas como este artículo que publicaba el conservador y francófono Le Soir. Os animo a que veáis