CONSTRUIR PAIS.

Ya estoy de vuelta en Estrasburgo tras otro fin de semana en el que las buenas noticias se llevaron mis buenas intenciones de terminar de contaros el viaje del lehendakari Ibarretxe a Bruselas. No desisto y espero poder hacerlo esta semana. Como lo primero es lo primero, creo que toca, otra vez, ratificar mi reconocimiento y felicitación a todos los que han participado en la negociación del histórico acuerdo que se ha alcanzado para poner fin, de una vez, al culebrón del desarrollo del estatuto. Felicidadas al EBB, con su presidente Iñigo Urkullu a la cabeza y al grupo parlamentario en Madrid. Felicidades al país, que es un poco más país desde este fin de semana.

No voy a reiterar los argumentos que ya expuse en una entrada sobre el acuerdo en torno a las políticas activas de empleo. Pero si creo necesario destacar que, en mi humilde opinión, el acuerdo alcanzado entre el PNV y el gobierno de España en torno al desarrollo definitivo del estatuto es una noticia de alcance histórico por muchas razones. En primer lugar permite a la comunidad autónoma vasca disponer de los instrumentos que hace ya treinta años se acordaron para dar cauce a las legítimas aspiraciones de autogobierno de vascas y vascos.

Espero que las circunstancias en que se ha producido este acuerdo os hagan coincidir conmigo en que el PNV ha demostrado además sentido institucional y generosidad al conseguir desatascar la resistencia de los gobiernos estatales de todos los colores a cumplir el contenido de una ley orgánica. Finalmente está claro que la razón, en este largo periodo de pertinaz sequía estatutaria, estaba de parte del nacionalismo histórico institucional. Finalmente eran efectivamente treinta las materias pendientes, entre ellas la gestión del régimen económico de la seguridad social. Y no se transferían por falta de voluntad para hacerlo.

Espero que este acuerdo aporte mas autogobierno para Euskadi, mas bienestar para su ciudadanía y un poco menos de tupe y mas espíritu critico. El primero lo han lucido los hasta ahora llamados «estatutistas». Las consecuencias de carecer del segundo las padecen ahora predicadores de toda índole, medios, tertulianos y el largo etcétera de quienes dieron por buena la premisa de que PP y PSOE han defendido el estatuto de Gernika con el mismo ahínco que el PNV y aceptaron llamarles así: “estatutistas”. Ahora viven el mismo efecto que quienes tienen la costumbre de escupir al cielo.

El acuerdo en materia de autogobierno no puede ser más importante. Desde mi posición como europarlamentaria saludo con verdadero agrado uno de sus aspectos más importantes la integración, por fin, de una voz vasca en el ECOFIN, el consejo de ministros de hacienda de la unión que tendría dos importantísimas consecuencias. En primer lugar allí estaremos como uno mas para tener información de primera mano del rumbo del mas importante de los asuntos europeos, el qué y el cómo de las sus finanzas públicas. Esa posición es además el mejor blindaje a la mas importante de las especificidades de nuestro autogobierno. Por eso, la noticia me consta que ha sido saludada con alegría en otras regiones europeas como un precedente fundamental para otras expresiones de federalismo fiscal. Navarra, de hecho va a ser la segunda autonomía beneficiada por los contenidos de este acuerdo.

La lista de procesos de transferencias que se abren, así como las inversiones que acompañarían el acuerdo son muy importantes, pero lo es también el sistema que se ha adoptado para garantizar su cumplimiento que confirma que la bilateralidad y lo que supone es el mejor sistema para construir unas relaciones mas razonables entre España y Euskadi.

El PNV ha demostrado además ser responsable, tener sentido institucional y practicar la generosidad política, extremo este que ha brillado lamentablemente por su ausencia en uno de los claros beneficiarios de este esfuerzo que no es otro que el actual Gobierno Vasco. En efecto los negociadores nacionalistas no han dudado en buscar y firmar este acuerdo porque es objetivamente bueno para el País. Así se construye país y eso es hoy, ser nacionalista vasco. Quienes van a ejecutar el acuerdo serán los actuales miembros del gobierno vasco que han sido incapaces de firmar una sola transferencia con el gobierno estatal. Esperemos que tengan más fortuna y acierto que el que según la propia ciudadanía vasca caracteriza hasta ahora el quehacer de este gobierno, según los estudios de opinión de la propia lehendakaritza.

Finalmente lo acontecido merece abrir una serena reflexión sobre los valores que presiden el funcionamiento de algunas organizaciones políticas y el eco que encuentran en determinados medos de comunicación. Es sencillamente sonrojante que han sido los aprietos parlamentarios del gobierno de tuno los que han permitido negociar y desbloquear 25 años de parón en el desarrollo estatutario. A golpe de vértigo parlamentario se ha rectificado el espíritu de la tristemente celebre ley del café para todos, también llamada de armonización del proceso autonómico (LOAPA). Teníamos razón cuando denunciábamos que se incumplía el estatuto. La teníamos también cuando promovimos su reforma para tratar de solucionar este parón. Y no la tenían quienes en aquella coyuntura nos acusaron de abandonar la vía del pacto y se bautizaron pomposamente como «estatutistas». El colmo ha sido comprobar que la puesta en macha de procesos de transferencias perfectamente legales ha levantado ampollas en el terreno de los inventores de esa y otras patrañas como el mal llamado patriotismo constitucional, el disfraz del Canovismo que se ha querido resucitar en los últimos años.

A ver que dicen ahora los «pensadores» de la cosa para descalificar el acuerdo. Espero que anden mas listos que los que se han dedicado a descalificar el acuerdo sobre las políticas activas de empleo diciendo que «puede costar dinero» al Gobierno Vasco. Ojala que así fuese porque como recordaba hoy otro de los grandes protagonistas de este éxito, mi paisano Josu Erkoreka, eso solo es posible en el caso de que el empleo en nuestra comunidad se dispare y los empresarios que contraten hagan uso masivo de las bonificaciones correspondientes, lo cual seria la mejor noticia que podría esperarse en esto tiempos de crisis.

En definitiva: Zorionak de nuevo a todas y todos, porque Euskadi es hoy un poco más que ayer.

Tags: "Estatutistas", acuerdo estatuto, estatuto de gernika, Iñigo Urkullu, LOAPA, pnv

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