PERSONAS O TERRITORIOS?

Hoy he tenido la oportunidad de escuchar un debate sobre la situación de Kosovo dos años después de su independencia. lamentablemente he constatado que España sigue poniendo a los territorios y los antiguos conceptos de soberanía por encima de las personas y lo que sienten, piensan y deciden. La ciudadanía de este nuevo estado decidió tomar este camino. La decisión fue reconocida por la unión europea y 22 de sus estados miembros. No hay nada de malo en un proceso de este tipo. Se basa sencillamente en respetar la voluntad libremente expresada de la gente. Y a eso España le tiene mucho miedo.

Los nacionalistas españoles se han  cansado de decir que quienes no tenemos estado y sufrimos las consecuencias, por ejemplo en términos de reconocimiento en Europa, somos antiguos, insolidarios, y que sostenemos posiciones extrañas. Suelen decir además que el proyecto europeo se basa en estados con una larga trayectoria histórica a sus espaldas. No se acuerdan de que casi la mitad de los estados miembros de la unión han nacido en el siglo pasado. Entre países miembros y estados en lista de espera hay un buen puñado (Lituania, Estonia, Letonia, Eslovenia, Eslovaquia, Croacia o el mismo  Kósovo, que nacieron antes de ayer)

Si estados como España siguen planteándose este nivel de respeto a decisiones democráticas o protagonzando esperpentos como el vivido tras la reciente sentencia del tribunal constitucional contra el estatuto de Cataluña seguirá creciendo el número de independentistas. Ya ocurrió en Euskadi cuando nos impidieron siquiera debatir el proyecto de reforma de estatuto que aprobó por mayoría absoluta el parlamento vasco. Le llamaron «plan Ibarretxe» y dijeron que lo había escrito, dirigido y protagonizado la misma ETA. Luego resultó que muchas de las cosas que allí se planteaban aparecieron en otros proyectos de reforma de estatutos.

Por eso he solicitado esta tarde a España que reconozca la independencia de Kósovo porque así lo ha querido su ciudadanía, así lo ha reconocido Europa. Este reconocimiento ayudará a consolidar las instituciones del nuevo estado, mejorar sus relaciones con Servia y favorecer su futura integración en la UE. La única razón para esta negativa son los propios problemas territoriales que vive España. Su miedo a la libertad de la gente y de los pueblos.

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Comentarios (4)

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  1. manuel dice:

    Si. Tienes razón pero la artilleria mediatica también esta muy preocupada por la situación en Belgica.

    Saludos.

  2. juanan dice:

    Situacion sobre la que, por cierto, a nadie se le ocurre decir que si Flandes accede a la independencia «quedara automaticamente fuera de la UE». Sobre Escocia tampoco repiten mucho esa cantinela. Ahora bien, cuando se trata de Euskadi o Catalunya…

  3. Jabolo dice:

    Que se vaya preparando España, si, que lo de Cataluña es gordo. Encima si se marchan, adios a La Roja, cuya columna vertebral es, en realidad, la de la seleción de Cataluña. Esos van derechos a por su independenia. Y que verguenza el personaje ese que tenéis ahí de lehendakari. No le veo en una manifestación que apoye algo tan simple como «somos una nación» y «nosotros decidimos». Esta muy ocupado en ligar con Basagoiti para evitar que se rompa la trampa que hicieron para asaltar Ajuria Enea. ¡Que fachas, Dios!

  4. Fàtima dice:

    Cuando pensamos como es esto de cambiar el modelo, el sistema, para cambiar al mundo, decimos como dice un amigo mío: si el capitalismo dice frío, el socialismo o como quiera que se llame su contrario dice caliente, si el capitalismo dice oscuridad, el socialismo dice claridad, y así hasta conseguir voltearlo todo al revés, es decir, hacer una revolución.

    Pero ¿cómo lograrlo en la práctica, si los burócratas enquistados en las instituciones, sólo están allí para mantener el viejo Estado, darle continuidad, mejorarlo, correr la arruga del Estado burgués, porque a fin de cuentas, no se le ocurre nada distinto, a lo sumo trata de emular en el discurso las ideas, pero no las lleva a la práctica.

    A mi humilde entender, el primer ejercicio para revolucionar algo, efectivamente como dice mi amigo, es hacer lo contrario, y digo, exactamente lo contrario, porque las medias tintas, nos llevan a las peligrosas negociaciones.

    EL mundo al revés nos obliga a inventar y errar, y corregir y seguir inventando, ustedes requieren con urgencia cambiar ese Estado, o terminará por imponerse de nuevo….vacilar es perderse en el intento.

    Un saludo

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