LEY DE PROTECCION DE LA NATURALEZA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA
Hace algunos años vengo insistiendo en todas mis intervenciones en el Parlamento Europeo relacionadas con el green deal que las que se refieren a sectores productivos solo tendrán éxito si se desarrollan con y no contra los sectores que deben aplicarlas. La realidad es tozuda y cambiarla requiere, además de ciencia y tecnología, la cooperación, el dialogo y el consenso. Cuando se aplica las normas que se producen funcionan mejor.
Lamentablemente el mundo polarizado en el que vivimos oculta demasiadas veces el debate sobre lo fáctico, sobre la realidad, sobre los hechos. Es más fácil explicar cada decisión en términos de enfrentamiento y victoria sobre la posición del otro que centrarse en lo cada decisión aporta al finque se pretende perseguir. Pero solo el papel lo aguanta todo.
Por esa vía hemos llegado, por ejemplo, a las protestas del mundo rural que parecen haber cogido por sorpresa a demasiados. Algo sorprendente porque el malestar que late en un sector que pierde renta cada año es fácil de entender cuando sus profesionales constatan la diferencia entre lo que les pagan por sus productos, lo que suben sus costes, lo que suben los de los demás componentes de la cadena alimentaria y lo que cuestan en el supermercado.
Por esa vía, como explicaba el otro día en el pleno del Parlamento Europeo, hemos llegado hasta aquí. Y por esas razones he votado hoy en contra de la propuesta de la comisión europea sobre el reglamento para la protección de la naturaleza y apoyado así su devolución a la casilla de salida. Me parece un enorme contrasentido aprobarla cuando acabamos de abrir un dialogo estructurado con el sector primario para revisar normas en vigor y programas de la PAC, cuya aplicación ha generado un profundo malestar entre los productores europeos de alimentos. Me preocupa que quiénes viven de, con, y por la naturaleza, quiénes mejor conoce sus límites, quienes van a ser los encargados de aplicar muchas de las medidas que incorpora esta ley, estén radicalmente en contra de sus contenidos. Me preocupa que su renta descienda y que no haya relevo generacional. Me preocupa que se les siga señalando como responsables de problemas que encarecen nuestra cesta de la compra y que tienen su origen lejos del campo y del mar.
Por eso he querido con mi voto intentar que esta nueva ley europea se incorpore al proceso de diálogo que se ha abierto con el sector primario.Todos compartimos los objetivos del nuevo reglamento, pero sin la complicidad y colaboración de agricultores, ganaderos y pescadores, será muy difícil de cumplir. Tenemos que proteger el medio, pero a la vez, garantizar la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental, social y económica de las explotaciones agro ganaderas y la actividad pesquera. Hay que romper estereotipos. En el mundo polarizado en que vivimos, en el que las etiquetas ideológicas sustituyen al debate y la argumentación, corremos el riesgo de abrir una peligrosa sima entre el mundo rural y el urbano. Porque hasta las cuestiones más razonables se politizan. Por eso una vez aprobada esta ley de protección de la naturaleza exigimos que los planes nacionales para aplicarla se construyan desde la escucha, la cooperación y el respeto hacia el sector primario.
Y tenemos que considerar de otra manera a sus profesionales. Los pescadores europeos cargan con el sanbenito de depredar los mares, por mucho que operen bajo los estándares sociales y ambientales más exigentes del mundo. Desde las ciudades se insiste en una imagen de los agricultores y ganaderos completamente ajena a lo que hoy son unos y otros. En el sector primario también ha penetrado la innovación, la tecnología y la digitalización. El sector primario es conservacionista, conoce mucho mejor que nosotros hasta donde llega ya el cambio climático y es el primer interesado en combatirlo. En el campo trabajan técnicos de primer nivel, gente enormemente formada y se utilizan tecnologías y herramientas muy sofisticadas. Es obligatorio, en consecuencia, escuchar con respeto y atención lo que tiene que decir e integrar ese conocimiento en un reglamento como este.
Category: Blog