EL PARLAMENTO EUROPEO DESPIDE CON UN CÁLIDO APLAUSO AL LEHENDAKARI ARDANZA
Esta mañana he vivido en Bruselas uno de los momentos más emocionantes de estas legislaturas. En una semana triste, en la que hemos despedido al Lehendakari Ardanza, he presenciado como el pleno del parlamento europeo despedía con un aplauso cálido y sentido al político de Elorrio. Varios colegas, entre ellos la jefe de la bancada socialista en el parlamento Eurpeo Iratxe Garcíase han acercado a mi escaño para trasladarme sus condolencias. Así, la política europea ha reconocido el papel y trabajo de una persona que fue decisiva en la transformación de nuestro país Euskadi, como en el cuento de “El patito feo” pasó de ser un lugar del que se prefería hablar lo menos posible a una referencia que aparece muchas veces en los informes de la Comisión Europea como ejemplo en aspectos tan dispares como la política industrial, la innovación o la renta de garantía de ingresos.
Viví aquí hasta la tregua de ETA lo que se sentia y pensaba sobre Euskadi. Nos costó mucho por eso conseguir que, en 2010, con el terrorismo todavía actuando nuestro grupo parlamentario se animase a conocernos mejor. Ya entonces comenzaba a hablarse del “milagro vasco” porque nuestros datos económicos llamaban la atención al revelar una evolución y crecimiento que se producían a pesar del empeño destructor de la banda criminal y el entusiasmo con el que algunos apoyaban sus acciones. El tono se describe perfectamente en esta crónica.
El aplauso, el reconocimiento con que hoy el parlamento ha recordado al lehendakari Ardanza tiene mucho que ver con que en Europa se valora mucho esa transformaciòn. Con que nos hemos empeñado en estos quince años en hacerla visible y reconocible aquí patrocinando ideas como el “more basque Way. El cambio en la percepción y la forma de mirarnos que se produjo desde aquella primera visita en 2010 hasta la que repetimos en 2018 también puede apreciarse en esta otra crónica. Hoy innovaciones vascas, ideas y propuestas de nuestra comunidad en los más variados temas nos ayudan en nuestro trabajo en distintos expedientes legislativos y siguen siendo referentes lo que llama especialmente la atención a la vista de nuestra dimensión.
El reconocimiento europeo al lehendakari Ardanza se ha producido esta mañana en el marco de lo que en el argot comunitario se conoce como “minipleno” Son sesiones que se celebran en la sede que tiene el Parlamento Europeo en Bruselas que se dedican a completar órdenes del día que no pueden cerrarse en la sesión ordinaria que celebramos cada mes en Estrasburgo. Esta semana básicamente hemos tenido maratonianas sesiones de voto para aprobar tomar posición sobre temas tan importantes como el pacto migratorio. Igualmente hemos analizado los descargos de más de medio centenar de agencias y otros organismos de la Unión que deben presentar anualmente un balance sobre su actuación.
En ese marco y en una semana tan triste para los vascos en general y los jeltzales en particular, he querido traer al parlamento europeo un reconocimiento al lehendakari Ardanza. Cuando llegué aquí, en 2009, Euskadi vivía bajo la amenaza permanente del terrorismo. Hablar aquí de nuestro pequeño país era sinónimo de hablar de problemas y conflictos. La triste imagen del terrorismo, de la violencia, ocultaba el enorme esfuerzo que venía realizando la sociedad vasca para superar sus dos tragedias. la primera, la más grave y dura esa el tremendo efecto que tenía la actividad de ETA sobre toda la sociedad. La segunda la situación económica en que estaba el país cuando comenzamos a recuperar el autogobierno.
Por eso he subrayado esta mañana ante el pleno del parlamento europeo la dimensión europea de la figura del Lehendakari José Antonio Ardanza. He recordado el papel del político vasco en la transformación que ha permitido a Euskadi pasar de considerarse un problema para Europa a citarse frecuentemente como un modelo de éxito en la Unión superando el terrorismo y protagonizando un profundo proceso de transformación económica y social. Por eso he considerado que desaparece un político de talla europea.
Hace unas décadas el País Vasco sufría la tragedia del terrorismo y una profunda crisis económica. Era un problema en Europa. La evolución del País Vasco desde esa posición de declive industrial y crisis social y política generada por el terrorismo y la violencia política a su actual realidad, elogiada en numerosos informes de la Comisión Europea ha convertido Euskadi en un modelo de éxito que debe mucho a José Antonio Ardanza, forjado en los valores europeos que, enfrentando la presión del terrorismo y la violencia, propició acuerdos entre diferentes, contribuyó al desprestigio del terrorismo y a una profunda transformación económica acompañada de un potente modelo social. Así lo ha reconocido el pleno del parlamento cerrando este breve homenaje con una calurosa ovación.
Es la diferencia que existe entre quienes pueden presentar un balance lleno de realizaciones positivas que benefician a todos, hasta a quienes le despreciaron en vida y durante su mandato y quienes tratan ahora de hacer olvidar que mientras la inmensa mayoría de la sociedad “tirábamos del carro” ellos se dedicaban con enorme intensidad a poner palos en las ruedas del País moderno en el que, a su pesar, nos hemos convertido. Bueno momento para tenerlo en cuenta en esta campaña en la que aquellos saboteadores se afanan hoy en el camuflaje y revisionismo de nuestra historia reciente.
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