EL NUEVO ACUERDO MARCO AVANZADO CON CHILE, UN EJEMPLO A SEGUIR EN LA POLITICA COMERCIAL DE LA UE
El parlamento europeo ha presentado hoy para su ratificación por los miembros de la cámara, el texto de nuevo acuerdo marco avanzado entre la Unión Europea y Chile, que renueva y mejora profundamente las cláusulas del acuerdo de asociación vigente. El texto está sometido a un proceso de doble ratificación pues contiene tanto aspectos políticos que son competencia de los estados miembros como comerciales cuya titularidad es exclusiva de las instituciones comunitarias. Por ello habrá que ratificarlo también en los parlamentos estatales. El Acuerdo adaptará la relación comercial y de inversión entre la Unión y Chile a las normas más avanzadas en ámbitos como la igualdad de género, los derechos laborales, la protección del medio ambiente y los derechos humanos e indígenas. Eliminará la mayoría de los aranceles restantes y creará nuevas oportunidades significativas para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible. Al garantizar la igualdad de trato a los inversores de ambas partes, el acuerdo incentivará a más empresas europeas a invertir en Chile y viceversa, en particular en sectores estratégicos como las energías renovables y las materias primas.
Esta es una buena noticia. El acuerdo marco avanzado que vinculará a la Unión Europea con Chile contiene cláusulas innovadoras en materia de sostenibilidad, derechos sociales y género que lo convierten en “ejemplo a seguir”. El documento avanza en la extensión de los estándares europeos en el mundo y desde la perspectiva política “consolida el papel estratégico de Chile como socio de la Unión Europea en el cono sur de América.Digo que la actualización de este acuerdo es un modelo a seguir en la arquitectura comercial y política de la UE para los próximos años, porque incorpora a sus contenidos la partitura de nuestro green deal, un paso de gigante para avanzar en la extensión de nuestros estándares ambientales en todo el mundo. Subrayo además, en plena expresión del malestar de agricultores y ganaderos por el retroceso de sus rentas que este acuerdo es el camino más seguro, para que sigan abriéndose nuevas oportunidades comerciales para los exportadores agroalimentarios de la UE. Un informe publicado esta misma semana por la Comisión Europea destaca que las ventas en el exterior de este sector con estos acuerdos son entre 3 100 y 4 400 millones superiores a lo que serían sin ellos en vigor.
Entre las virtudes del nuevo acuerdo sus cláuslas ofrecen oportunidades equivalentes a las partes que lo firman, tomando en consideración exigentes estándares sociales y ambientales. Dará acceso a las empresas de la UE a las materias primas necesarias para la transición verde y apoyará a Chile en su proceso de modernización para alcanzar sus propios objetivos en materia de energías renovables, diversificación y producción de valor añadido y alta tecnología. Ofrece garantías sobre acceso al mercado, servicios, contratación pública, inversión, y desarrollo sostenible.
Igualmente contiene avanzados y novedosos apartados como los que se refieren a la sostenibilidad ambiental y social de las producciones primarias pues el acuerdo se refiere expresamente a sistemas alimentarios sostenibles y ofrece protección en el país a 216 indicaciones geográficas europeas. Desde la perspectiva de los derechos sociales y la igualdad también es un acuerdo líder incorporando la orientación de género en este tipo de documentos. Consciente de la historia no olvida contemplar y proteger los derechos de las comunidades indígenas chilenas.
En consecuencia, hago una valoración muy positiva del acuerdo. Si lo analizamos desde la perspectiva del comercio y el desarrollo sostenible es el más ambicioso de los firmados hasta hoy por la UE. Si lo valoramos desde la perspectiva política, este acuerdo de asociación consolida el papel estratégico de Chile como socio de la Unión Europea en el cono sur de América.
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