KATEA EZ DA ETEN. NUEVA SAVIA EN EUROPA PARA LA PRÓXIMA LEGISLATURA
Esta mañana, a punto de comenzar en EAJ-PNV el proceso para designar candidatos para las próximas elecciones europeas, llega el momento de comunicar que, con la presente legislatura, acabará mi etapa en Europa. Antes de comenzar el ciclo electoral que se abrió en mayo con las municipales ya comuniqué tanto al Presidente del EBB como al lehendakari mi intención de terminar mi ciclo en las instituciones europeas. En consecuencia no seré candidata en las próximas elecciones europeas.
Me emociona terminar esta etapa sintiéndome un eslabón más de la cadena con la que el Partido Nacionalista Vasco contribuye desde hace más de cien años a la construcción europea. Desde que participamos en la asamblea de naciones en Lausana en 1917. A través del formidable trabajo que el gobierno vasco en el exilio desarrollo para que viviésemos en primera línea la creación de los nuevos equipos internacionales o pudiésemos participar en el Congreso de La Haya. Nos integramos, desde el principio en los principales movimientos políticos europeos. Y allí jugaron un papel relevante figuras como Landaburu, Agirre o Leizaola. Esa historia y esa tradición la viven hoy nuestras instituciones. Esa historia y esa tradición ha animado a quienes me antecedieron representando esa trayectoria en los escaños del Parlamento europeo, Jon Gangoiti, Josu Jon Imaz y Josu Ortuondo.
Como ha ocurrido durante estos 14 años, será un honor y una satisfacción representar en Bruselas y Estrasburgo hasta el último día de esta legislatura a una sociedad viva y dinámica, que en términos comparativos se sitúa, sin ninguna duda, entre las más avanzadas de Europa en muchos parámetros económicos, sociales y culturales. El último sociómetro vasco certifica esta realidad porque vascas y vascos están satisfechos del país en el que viven y sus servicios públicos, de la marcha de su economía y del comportamiento de sus representantes y gestores públicos. Las “notas” que ponen los vascos a su país están entre las más altas de Europa.
Lamentablemente los problemas que la pandemia y otras circunstancias producen en los servicios públicos de toda Europa han animado a algunas organizaciones de nuestro país a tratar de generar un malestar que empañe lo que yo veo aquí cada día: que en términos comparativos somos de los que mejor hemos afrontado estos desafíos. Cuando uno lee en el sociómetro vasco que el 75% de los vascos considera su situación económica buena o muy buena comprende que solo una estrategia política, completamente ajena a lo sindical, está detrás de la conflictividad que sacude, un día si y otro también, nuestras calles.
La mejor medicina contra estos sembradores de cizaña y discordia es ponerles cada día ante esta realidad. Subrayar que además de que su descripción de la realidad está bastante lejos de la que sienten y viven vascas y vascos, ni tienen un diagnóstico para detectar las causas de los problemas de verdad que tenemos en los servicios que podemos mejorar y mucho menos, recetas para resolverlos. Y recordarles que en tiempos de la “santa alianza” entre Mayor Oreja y Nicolas Redondo se empleó esta misma táctica añadiendo al retrato de lo que somos tales dosis de distorsión que el empeño de cambiar el mapa político acabó en el fiasco que todos recordamos.
Las patéticas alusiones a incrementar el gasto público como si poniendo más dinero sobre la mesa fuesen a aparecer los profesionales sanitarios que no existen y en consecuencia no se pueden contratar son la base de los brindis al sol y vaciedades que oímos cada día. Discursos que contrastan con el prestigio y aprecio que tienen en Europa las instituciones vascas y su trabajo de referencia en muchos campos.
Por eso para mí es un orgullo y un honor representar a una sociedad, unas instituciones, un tejido productivo que está a años luz de estos catastrofistas y vendedores de humo. Somos una sociedad europeísta dispuesta a enseñar y aprender de quienes mejor lo hacen. Somos una sociedad creativa y constante, comprometida con la mejora de la gobernanza de la Unión, y la integración en ella de nuestras instituciones. Una sociedad innovadora y proactiva que plantea y defiende propuestas en áreas clave de las políticas europeas, desde el cambio climático a la digitalización, la industria, el modelo social europeo, la defensa de la diversidad, el sector primario…Mi primera intervención en el pleno del Parlamento Europeo en Julio de 2009 hizo referencia a esa diversidad.
Por eso es un orgullo representar en el Parlamento Europeo la realidad vasca desde la Comunidad Autónoma de Euskadi y la comunidad Foral de Navarra y llevar además a Bruselas y Estrasburgo las voces de Cataluña, Canarias, Baleares, Galicia y Valencia con nuestros socios en la Coalición Por Europa las dos primeras legislaturas y en Coalición por Una Europa Solidaria (CEUS) en esta última.
Un orgullo que garantiza mi compromiso, mi dedicación y mis ganas de seguir aportando hasta mi último día en el Parlamento Europeo para que la ciudadanía siga participando e implicándose en la elaboración de las normas europeas. Mi mayor satisfacción es haber contribuido a trasladar al proceso legislativo europeo miles de ideas, iniciativas, propuestas…que, desde el tejido social, económico, productivo, institucional, han acabado siendo artículos de directivas, reglamentos, o contribuciones en todo tipo de debates, grupos de alto nivel. Estoy contenta también de los centenares de agentes de Euskadi que se han incorporado al registro europeo de transparencia y gracias a eso tienen una relación estructurada y permanente con las instituciones europeas en los temas que les conciernen.
Cumplidos ya catorce años de trabajo en el Parlamento Europeo, y con unos meses aún de intenso trabajo por delante llega la hora de agradecer a mi familia el aguante que ha tenido, especialmente mis padres. Les agradezco el esfuerzo que hicieron para que pudiera estudiar y el empeño que pusieron para que no olvidase nunca quién soy, de dónde vengo y a dónde volveré. Les agradezco su indulgencia con mis ausencias, con mis prisas. Su comprensión y el desvelo con el que siguen la trepidante agenda que tenemos aquí. Del mismo aguante hacen gala cada día mis colaboradores, mi equipo, Itxaso y Jon, sin horas, sin otro calendario que el que hace la necesidad. Hacen posible que lleguemos hasta donde parecía imposible llegar.
Es obligatorio mencionar también a las personas de mi partido que confiaron en mi para realizar este trabajo y a una afiliación que me ha demostrado un cariño constante, entusiasta e impagable. La ciudadanía que me votó y a la que no lo hizo me han ayudado también a mejorar porque siempre he encontrado en ella un apoyo y una ayuda sin los cuales estos años hubiesen sido menos productivos.
Porque han sido muchas las personas, organizaciones, instituciones, empresas…que en estos años nos han contactado y nos han ayudado activamente a preparar propuestas útiles, pragmáticas y originales, que han contribuido a mejorar las normas europeas. Quiero subrayar además que esta interlocución no se ha limitado a las sociedades de los territorios en los que había partidos de nuestra coalición. Reconozco y agradezco el apoyo, cariño, y la calidad de una interlocución con sectores como el transporte, la pesca la agricultura, la industria, el tercer sector, centenares de organizaciones con las que hemos trabajado codo a codo para conseguir cosas que solo nosotros nunca hubiésemos conseguido.
Finalmente agradezco a los medios de comunicación que nos han mantenido al margen del ruido que caracteriza hoy la comunicación política. Y especialmente a las agencias de prensa que se han hecho eco de la inmensa mayoría de las comunicaciones que os he enviado estos años.
Y finalmente quiero pedir disculpas a las muchas personas a las que tuve que dar respuestas esquivas cuando me preguntaban si iba a continuar en el Parlamento Europeo. Disculpas y gratitud por el apoyo que he sentido y la ayuda que he recibido. Ahota toca seguir trabajando con el mismo entusiasmo hasta el último día.
Category: Blog