LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DEBE IMPULSAR QUE SE ESCUCHE Y EMPODERE EN EUROPA A LAS NACIONES SIN ESTADO
Esta mañana he presentado junto con Aitor Esteban la declaración que el Euzkadi Buru Batzar aprobó el pasado lunes y en el que plasma sus aportaciones para la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que comenzó el 1 de julio y se extenderá hasta el 31 de diciembre, con unas Elecciones Generales de por medio. En rueda de prensa ofrecida en Sabin Etxea, hemos resumido las propuestas que plantea el documento en el que se solicitan políticas “valientes, transformadoras y de calado social” para consolidar una Unión más soberana en recursos y en energía y que sitúe a las personas en el centro de su acción La Ejecutiva jeltzale exige a la presidencia española, con independencia del color del partido que la lidere, un compromiso para contribuir a que la Unión empodere, escuche y considere a las naciones sin Estado que, como la vasca, cohabitan en su seno.
El objetivo es que estas comunidades no solo tengan voz, sino que también puedan participar tanto en el diseño del futuro de la UE como en todos aquellos foros en los que se decidan cuestiones determinantes para la vida y el bienestar de las vascas y de los vascos a ambos lados de los Pirineos. EAJ-PNV demanda, en definitiva, que la UE practique “una verdadera gobernanza multinivel en la que realidades como la vasca se sientan partícipes y protagonistas, en línea con la proximidad y transparencia que ha reclamado la ciudadanía en la reciente Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE)”. El primer ejemplo de esta actitud debe ser una gestión más ágil y participada de los fondos europeos.
Este documento se construye en coherencia con nuestra clara vocación europeísta desde la fundación del proyecto europeo y bebe de una trayectoria que muy pocas formaciones pueden exhibir en materia de apoyo a la construcción de la Unión. La hoja de ruta que plantea el EBB está en línea con la Europa más social, solidaria y plural que reivindicamos. Pone además en valor el trabajo conjunto y coordinado que realizamos en Madrid y Bruselas a través de las funciones de impulso y control para demostrar que construir Europa de abajo hacia arriba no solo es posible, sino que es necesario, para que la Unión sea más eficiente, más próxima, más abierta y más democrática, de acuerdo con lo que reclama la ciudadanía.
La contundente respuesta común frente a la COVID y a la invasión de Ucrania ha servido para demostrar la utilidad del proyecto europeo, para que la ciudadanía recobre su fe en la Unión y para señalar a qué nivel y en qué tipo de decisiones la Unión aporta valor, y en qué campos son las instituciones más próximas a la ciudadanía las que suman. Un buen punto de partida para combatir con las mejores herramientas las amenazas que los populismos de distinto signo lanzan contra nuestro proyecto de convivencia, basado en valores, normas y un modelo social que es referencia en el mundo. Por eso nuestra hoja de ruta exige compromiso con esa gobernanza útil y con un proyecto que coloca a las personas y la cohesión social como base para cualquier proyecto viable de convivencia y desarrollo.
Aitor Esteban, por su parte, ha destacado algunos de los contenidos del documento, en el que se incluye un amplio apartado dedicado a la participación de las naciones sin Estado en el proyecto europeo. Así, y en línea con las reivindicaciones y propuestas trasladadas por EAJ-PNV a la Conferencia Sobre el Futuro de Europa (CoFoE), Esteban ha asegurado que la presidencia española es “una gran oportunidad” para garantizar la presencia de Euskadi en las distintas instituciones y foros europeos. Del mismo modo, y tal y como hiciera la pasada semana en la Cumbre de líderes de Renew Europe, el candidato jeltzale ha reclamado al próximo presidente español la conformación de la Macrorregión Atlántica y ha exigido también “demostrar con hechos el lema de la UE (Unida en la diversidad) e impulsar la presencia y utilización del euskera, junto al catalán y el gallego, durante la presidencia e iniciar su oficialización”. Un ejemplo concreto e inmediato de esta actitud debe ser “una gestión más ágil y participada de los fondos europeos”
En el largo plazo, las y los burukides proponen más coherencia entre la arquitectura territorial del Estado y la participación local y regional en la Unión, integrando a la CAV y a Navarra en las formaciones del Consejo en que se debata sobre sus competencias, y particularmente en el ECOFIN, dada la peculiaridad del Concierto Vasco y el Convenio Navarro. Además, mantienen su apuesta por un arbitraje europeo para dirimir conflictos territoriales, promoviendo una Directiva de Claridad. Se demandan además circunscripciones electorales para las Elecciones Europeas coherentes con el reconocimiento de las nacionalidades en la Constitución estatal. Finalmente, EAJ-PNV exige también medidas para superar los problemas de movilidad transfronteriza de los estudiantes entre el País Vasco peninsular y el continental.
La Ejecutiva jeltzale considera imprescindible consolidar una Unión menos dependiente de terceros en los ámbitos de la energía, la producción de alimentos o las materias primas, y apuesta por “las personas y la resiliencia social”. Fortalecer una Europa sobre estas bases requiere profundizar en los mecanismos para velar por la calidad del Estado de Derecho hasta consolidar la Europa Social. Igualmente, el documento del EBB incide en el apoyo a la economía social y a otras formas de emprendimiento transformador que promuevan un empleo de calidad y “unas relaciones laborales basadas en el respeto, el reconocimiento y la participación”. El EBB subraya también el papel de la igualdad entre mujeres y hombres, “no solo como expresión de justicia sino como factor de competitividad” al hacer desaparecer fenómenos como los “techos de cristal” que penalizan el acceso del talento al sistema productivo.
El EBB dedica asimismo un amplio capítulo a la evolución hacia la economía circular, haciendo especial incidencia en el avance de las energías renovables. La Ejecutiva jeltzale recuerda la necesidad de “integrar en el proceso a los agentes concernidos y legislar desde la ciencia y la tecnología”, apuntando medidas para impulsar la transformación digital y para progresar hacia un sistema inteligente e integrado de movilidad. Regiones y ciudades deben jugar un papel decisivo para construirlo, participando tanto en la fase ascendente de los procesos de decisión como en la de ejecución de las políticas. El mismo esquema aplica el EBB a las políticas de migración, ya que “regiones y ciudades son las que gestionan los servicios y mejor conocen la realidad local en el que se produce la integración”.
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