BRUSELAS SEÑALA EUSKADI COMO EJEMPLO DEL PODER TRANSFORMADOR DE LA ECONOMIA SOCIAL
El Parlamento Europeo ha debatido este mediodía un informe del eurodiputado de Renew Europe Jordi Cañas que fija la posición de esta institución en torno al plan que presentó en diciembre de 2021 la Comisión Europea para impulsar la economía social bajo el título “construir una economía que funcione para las personas: Un plan de acción para la economía social”. Con un nivel de implantación muy distinto en la Unión, con una enorme diversidad de fórmulas para aplicarla y aún con una definición compartida pendiente, las instituciones comunitarias tratan de extender este modelo de emprendimiento en toda la Unión. La promoción de una etiqueta que distinga en el mercado producciones de la economía social, mejorar su participación en los programas europeos y utilizar la contratación pública para estimularla son algunas de las medidas que se plantean.
Nosotros, con la desventaja de no estar integrados en la comisión que se ocupa de este asunto en el Parlamento, la de empleo y asuntos sociales, hemos trabajado para conseguir que estos objetivos se hagan realidad en una Unión en la que efectivamente hay un nivel de penetración, una actitud y una imagen muy distinta sobre este fenómeno. Por eso hemos participado tanto en iniciativas relacionadas específicamente con las cooperativas, el primer modelo de emprendimiento en el que se piensa cuando se habla de economía social, como en la difusión de otras formas de economía social como las sociedades anónimas laborales. Incluso colaboramos en traer aquí los principios que contiene la declaración pro empresas inclusivas que aprobaron por unanimidad los parlamentos de Euskadi y Navarra, con un resultado muy gratificante, por cierto. Como gratificante y mítica resulto para mi esta respuesta del comisario Lazslo Andor cuando algunos diputados le preguntaban por la ya periclitada reforma laboral de Rajoy.
Por eso mi empeño ha sido reivindicar hoy la economía social y sus valores como un factor clave para el éxito del plan europeo de recuperación y resiliencia. Para ello he subrayado la capacidad de la misma para colocar a las personas en el centro del emprendimiento y he señalado los valores de la economía social muy presentes en el tejido productivo vasco como una de las razones del modelo de éxito que aúna en Euskadi desarrollo económico con desarrollo social. El comisario Nicolas Schmitz, uno de los grandes impulsores del plan europeo ha coincidido con esta visión y ha reconocido que Euskadi ostenta sin duda un claro liderazgo en el papel que tiene la economía social para mejorar la calidad y humanidad del sistema económico-productivo. » Hay regiones en Europa, ha dicho, que están más avanzadas en imñpulsar la economía social, que demuestran como puede funcionar en interés de la prosperidad, de la calidad de los puestos de trabajo y del mantenimiento de servicios sociales sólidos. Si me pregunta cual, el País Vasco es, sin duda una de estas regiones».
En mi intervención he señalado que impulsar la economía social es impulsar la resiliencia y transformación de la Unión. Transformación, ambiental y digital, pero centrada en las personas. He mencionado cinco factores para explicar esta afirmación. La economía social cuida las condiciones de trabajo de las personas, impulsa la responsabilidad, fija el desarrollo al territorio y convierte así en una consecuencia natural de la actividad la responsabilidad social corporativa. Devuelve además al sistema financiero al papel de instrumento al servicio de la economía productiva que nunca debió abandonar.
Para contrastar sus afirmaciones con la realidad Izaskun he enfatizado que esta descripción no es un cuento de hadas. Muchos estudios confirman esta realidad, muy presente en el País Vasco. Es una de las razones que explica nuestro modelo de éxito con desarrollo económico y desarrollo social. Así, he hecho mención a una encuesta promovida el año pasado por la Federación de Cooperativas de Euskadi que destacaba que en el País Vasco los jóvenes prefieren trabajar en una cooperativa. 9 de cada 10 personas conoce alguna sociedad cooperativa y 2 de cada 3 cuenta con un familiar o persona conocida trabajando en una, nada raro si recordamos que la mayor corporación cooperativa industrial, con más de 80.000 empleados y ventas en 150 países está en el País Vasco. Además, ha completado este panorama recordando que compañías vascas, líderes mundiales en su sector, están fuertemente participadas por sus trabajadores. Por eso este plan europeo es una potente herramienta para que nuestra resiliencia tenga su base en las personas.
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