AVANZANDO HACIA UNA AVIACIÓN MAS SOSTENIBLE.
El Parlamento Europeo ha debatido esta mañana un informe legislativo que bajo la denominación de“refuel aviation” forma parte del paquete de normas que vienen promoviendo las instituciones europeas para conseguir reducir las emisiones en un 55% antes de 2030, lo que en el argot comunitario se conoce como“FIT 55”. La norma que se debatía ayer se aplicará a todas las compañías aéreas que operen más de 500 vuelos al año. De la misma estarán excluidos los vuelos relacionados con operaciones de asistencia sanitaria o humanitaria y las misiones militares.
Yo he intervenido para apoyar el trabajo realizado por mi colega Soren Gade, el ponente del informe porque ha conseguido un acuerdo equilibrado y realista. El sector aeronáutico por razones tecnológicas y de seguridad es el más difícil de descarbonizar por lo que el nuevo reglamento es en sí mismo una apuesta por la innovación y la transformación tecnológica. La norma, que aún debe pasar por la mesa del consejo, obligará a las compañías aéreas utilizar progresivamente combustibles alternativos para des carbonizar el transporte aéreo que es responsable actualmente de cerca del 4% del total de emisiones de gases efecto invernadero. El texto legislativo establece además mecanismo de control y sanciones que incluye la novedad de dedicar el dinero que se recaude por esta vía a financiar investigaciones en este tipo de combustibles.
Legislar en este tipo de temas de manera equilibrada y realista es lo mejor que puede decirse de una norma que incide de lleno en las medidas que estamos adoptando contra el cambio climático. Por eso creo que esta nueva normativa será capaz de convertir las buenas intenciones en hechos concretos. Y ese es el mejor elogio que se puede hacer de un texto legal. Entre las principales virtudes de la propuesta tengo que mencionar que eleva la exigencia con los porcentajes de utilización progresiva de combustibles sostenibles en aviación y que incrementa el número de compañías que deberán aplicar este nuevo reglamento. Todas las compañías que operen más de 500 vuelos anuales estarán obligadas a cumplirlo. Además, responsabiliza a los gestores de los aeropuertos de dotarlos de las infraestructuras necesarias para suministrar este tipo de combustibles y contempla la problemática de las regiones ultra periféricas, que como en otros asuntos, deben afrontar desventajas muy importantes por su lejanía y por su caracter muchas veces insular.
La norma debatida esta mañana introduce varias medidas para garantizar que los combustibles alternativos sean preferentemente sintéticos y contribuyan efectivamente a la des carbonización tanto por su naturaleza como por el modo en que se producen. Pero además introduce medidas para irse adaptando a los tiempos. Así, habrá que actualizar la lista de combustibles sostenibles, exceptuando siempre los que proceden de materias primas cuya producción puede competir con la alimentaria. Cada tres años se incorporarán a esta relación las novedades que produzca la innovación. De hecho, durante estas negociaciones, se han introducido ya fuentes como la electricidad o los combustibles sintéticos producidos a partir de hidrógeno verde que son un ejemplo de ese avance tecnológico y la velocidad a la que se produce.
Finalmente, he alabado el sistema de control que incorpora la norma para garantizar el cumplimiento de la misma. Es un sistema de seguimiento y sancionador que permite prevenir fraudes, castigarlos cuando se produzcan y destinar el dinero recaudado por las sanciones a la innovación en este campo. Un ejemplo de cómo convertir una multa en un ejercicio de economía circular.
Poor cierto que Petronor ha sido ya pionero en este campo al fabricar a base de residuos un biocokbustible que ya está siendo utilizado en vuelos comerciales de la compañía Iberia. Aquí tenéis la noticia del primero de ellos.
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