GUATEMALA: LA JUSTICIA SOCIAL ES LA CLAVE PARA DAR UNA OPORTUNIDAD A LA DEMOCRACIA.
El pleno del Parlamento Europeo ha debatido esta semana la preocupante situación que se vive en Guatemala. la pandemia, los huracanes no han ayudado precisamente a mejorar la estructura social y económica del país en el que los índices de pobreza son probablemente el origen de todos los problemas. Un interesantísimo informe del banco mundial confirma que la guatemalteca es la principal economía de centro américa y que mantiene unos niveles de deuda bajos y estables. Sin embargo, estas en principio buenas perspectivas no han redundado en una reducción de los índices de pobreza La desigualdad es el principal problema del país.
Estudiando las cifras los especialistas achacan al predominio de la economía informal, a la bajísima imposición que disfrutan las clases más acomodadas y a la corrupción el bajo nivel de ingresos de que dispone el gobierno para atender los servicios públicos, apenas un 10% del PIB del país. Con esos medios servicios públicos básicos como la educación o la sanidad se prestan de manera deficiente.
La turbulenta historia del país es otra de las semillas de la actual situación. Todas las organizaciones independientes y las instituciones estatales que lograron en el último decenio avanzar en el esclarecimiento de los terribles delitos que se cometieron durante los años de guerra civil han sido progresivamente descabezadas. El palmarés del presidente electo no es precisamente ejemplar. Y los casos de corrupción siguen menudeando en un país cuya cúpula política y militar tienen une relación más que problemática con la diversidad que aportan los pueblos indígenas y los procesos de explotación de recursos naturales que se encuentran en las tierras que siempre ocuparon.
Por eso en mi intervención en este debate, que acabó aprobando una resolución que pretende marcar un sendero para avanzar hacia la paz y la democracia, recordé que el camino hacia la dictadura siempre arranca en el mismo sitio. Se destruye la independencia del poder judicial, se amenaza la libertad de prensa y expresión, se persigue a los disidentes y las organizaciones que los agrupan y se laminan todos los mecanismos de control.
Desgraciadamente la Guatemala de Alejandro Giammattei baja ya por esa cuesta a lomos de la corrupción y la impunidad, pero este deterioro lo cataliza, además, la desesperación. Cerca de la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Las tormentas ETA e IOTA y la pandemia no han hecho sino agravar la situación. Demasiada gente en Guatemala, debido a estos factores ya tiene muy poco que perder. Por eso los esfuerzos deben centrarse en restaurar la democracia, pero además en acabar con la injusticia y la miseria.
Ojalá los comités presidenciales contra la corrupción y por la paz y la democracia tengan éxito. Pero con la misma urgencia hay que impulsar medidas contra la pobreza, en favor del crecimiento inclusivo y la igualdad. La UE debe utilizar las cláusulas del acuerdo de asociación, dialogo político y cooperación para estimular esos decisivos cambios. Quiero agradecer desde aquí, profundamente, el eco que han tenido mis palabras en el país. Y lamentar los pocos, pero muy activos y agresivos actores que consideran que poner el dedo en la llaga de la pobreza y la desigualdad, el verdadero origen de esta situación es ofensivo.
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