HAY QUE INCLUIR EL PESCADO EN LA CARTA DE LA ESTRATEGIA ALIMENTARIA DE LA UE
Esta tarde hemos debatido en el Parlamento el informe con el que la cámara se posiciona ante la comunicación de la Comisión Europea sobre una estrategia para hacer más sostenible y resiliente la cadena de producción y comercialización de alimentos en la Unión. Sorpresivamente el informe original se bautizó en inglés “From farm to fork” (De la granja a la mesa) y apenas contiene referencias al mercado de los productos de la acuicultura y la pesca. Nos está costando hacer entender a los “terricolas” esta posición.
Afortunadamente la Comisión de Pesca ha lanzado un clarísimo mensaje al respecto. He sido ponente de la opinión que este órgano parlamentario ha aprobado, por amplísima mayoría, para corregir esta omisión. Los diputados que trabajan en la Comisión de pesca consideramos incomprensible esta laguna, habida cuenta de la aportación que el sector acuícola y pesquero realizan a la producción y comercialización de alimentos en la Unión. La llamativa omisión que esta estrategia hace del sector acuícola y pesquero es una bofetada en la Política Pesquera Común y una ofensa para quienes, cada día, trabajan en el mar.
En pocas palabras es ofensivo para el sector pesquero y de la acuicultura el trato que reciben los productos del mar y quienes los producen en este documento. La alta calidad, sostenibilidad y baja huella de carbono con que los productores europeos colocan en el mercado sus producciones merece un giro de 180º que debe empezar por el nombre: “Del mar y la granja a la mesa”.
La verdad es que la omisión me hizo reflexionar desde el principio. Aquí se respira un ambiente anti pescadores tremendo. Gente que solo ha visto el mar en fotografía o que tiene una información muy mejorable sobre lo que es y cómo pesca la flora europea, dedica ingentes cantidades de dinero, tiempo y medios a denigrar a gente que ha hecho un enorme esfuerzo para convertir la flora europea en abanderada mundial de la sostenibilidad. Esos prejuicios se perciben aquí cada día. Y una, criada a la orilla del mar, miembro de una familia de pescadores recuerda lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser y sabe perfectamente quienes han hecho y pagado el esfuerzo por ganar esa posición de liderazgo mundial en sostenibilidad social y ambiental. Por eso llevamos tiempo reivindicando un apoyo europeo a la imagen inmerecida que tiene el sector.
Por eso, como ponente de la aportación de la comisión de pesca a este informe, he reivindicado que una estrategia que pretenda hacer más sostenible y resiliente la producción alimentaria en la Unión debe incluir la pesca y los productos de la acuicultura. Si los agricultores son “guardianes de la tierra” en esta estrategia, los pescadores de la Unión, la gente del mar, son los “guardianes del mar”.
Sobre la base del informe aprobado por la comisión de pesca, he recordado que los productores de alimentos marinos aportan proteínas que se pescan o cultivan en condiciones ambiental y socialmente sostenibles y con una huella de carbono menor que las que se producen en tierra. Se producen bajo el marco normativo más exigente del mundo. Por eso merecen que las proteínas de alta calidad que aportan a la dieta comunitaria se integren de lleno en esta estrategia que, por eso, debería llamarse” del mar y la granja, a la mesa”.
Esta forma de pensar nos obliga a distinguir ese valor y protegerlo en los mercados frente a productores con otras formas de hacer. Ello requiere etiquetados, trazabilidad, control, herramientas que además de garantizar transparencia e información a los consumidores son claves para luchar contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada en todo el mundo. Ello requiere reconocer y tratar a las organizaciones de productores de las flotas artesanales y a pequeña escala, como las cofradías de pescadores, como a las agrupaciones de productores de la agricultura y ganadería y permitirles acceder a las ayudas comunitarias.
Category: Blog
Comentarios (2)
Trackback URL | Comentarios Feed RSS
Sitios que enlazan a este Post