EL DIALOGO CON AGRICULTORES Y PESCADORES FORTALECE LAS INICIATIVAS PARA PROTEGER LA BIODIVERSIDAD
Hoy hemos votado en el parlamento europeo un informe que anticipa cual será la posición del Parlamento europeo sobre las futuras leyes europeas que aprobemos para proteger la biodiversidad. En consecuencia, no estamos aun legislando. Yo lo tengo claro. Hay que legislar para proteger más y mejor la biodiversidad, pero no cabe duda tampoco de que hay que hacerlo contando con las personas que trabajan en, con, sobre y para la tierra y el mar. Las comunidades que viven hoy en el medio rural, las comunidades costeras, forman parte del medio, son protagonistas en su conservación y clave para nuestra seguridad alimentaria. En consecuencia, merecen ser protegidas. Por eso la verdadera sostenibilidad, la protección de la biodiversidad, debe incorporar por supuesto la orientación ambiental, pero también la productiva, la social y la cultural. Y eso se consigue con más dialogo con los que más saben de vida natural. En eso vamos a centrar nuestros esfuerzos cuando haya que convertir en leyes estas ideas.
El Parlamento Europeo debatió ayer y votará hoy un informe sobre la estrategia europea para proteger la biodiversidad que bajo el título “Reintegrar la naturaleza en nuestras vidas” plantea acciones para coordinar mejor la normativa y actuaciones públicas para ordenar los usos del suelo y el mar, la explotación directa de los organismos, reaccionar ante el cambio climático, la contaminación y los efectos de las especies invasoras. Estos son los cinco factores que el informe identifica como las causas principales de pérdida de biodiversidad. La propuesta inicial de la comisión de medio ambiente ha sido matizada por las aportaciones en forma de enmiendas aportadas especialmente por las comisiones de agricultura y pesca.
En ese contexto yo he reafirmado hoy el compromiso de EAJ-PNV con la sostenibilidad medioambiental. Nuestra comunidad ha sido pionera en muchas medidas en esta dirección y tuvo, sin ir más lejos, un papel clave en la cumbre de París. Pero, precisamente porque desde ese nivel local y regional somos fundamentales para conectar lo global con lo local he insistido que cualquier estrategia realista para proteger la biodiversidad debe partir de un nivel de diálogo mucho mayor con el sector primario, agricultores y pescadores. Los objetivos vinculantes para redoblar esfuerzos frente al cambio climático y para proteger la biodiversidad son imprescindibles, pero del mismo modo que se consulta con la industria automovilística para establecer la hoja de ruta para reducir las emisiones, debe hacerse lo mismo con las comunidades humanas que están mucho más cerca de la naturaleza y la biodiversidad que los muchos grupos de presión que estigmatizan una actividad fundamental para nuestra seguridad alimentaria. La sostenibilidad solo puede fortalecerse si se trabaja dialogando con los que más saben de vida natural.
Compartiendo las tesis de fondo de este informe no legislativo, que anticipa las posiciones del Parlamento frente a las propuestas legislativas que convertirán en leyes europeas estas ideas, yo pido diálogo. Los sectores de la agricultura, la ganadería y la pesca llevan décadas haciendo enormes esfuerzos para que sus prácticas productivas sean sostenibles. Es indudable que los avances en la materia han sido espectaculares. En pesca la flota de la Unión es referente mundial en sostenibilidad y abandera la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
Por estas no me cabe duda de que hay que seguir avanzando en esa línea. Pero no cabe duda tampoco, de que hay que hacerlo contando con las personas que trabajan en, con, sobre y para la tierra y el mar. Las comunidades que viven hoy en el medio rural, las comunidades costeras, forman parte del medio, son protagonistas en su conservación y clave para nuestra seguridad alimentaria. En consecuencia, merecen ser protegidas. Por eso la verdadera sostenibilidad, la protección de la biodiversidad, debe incorporar por supuesto la orientación ambiental, pero también la productiva, la social y la cultural. Y eso se consigue con más dialogo con los que más saben de vida natural.
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