LUCHAR CONTRA LA POBREZA ES IMPRESCINDIBLE PARA SOLVENTAR LA CRISIS POLÍTICA DE HAITI
Esta mañana hemos celebrado un debate sobre la situación de Haiti. Se han retrasado las elecciones presidenciales, se ha activado una consulta para cambiar la constitución que a su vez, incumple la carta magna del país y esta inestabilidad se proyecta sobre una sociedad empobrecida y violenta. Podemos hablar de política, de instituciones, pero lo cierto es que la pobreza en que vive la mayor parte de la población de Haití es la primera causa de la inestabilidad del país y el caldo de cultivo ideal para que la cultura de la violencia persista en un estado en el que la falta radical de expectativas y futuro es una cuestión pre política. La primera condición para que la democracia y los valores de paz y convivencia se abran paso en el país es propiciar una profunda transformación económica y social que requiere apoyo exterior. Los errores que cometan los gobernantes no pueden condicionar una ayuda que solo será útil si se centra en ofrecer medios de vida y expectativas a una sociedad que necesita dejar de sufrir”.
He podido palpar sobre el terreno la situación de este estado, uno de los más pobres del mundo. Quizá recordéis que participé en la última misión de observación electoral que envió la UE al país como responsable de la delegación del Parlamento Europeo. También viaje allí para completar este trabajo escrutando la segunda vuelta que no llegó a celebrarse. Por eso me ha parecido obligatorio intervenir en el debate que la euro cámara ha dedicado a analizar la situación de un país que figura entre los más pobres del mundo y que ha sido golpeado por algunas catástrofes naturales como el terremoto que asoló la isla en 2010 y varios huracanes. El parlamento europeo aprobará una resolución que se centra en pedir que se celebren unas elecciones libres y transparentes en el presente año y se cierre la crisis constitucional abierta por el actual presidente al promover un referéndum para cambiar la carta magna haitiana.
Yo me voy a abstener porque no me gusta el párrafo 15 en el que se hacen una serie de consideraciones sobre las personas que huyen de allí que me parece que no se compadecen con las obligaciones que marcan las leyes internacionales de asilo. Estoy de acuerdo con los llamamientos para que se celebren unas elecciones libres, transparentes y sin interferencias. Eso es importante, pero unas elecciones por si solas no van a curar la herida por la que se desangra el país, una herida que lleva abierta demasiado tiempo.
Las condiciones de vida de la isla propician que la inmensa mayoría de las personas tengan poco o nada que perder y en esas condiciones hablar de convivencia en los términos y con los criterios y conceptos que nosotros manejamos es, simplemente una quimera.
Por eso me parece bien el llamamiento a las autoridades del País para que restauren el calendario legislativo y político, se atengan a las normas constitucionales y cesen la represión y la violencia desatada por bandas violentas que en demasiadas ocasiones cometen todo tipo de delitos, desde asesinatos a violaciones y secuestros al servicio de quienes prefieren que las cosas sigan como están.
Pero además he insistido en que la palanca que realmente puede transformar la situación se llama ayuda al desarrollo, se llama economía social, se llama reparto de la riqueza y nos obliga a asegurarnos de que todas las empresas europeas que operan en aquel país aplican en sus actividades los valores de la Unión.
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