EL CHA-CHA-CHA DEL TREN SUENA CADA VEZ MEJOR.
El Parlamento europeo ha debatido esta noche el acuerdo interinstitucional alcanzado para modificar el reglamento que regulaba los derechos de los viajeros en ferrocarril. Este año la Unión europea celebra el año internacional del ferrocarril. El objetivo es potenciar el uso de este modo de transporte, eficaz ambiental y energéticamente y capaz de competir con otros medios con ventaja si tomamos algunas medidas elementales. La primera es esta que hemos adoptado hoy.
El objetivo de este nuevo reglamento, que deberá estar implementado en dos años, es equiparar las compensaciones que debe recibir el viajero de un tren en casos de retraso a los que ya tienen los pasajeros de las líneas aéreas cuando sufren un retraso o una anulación. por eso hemos celebrado la decisión europea de equiparar en un nuevo reglamento los derechos de los viajeros que se desplazan en tren. Aprobar esta norma es la mejor manera de celebrar el año europeo del ferrocarril. Pero este es un paso que debe continuar. Nosotros llevamos años reclamando que los estados, simplemente cumplan sus compromisos y concluyan las redes trans europeas del transporte y traspongan y apliquen los reglamentos y directivas incluidas en el cuarto paquete ferroviario para que el tren ocupe el lugar que merece en la movilidad europea.
Hemos hablado mucho sobre este asunto en este blog. Las instituciones europeas llevamos desde el último tercio del siglo pasado tratando de cambiar esta situación. En primer lugar, hemos intentado desmontar la red de normas de todo rango que convierten en una auténtica hazaña operar como promotor privado en el mercado ferroviario o exportar material dentro de la propia Unión. Euskadi, potencia industrial en el sector puede dar fe de lo que falta por andar en este terreno. Para ello llevamos consumidos cuatro paquetes legislativos europeos, que los Estados miembros se resisten a transponer o a ejecutar pese a que sus contenidos son fruto de unan negociación con ellos.
Los Estados miembros tienen que cumplimentar además las redes trans europeas de transportes (RTE t o TEN-t en inglés) igualmente acordados que incluyen los corredores prioritarios ya definidos para los grandes movimientos de mercancías y los nodos para conectar entre si los diferentes medios de transporte. Esta conexión es clave para el desarrollo del ferrocarril y para evolucionar hacia un sistema integrado e inteligente de movilidad. Ahora el green deal plantea una profunda transformación del transporte en Europa y una de las bases de la misma es el apoyo al tren. Si en estos años nos ha parecido urgente simplemente cumplir lo acordado, ahora es inaplazable.
El reglamento que hemos debatido esta noche es un buen comienzo del año del ferrocarril. La nueva normativa europea haya dado pasos muy significativos en esa dirección. A partir de cien minutos de retraso las compañías deberán ofrecer alternativas y atender la manutención y hasta el alojamiento de los afectados si las circunstancias lo exigen. Solo una catástrofe natural, una alarma sanitaria o unas condiciones meteorológicas extremas pueden eximir a las compañías de estas indemnizaciones, pero no de los reembolsos de billetes.
El reglamento mejora igualmente la accesibilidad de personas discapacitadas al ferrocarril, recortando a la mitad los plazos para solicitar asistencia para el viaje y habilitando plazas gratuitas para acompañantes de pasajeros con movilidad reducida. Además, las compañías deberán ofrecer billetes únicos para los viajes compuestos sucesivos. El reglamento fomenta también la movilidad sostenible obligando a que en cada convoy haya al menos cuatro plazas para el transporte gratuito de bicicletas de usuarios.
Mejorar así las garantías y derechos de los usuarios del tren es la mejor manera de celebrar el vigente año europeo del ferrocarril. Los hechos y los estudios de mercado acreditan que esta es la vía, nunca mejor dicho, para fomentar el uso del medio de transporte más eficiente desde las perspectivas energética y climática. Cumplir de una vez las previsiones de inversión en infraestructuras, acabar en plazo los corredores prioritarios y aplicar el cuarto paquete ferroviario de una vez es sin duda la otra clave para que el tren pueda aportar todas sus virtudes a la movilidad de la Unión.
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