RAZONES PARA PROCLAMAR: «VIVA EUROPA»
Hoy hemos escuchado una intervención que considero histórica para el presente y el futuro de la Unión. La presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen ha estado brillante durante el debate del estado de la Unión (SOTEU) celebrado en el Parlamento Europeo. Ha Se ha presentado ante la ciudadanía europea con una combinación valiente, coherente y sólida entre acciones ya puestas en marcha, valores y medidas concretas para afrontar problemas sanitarios, económicos, sociales, ambientales y multilaterales. Y viene avalada por los hechos. En estos meses se han tomado más decisiones para proteger a las personas de la incertidumbre y se han articulado medidas más potentes para hacerlo que las que se tomaron en cuatro años durante la crisis anterior. Si avanzamos en esta dirección estaremos dando razones y hechos para que la inmensa mayoría de los europeos se sumen al ‘Viva Europa’ con el que ha acabado su discurso la presidenta Von der Leyen
El enfoque de aprovechar esta situación no solo para responder a la coyuntura sino para resolver para siempre problemas estructurales que lastran el funcionamiento de la Unión es clave. Y el llamamiento a los estados para que dejen de mirar de mirar hacia Europa para evadir responsabilidades y se alíen para sumar y comprometerse con las soluciones es imprescindible. Hay que aprovechar esta ola de cambio en la próxima Conferencia Sobre el Futuro de Europa
Por eso he celebrado hoy que los programas y decisiones puestos en marcha en estos meses por la Unión Europea para superar la pandemia sean mucho más que palabras. Suponen un auténtico relanzamiento de la Unión. La pandemia nos ha mostrado los beneficios de la Unión y los costes de la no Europa. Ahora hace falta que los estados estén a la altura del reto que tenemos delante. Tenemos que aprovechar este reto para hacer una Unión profundamente democrática, potente en lo social y líder en un desarrollo sostenible, circular y digital.
Me ha gustado Von der Leyen porque a corto plazo ha detallado medidas concretas para acabar con la descoordinación en las medidas adoptadas estado a estado frente a la pandemia, reforzando el poder de la agencia europea de control de las enfermedades y las que mitigan el impacto económico de la pandemia y preparan la recuperación. Es muy destacanle el acento social de todo el programa expuesto, las medidas anunciadas para proteger a los desempleados, impulsar el empleo, dignificar las condiciones de trabajo y los salarios, la asunción de nuevos y más ambiciosos objetivos para reducir las emisiones y el plan de acción para que Europa recupere su soberanía en el ámbito de la economía digital.
Además, esta batería de medidas inéditas en la historia de la Unión se ha combinado con las actuaciones más potentes adoptadas desde la Comisión en su historia para velar en Europa por la calidad del estado de derecho. Sin valores no se pueden ni impulsar ni sostener estos proyectos ni lo que significan: mantener el estilo de vida europeo y su modelo social. Van der Leyen va a ser la primera presidenta de la Comisión que va a presentar un informe sobre la calidad del estado de derecho y que se compromete a condicionar las ayudas europeas a la calidad de la democracia en cada estado miembro. Ese va a ser un impulso decisivo, que hemos reclamado muchas veces, para mejorar la vida de las personas porque es el complemento imprescindible para que la Europa Social se consolide.
En toda la intervención ha estado presente el llamamiento a los estados para decidir. Un ejemplo: la inmigración. Ha habido un claro llamamiento a los estados miembros para implementar las medidas comunes que se necesitan para dar una respuesta humana, sostenible y eficaz a los movimientos migratorios porque son los estados los que paralizan las propuestas europeas y los que impulsan, con toda desvergüenza el discurso de que es Europa la que no ofrece respuestas. Euskadi, en este terreno predica con el ejemplo “ofreciéndose a asumir su parte de responsabilidad en la acogida de inmigrantes. Igualmente me ha parecido enomiable su firmeza frente al desafío lanzado por Boris Johnson para forzar que el Brexit se consume sin acuerdo y las medidas que se lanzarán para revitalizar el papel de la Unión en las instituciones y la geopolítica global.
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