LA MEJOR MANERA DE HONRAR A LOS QUE SE FUERON ES AFRONTAR ESTA CRISIS CON SU ESPIRITU DE SUPERACION
Estos tiempos de reclusión y confinamiento están ayudándonos a romper barreras que hace solo unas semanas nos hubiesen parecido insalvables. Y a aplicar fórmulas de contacto e inter-relación que vamos a aprovechar seguro en el futuro cuando alcancemos lo que se ha dado en llamar “nueva normalidad” que esperemos que sea más parecida a la normalidad que conocimos que lo que la postverdad (mentira pura y simplemente) se parece a la verdad. Así, ayer dediqué la última hora de la tarde, entre seis y media y ocho a mantener una agradable charla con más de una veintena de socios de “Eurgetxo”.
Esta asociación, presidida por Iñaki Bustamante está organizando vía una conocida aplicación de reuniones remotas una serie de actos para, como es habitual en ellos seguir estrechamente la actualidad europea. Y me animaron a compartir con ellos mi visión sobre cómo está reaccionando la unión ante la crisis. Quiero agradecer a todos los que participaron el interés con que mirar a Europa y sus actividades y el cariño con el que siempre me tratan. Quiero agradecer además el tono tan positivo que tuvo la conversación y la evidencia de lo que fue: un diálogo abierto y positivo entre personas que creemos en Europa, en la Unión, en una realidad que demasiadas veces minusvaloramos porque no somos conscientes de la enorme dificultad que entraña construir esta nueva realidad institucional, social y política.
Sobre eso hablamos para, en estos tiempos de pesimismo, de malas noticias, de días sombríos, marcados por los fallecimientos de tanta gente, tratar de sacar lecciones y aspectos positivos que nos ayuden a superar la crisis en que vivimos y la que nos va a dejar el que algunos llaman “bichito”, el ya célebre “COVID19” . Y precisamente por ahí empecé, recordando a quienes nos han dejado, recordando lo que les debemos quienes disfrutamos de la sociedad, de la economía, de la obra colectiva que nos han dejado. Y reivindicando su espíritu, su trabajo, su autoestima. Porque todas esas virtudes personales, ese estado de ánimo fue decisivo para transformar la ruina industrial que éramos hace cuarenta años en el país mucho mejor que tenemos. lo primero que hay que combatir es el desánimo y lo que más se necesita fomentar es la autoestima, son condiciones básicas como los planes de recuperación y el dinero para salir adelante
También me pareció fundamental reivindicar el trabajo de los sanitarios y colocar sus logros, como la buena noticia que son. Euskadi comenzó con datos muy preocupantes su lucha contra esta pandemia. Sin embargo hemos sido de los primeros en bajar de uno el índice de replicación de contagios y hemos evitado, en todo momento el colapso de nuestros hospitales con un proceso de reorganización que creo que puede calificarse de ejemplar. Y un capital humano, en Osakidetza, que ha demostrado lo que vale.
Por eso insistí que, en este tiempo de malas noticias hay que celebrar especialmente las buenas. Una de las mejores es que Europa ha hecho más en cuatro semanas en esta crisis que en cuatro años frente a la de 2008 y que ha puesto el acento no en la austeridad, sino en la inversión, en el gasto y en rescatar personas de la pobreza y la marginación.
Subrayé que, en esta ocasión, la respuesta ha sido rápida y la Unión va a movilizar dos billones de euros para pagar el plan de recuperación con la garantía de los presupuestos de la Unión. Pero lo mejor es que este plan se centra en la reactivación y en las personas. Esta vez la prioridad es rescatar personas de la pobreza, del paro y de la marginación. No se habla de austeridad sino de gasto.
También puse valor que hayan caído algunas líneas rojas que lastraban hasta ahora el modelo social. Por primera vez la Unión ha puesto en marcha una propuesta, llamada “sure” que actuará en ámbitos como el del paro y las prestaciones sociales que eran antes competencia exclusiva de los estados miembros.
A preguntas de los miembros de Eurgetxo conectados al debate , muy preocupados por la crisis económica que viene y lo que vamos a necesitar para salir de ella insistí en la importancia de que los planes de recuperación que se están preparando vayan a respetar los criterios de sostenibilidad plasmados en el “acuerdo verde europeo” lo que implicará grandes apoyos a la digitalización, la transición energética, una nueva movilidad y el tránsito de la economía lineal a la economía circular.
Además, salió el tema del desabastecimiento de suministros sanitarios, batas, guantes, mascarillas y algunas medicinas. Informé entonces de que la Unión está trabajando en la resiliencia europea ante este tipo de crisis para evitar volver a tener problemas con medicamentos y material sanitario de bajo valor añadido, cuya producción se deslocalizó a paises terceros lo que ha generado graves problemas en la lucha contra la pandemia. Las medidas abarcan tanto la recuperación de algunas producciones como la identificación de compañías y organizaciones que puedan transformar rápidamente sus líneas de producción para superar esta crisis de abastecimiento. Hablamos así de algunos ejemplos y recordé que la fábrica más importante de mascarillas del estado está en Euskadi después de que se haya hecho con tres máquinas de fabricación montadas en china por una cooperativa del grupo Mondragón.
También salió a colación los diferentes sistemas con que los diferentes estados europeos han gestionado la crisis y muchos echaron, echamos en falta, un papel más claro de la Unión para que todos hubiesen funcionado con el mismo criterio. En esta crisis hemos visto a muchos mandatarios decir que el virus no entiende de fronteras y dedicarse a cerrar las propias. Se han tomado medidas unilaterales pensando más en italiano, español o belga que en ser personas, seres humanos amenazados por el mismo virus. Esto no se combate así. Necesitamos criterios globales, coordinación, colaboración y corresponsabilidad. Por eso esta crisis va a acelerar una profunda revisión de la gobernanza de la Unión. Hay que relanzar la conferencia sobre el futuro de Europa porque esta crisis ha demostrado que los estados son pequeños para responder ante una crisis global y lejanos para gestionar los servicios que están cerca de la ciudadanía. La clave, una vez más es pensar en global y actuar en local.
Me pareció oportuno y necesario insistir en el mensaje del optimismo y la autoestima. La construcción europea es una misión compleja. Otras estructuras federales en el mundo, los estados unidos, lo tuvieron más fácil. Aquí se está sumando diversidad política, cultural, institucional y mantener la unión respetando esa diversidad es un valor a preservar y respetar. Es de hecho nuestra ventaja competitiva y nuestra singularidad.
Lo conseguido hasta hoy es casi un milagro que sigue en marcha porque todos sabemos que es un proyecto necesario y eso lo aprendemos siempre a base de crisis. Las mayores amenazas son el autoritarismo y los ataques contra la democracia y el estado de derecho. Necesitamos una herramienta tan potente para controlar la calidad de nuestra democracia como la que tenemos para garantizar la estabilidad presupuestaria. Y necesitamos también una ciudadanía informada y con memoria. Que recuerde. Y que este prevenida y rechace las ideas totalitarias que algunos venden hoy como solución y novedad para el mañana y que no son sino el camino que nos condujo a los fracasos de antes de ayer. Gracias a Eurgetxo por este agradable intercambio de opiniones.
Category: Blog