MAS AYUDAS PARA LA PESCA QUE INCLUYEN A REDERAS Y NESKATILLAS
El COVID19 está dejándonos una crisis tremenda, un enorme dolor por las miles de personas que mueren, algunas veces en muy tristes circunstancias. Pero también nos ofrece razones para la esperanza. En Bruselas, por ejemplo, tardamos más de cuatro años en aprobar las modificaciones legales necesarias para responder a la crisis de 2008. Nos faltaban sistemas de gobernanza económica y supervisión financiera y un mecanismo coherente de ayuda y solidaridad entre estados miembros y nació el Mecanismo Europeo de estabilidad. Despacio y con esa terrible etiqueta de la austeridad que tanto y con tanta razón se ha criticado.
El Covid se está llevando por delante muchas cosas. En apenas un mes hemos cambiado más reglamentos y directivas centrados en atender esta crisis que lo que fuimos capaces de hacer juntos frente a la crisis financiera del 2008. Y a esa rapidez de ha sumado el convencimiento de que, o inyectamos recursos suficientes para paliar esta catástrofe o nos lleva por delante.
Hoy hemos acabado otra de esas reformas, la que mejora y mucho el fondo eurpeo para la pesca. Trabajar juntos pensando en las personas, renunciando a protagonismos y con voluntad de acuerdo ha permitido que muchos más profesionales de la pesca y acuicultura, comercializadores y transformadores puedan acogerse a las ayudas para el cese de la actividad, el almacenamiento y la comercialización gracias a un cambio rápido y a la carta de las reglas de este instrumento europeo de apoyo al sector.
Quiero destacar muy especialmente el esfuerzo realizado por el comisario del ramo, el letón Virginius Sinkevicius y por el presidente de la comisión de pesca el eurodiputado bretón y compañero de grupo Pierre Karleskind que han propiciado un dialogo fluido, un proceso de trabajo blindado frente a los intentos de protagonismo que se dan en otros procesos de negociación y que ha permitido centrar rápidamente los objetivos de los cambios que había que hacer en el Fondo Europeo para la pesca para permitir ampliar su cobertura a diversos colectivos. Entre ellos destacan los acuicultores, los nuevos pescadores y los mariscadores y pescadores a pie. Igualmente se han incorporado a las actividades «elegibles» (que pueden ser apoyadas por fondos europeos) los gastos de almacenamiento realizados también por acuicultores y pescadores individuales y las pérdidas que sufran estos colectivos por la caída de la demanda y los precios. Los planes diseñados incorporan también a las ayudas a las mujeres del sector y los oficios tradicionales que habitualmente desempeñan.
Las modificaciones que ha ratificado hoy el parlamento europeo por la práctica totalidad de los eurodiputados presentes (solo 10 han votado en contra) incorporan también disposiciones específicas para los profesionales de las regiones ultra periféricas y la posibilidad de negociar que las flotas puedan aprovechar al menos parcialmente las cuotas de pesca que no hayan agotado en el presente ejercicio pesquero. También se permite a los estados flexibilizar las normas de aplicación del Fondo Europeo para la Pesca e incluso habilitar nuevas partidas de ayuda aunque hayan agotado los fondos disponibles para este año. Finalmente se han establecido procedimientos para clarificar qué fondos europeos, procedentes de otros programas, pueden complementar las ayudas que se apliquen este año al sector desde el Fondo Europeo Para la Pesca y que contribuyan a diversificar la renta de las comunidades costeras.
Estas medidas complementas las adoptadas hace dos semanas que ya os conté y marcan una forma de trabajar que va a dar muchos frutos. Iniciativa, contacto fluido con el sector y con todos los que estábamos implicados en este expediente y actividad, mucha actividad, han sido las claves de esta buena noticia en la que unos pocos han querido poner una nota tan discordante que no se comenta por si misma.
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