EMPLEO Y AUTONOMIA PERSONAL COMO CLAVES DEL NUEVO PLAN EUROPEO DE DISCAPACIDAD
El Parlamento Europeo ha debatido esta tarde una comunicación de la Comisión Europea sobre la nueva estrategia para las personas con discapacidad que guiará las actuaciones de instituciones europeas y estatales en los próximos diez años. Este documento sustituirá a la anterior que caduca en 2020. Más de ochenta millones de europeos sufren algún tipo de discapacidad y padecen un riesgo de caer en la pobreza un setenta por ciento superior al de las personas que no pertenecen a este colectivo. Muchos de sus miembros exigen una estrategia más ambiciosa al entender que la aplicada en esta década apenas ha mejorado el nivel de cumplimiento de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
Nosotros llevamos años trabajando una problemática muy concreta que afecta a este colectivo en razón de nuestra presencia en la Comisión de transportes. Tenemos una larguísima lista de enmiendas presentadas a todos los informes de transporte para garantizar la accesibilidad de estos servicios y para propiciar que los derechos de estas personas como consumidores estén especialmente protegidos en este sector. Entre otras actuaciones hemos incorporado enmiendas de este tipo en directivas y reglamentos sobre transporte marítimo, aéreo de terrestre. También hemos patrocinado algunas iniciativas para formar especialistas y fomentar empresas que ofrezcan servicios accesibles en el campo del turismo.
Vamos a seguir haciéndolo, pero hoy era un día especial para hacer un discurso más general. Se trataba de fijar prioridades para la mencionada estrategia y me ha parecido una buena ocasión para poner en valor la experiencia acumulada en Euskadi a través de organizaciones cono EHLABE, un banco de datos especializado en encontrar empleo para personas con discapacidad.
Y es que he defendido que hay que centrar esta nueva estrategia en propiciar la autonomía personal de los miembros de este colectivo. Integración en el mercado laboral, más control europeo sobre los programas de los estados, apoyo a la economía social y sus iniciativas integradoras y más participación local y regional son algunas de las propuestas que hemos planteado. La aplicación de algunas de estas medidas en Euskadi ha producido un notable descenso del paro que afecta hoy al 16% de las personas en esta situación.
La nueva estrategia sobre discapacidad necesita centrarse en este objetivo, pero además debe acompañarse de herramientas que propicien un cumplimiento más intenso en los estados miembros de los objetivos que contenga y también mejorar las rendiciones de cuentas. El objetivo de la nueva hoja de ruta europea debe ser situar. la autonomía personal como primer objetivo, lo que implica un mejor acceso de este colectivo al mercado laboral. Además, he reivindicado más participación de ciudades y regiones y un intercambio más intenso de buenas prácticas porque esta estrategia se ejecuta desde abajo.
Finalmente he subrayado la importancia que tiene para alcanzar este objetivo apoyar a la economía social y especialmente cuando emprende para crear empleo para personas conm discapacidad. Es desde este tipo de estructuras desde las que se ponen en marcha la mayor parte de las iniciativas para crear empleo protegido.
Alcanzar los objetivos en empleo e integración será más dificil si además de fijar objetivos no controlamos su nivel de cumplimiento. En Euskadi escuche unas declaraciones de la Consejera responsable del ramo, la socialistas Maria Jesús San José en la que remarcaba este aspecto de la inspección. Hay que redoblar los controles para que se cumplan y cubran todas las plazas que en la administración pública y la empresa privada se reservan para personas con discapacidad. En Euskadi la legislación obliga a reservar el 2% de las plazas en las empresas de más de cincuenta trabajadores , el mismo objetivo que se aplica la propia administración. Para controlar el cumplimiento de esta norma la administración vasca ha llevado a cabo 292 actuaciones, ha abierto 13 actas de expediente sancionador y trasladado 36 requerimientos para cumplir con la normativa legal. La acción combinada de estos factores ha propiciado que, en el País Vasco el desempleo entre las personas con discapacidad haya bajado hasta el 16%. Solo uno de cada tres discapacitados trabaja en centros especiales. El resto están en el mercado ordinario. Una evolución simplemente inimaginable, como decía la Sailburu San José, hace solo diez años.
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