EUSKADI EJEMPLO EUROPEO DE IMPULSO REGIONAL A LOS CORREDORES PRIORITARIOS SE TRANSPORTE
Esta mañana he compartido en la sede de la autoridad portuaria del Bilbao una reflexión con agentes institucionales, sociales y económicos de las regiones atlánticas europeas sobre la próxima revisión de las redes trans europeas de transporte y el mecanismo con el que la Comisión Europea ayuda a financiar estas inversiones en infraestructuras que generan valor añadido europeo. En este acto hemos constatado que la presión y las actuaciones de las regiones europeas y sus agentes económicos y sociales son claves para superar los retrasos en la construcción de estas redes, un proyecto vital para la Unión Europea. Completar esta y otras infraestructuras que no se ven, como la red europea de satélites “Galileo, es imprescindible si queremos responder a nuestros competidores globales. Desde aquí podéis descargar mi intervención completa.
Hoy hablamos de modos de transporte. En una década deberíamos hablar de un sistema europeo integrado, inteligente y des carbonizado de movilidad. Y eso requiere infraestructuras y tecnología. Euskadi está siendo clave para conseguirlo. Es protagonista y agente activo en la ejecución de la Y ferroviaria vasca un tramo fundamental del corredor atlántico que acabará con el cuello de botella que separa hoy la península ibérica del norte de Europa. Las inversiones que se están realizando facilitarán la combinación eficiente entre modos de transporte, combatirán la actual congestión, reducirán las emisiones, nos permitirán aplicar intensivamente las nuevas tecnologías al transporte, generarán nuevos oficios y empleos y en definitiva están ya creando valor para toda la unión europea.
Esta visión lucha en muchos estados europeos con el localismo, la demagogia y la propia historia que tienen en cada estado las inversiones en infraestructuras. En España, por ejemplo, el desarrollo de la alta velocidad ha ido en paralelo a esta planificación y ha dependido en demasía del color político y hasta del origen demográfico del ministro de turno. Así se ha llenado el país de tramos de alta velocidad que no coinciden con los corredores prioritarios europeos, los que mejoran la conectividad entre estados miembros.
Igualmente hay décadas de abandono de otras líneas de cercanías o que atienden determinadas regiones, que abonan las críticas que se hacen a las inversiones en estos corredores prioritarios europeos. Por eso muchos estados incumplen sus compromisos europeos y, lo que es peor, pierden las ayudas de hasta el cincuenta por ciento con las que la Comisión financia las obras que se encuentran en estos corredores prioritarios.
La Asociación de las Regiones Marítimas Periféricas de Europa ha organizado esta mañana una conferencia en Bilbao con las regiones del Arco Atlántico en la que se ha analizado la posición de las mismas ante la próxima revisión del plan director de infraestructuras con valor añadido europeo conocido por sus siglas en inglés TEN-T (Redes trans europeas de transporte). Este documento se completa con el presupuesto y las condiciones mediante las que la Comisión apoya con fondos europeos estos proyectos (CEF- Conectar Europa). Yo he participado en la reunión como miembro de la Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo y porque he estado trabajando en las dos últimas legislaturas en la tramitación de los informes parlamentarios sobre estos planes de inversión.
En mi intervención he destacado que Euskadi, gracias a medidas como la encomienda de gestión que le ha permitido ejecutar parte de las obras de la Y vasca, es un ejemplo del papel activo que pueden jugar las regiones para impulsar en los estados miembros las inversiones con valor añadido para la Unión aprobadas por la Comisión Europea y el Consejo. Los retrasos en la ejecución de estas obras están impidiendo avanzar en la eliminación de cuellos de botella entre estados miembros, en la modernización del sector del transporte y en la aportación que debe hacerse desde el mismo a la lucha contra el cambio climático.
He recalcado además la importancia que tiene completar este plan director de infraestructuras para añadir competitividad a la economía europea reduciendo los costes logísticos de las empresas y de la movilidad de personas y mercancías, avanzar hacia la creación de un sistema inteligente e integrado de movilidad con nuevos servicios, eliminar los costes de la saturación y las retenciones que generan los cuellos de botella entre algunos estados miembros y potenciar las políticas para des carbonizar el sector del transporte. He recordado además que hay que concretar las modificaciones en los planes de inversión a que obliga el Brexit y subrayado que competidores globales de Europa como China están ejecutando planes, como la modernización de infraestructuras de la “ruta de la Seda”, que obligan a redoblar esfuerzos para cumplir con los planes y plazos previstos.
me ha parecido una referencia obligada en este debate el informe que dedicó el Tribunal de Cuentas Europeo a analizar los resultados de las inversiones europeas en este plan de infraestructuras. Allí se detallaba que los incumplimientos de los estados miembros han propiciado un retraso en los plazos de construcción, penalizado la rentabilidad de las inversiones y proyectado inseguridad jurídica sobre los operadores del sector y sobre potenciales inversores privados que pueden apoyar estos proyectos desde el Fondo de Inversiones Estratégicas, conocido en su día como “Plan Juncker”.
Para corregir esta situación aposté durante la tramitación de estos informes en el Parlamento Europeo por añadir competencias a los responsables que la Comisión Europea designa para coordinar la ejecución de cada corredor prioritario. He adelantado que completaría esta medida con la posibilidad de sancionar los incumplimientos y ea aplaudido la creación de plataformas institucionales y sociales que enfrenten las visiones localistas y/o cortoplacistas que animan la oposición a estos proyectos y propician la desinversión. En el País Vasco, por ejemplo, los críticos con el tramo del corredor atlántico que se está construyendo en nuestro territorio, la Y vasca, insisten una y otra vez en analizarlo como una inversión interna obviando su dimensión europea incluso a la hora de calcular los retornos de los fondos invertidos.
“Por eso me alegra la inquietud que anida en las regiones que componen el Arco Atlántico, el impulso que propicia que se organicen foros como este y las experiencias concretas que van ilustrando sobre el apoyo que las regiones pueden aportar para impulsar los TEN-T. La encomienda de gestión que ha permitido al Gobierno Vasco ejecutar parte de la Y vasca ha sido muy importante para dar un impulso definitivo a este tramo crítico para eliminar un cuello de botella que sigue obstruyendo la movilidad entre el norte y el sur de Europa”. Así agentes económicos y sociales implicados organizados en plataformas de apoyo, e instituciones regionales están siendo colaboradores imprescindibles de los coordinadores de los diferentes corredores prioritarios europeos. Son socios acostumbrados a generar y aprovechar sinergias transfronterizas como las que necesitan los TEN-T para romper definitivamente los bloqueos y avanzar hacia una movilidad más integrada, más inteligente y más sostenible.
Finalmente he denunciado lo que no se ve, pero ocurre: el retraso que sufren otras infraestructuras “menos visibles” pero críticas para todo el proyecto, como la red de satélites europeos “Galileo”.La movilidad europea solo será inteligente e integrada si somos capaces de explotar el big data que nace de la relación de las infraestructuras y su situación con todo tipo de vehículos, personas y mercancías en movimiento con su origen y destino, sus plazos, los recursos de disponibles para financiar su movilidad y hasta las emisiones comprometidas en ello. Eso es imposible sin la red Galileo. Es la llave para crear nuevos servicios y una interesante cantera de empleo para muchas de las profesiones del futuro. Por eso me he comprometido a seguir llevando esta voz, este impulso, estos conceptos, hasta el Parlamento Europeo en las próximas revisiones de los TEN-T y el CEF con la máxima constancia y determinación.
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