CONCIERTO VASCO Y CONVENO NAVARRO SUMANDO EN EUROPA
Esta tarde hemos comenzado el pleno que celebramos esta semana en Estrasburgo con un debate muy interesante en torno a las practicas fiscales equitativas para crear una sociedad más justa. Sobre las intervenciones de todos nosotros han planeado desde la lista de paraísos fiscales incluidos en la declaración de la Unión y que se encuentra en suelo comunitaria hasta el escándalo Lukx leaks que destapó las prácticas desarrolladas por algunas haciendas de los estados miembros para “robar” contribuyentes a otros sobre la base de creativas maniobras en la aplicación o el tipo que se aplica al impuesto de sociedades. Igualmente ha tenido un papel estelar el impuesto sobre los beneficios de las grandes empresas tecnológicas que yo apoyo sin reservas.
Me ha parecido además que este debate era una ocasión excelente para volver a defender aquí en Europa el Concierto vasco y el Convenio navarro. Porque acercar la responsabilidad de recaudar a la de gastar previene el déficit y la corrupción y anima a desarrollar políticas más activas de apoyo a la economía productiva. Además, convierte la solidaridad en una opción más consciente y podría ser un excelente modelo para diseñar y modelar la Hacienda Europea. A ese respecto vuelvo a recomendar aquí la lectura y visionado de la entrevista que mantuve con Pedro Luis Uriarte, la que abrió la serie “Ruta Europa”. Es especialmente interesante al respecto de la idea que he defendido esta tarde en Estrasburgo visionar el último clip de vídeo incorporado a esta entrevista y titulado “ Y ojo. ¿A ver si el cupo no va a ser el problema sino la solución?. Como veréis la influencia de este gran maestro de la economía y la política es más que evidente en la intervención que he realizado esta tarde en Estrasburgo. ¡Benetan, eskerrik asko bihotzez Pedro Luis”.
A mí me ha parecido fundamental comenzar recordando que una de las claves para fortalecer el proyecto europeo es la reconstrucción de su vocación social. A ese respecto ninguna mejor explicación, más resumida, más sintética y más expresiva que la apelación que realizó en su día el lehendakari Urkullu a los mandatarios europeos para que dedicasen al menos el mismo esfuerzo a rescatar personas que el que hemos dedicado a rescatar bancos. Un buen resumen de lo que significa Pilar social. Ese trabajo necesita recursos, dinero que las haciendas obtienen por la vía fiscal. Para que la fiscalidad se ponga al servicio de la redistribución de la riqueza que crea el desarrollo hace falta que los impuestos sean justos, progresivos. La segunda que se dediquen a estimular la economía real y penalicen la especulación financiera. Y además que sean eficientes recaudando.
La gran pregunta es qué se puede hacer desde Europa para apoyar esta tendencia. Y este es precisamente uno de los temas en los que la intervención europea es fundamental, necesaria, imprescindible. Porque solo desde arriba pueden establecerse las normas comunes y los mecanismos y medidas de armonización y control que resuelvan los problemas que hoy crean la evasión y la elusión fiscal y este tipo de competición entre haciendas estatales.
La primera es pues mejorar en el control, coordinación y transparencia entre administraciones fiscales. Es imprescindible para plantar cara al fraude fiscal y las prácticas de elusión y planificación fiscal agresiva. Y mantener actitud coherente frente a los paraísos fiscales. Es urgente también concluir con la armonización de los tipos de interés del impuesto de sociedades y yo añadiría que los que graban el patrimonio. Son ambas herramientas que utilizan los países por hacerse con contribuyentes. Contribuyen a deslocalizar la tributación del lugar en que se producen los beneficios y atentan contra las políticas de cohesión. Pero además reducen los ingresos fiscales en su conjunto. Son el origen, junto con la profundidad de la crisis, de muchos de los recortes que han afectado al gasto social en toda Europa.
La segunda aportación es una apuesta en toda regla a favor de la subsidiariedad también en el plano fiscal. Acercar la responsabilidad de la recaudación a la facultad de gastar es una herramienta magnifica para prevenir el déficit y estimular la economía real, porque la capacidad de gasto va a depender de la de recaudación. La proximidad previene además la corrupción y convierte la solidaridad, como acción colectiva, en una práctica más consciente, Así lo vienen demostrando décadas el Concierto económico vasco y el Convenio navarro que podrían ser un excelente laboratorio para diseñar el funcionamiento de un ministerio europeo de hacienda.
Finalmente, he apostado por contribuir a construir soberanía europea dotando de más competencias y más recursos propios a las instituciones comunitarias. Las instituciones europeas pueden hacer mucho para orientar el gasto público en favor de inversiones con valor social y europeo, ha subrayado. Pero necesitan más recursos propios para convertir en determinantes sus operaciones de fomento y cofinanciación de obras públicas con valor añadido europeo, programas de apoyo a la economía real o a la convergencia y cohesión social. Por ahí comienza la soberanía europea. Por eso considero una buena idea que la tasa sobre transacciones financieras pueda contribuir a ese propósito.
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El carlismo, vencedor del PNV en la guerra civil, ha quedado laminado y desaparecido tras 40 años de poder autonómico y local en manos del PNV. La cara no guerrillera del nacionalismo vasco, comparteix poder institucional autonomico y local con los here d’eros politicos de la ETA. Y, entre ambas formaciones politicas, con las transformaciones habidas en la sociedad de la vieja Vasconia desde 1936-1937, han Delegado al carlismo al baul de los recuerdos.
Avalar constitucionalmente la excepcion foral al principio de igualdad fue un tremendo error y sigue siendo un tremendo error a corregir.
La reforma constitucional en España no reclama «federalismo», reclama vigencia efectiva del principio de igualdad y del de solidaridad y equidad entre todos los ciudadanos de España.
Año de elecciones este 2019, año de esperanzas pues.
Jean-Claude Piris como consejero, no el jesuitismo a lo Arzalluz, no los arrebatos del fugado Puigdemont.
Hacen buena a esta Monarquia, a Felipe VI, tanto sus limitades y acertadas intervenciones publicas como moderador de la vudapoliticaesoañola, como los impertinentes desplantes de una ambiciosa y políticamente turbia Ada Colau o las soflamas del vicario
e insolvente agitador Quim Torra.
Salud y saludos.