DANIEL INNERARITY, EBULLICION SERENA

Izaskun Bilbao Barandica | 21 octubre 2018 | Comentarios (12)

Daniel es un rompedor. Eso les pedimos a los pensadores. Pero además entrega el fruto de sus reflexiones en un formato sereno que añade valor a los conceptos que describe y que apuntalan una alternativa. La brújula que fabrica nos conduce a un debate en el que tienen todas las de perder los que no acaban de entender el mundo líquido que está sustituyendo al de las certezas inmutables. Los telepredicadores de púlpito plasmático, de ademán catódico, de rictus ácido y de doctrina más que previsible necesitan una nueva hoja de ruta, porque la de siempre tiene despistado el azimut. Por eso los personajes que saturan los medios de eslóganes fabricados con la lógica de los anuncios de detergente son la antítesis de esta conversación.

Es verdad que, en el agitado intercambio de obuses al que se está reduciendo el debate político, hay actividad. Pero Daniel nos advierte que blandir conceptos que han cambiado tanto que casi no significan nada puede conducir a la melancolía y es, desde luego, una pérdida de tiempo. Y en la forma de explicarlo enseña. Porque esta formulación de la filosofía política no admite proclamaciones a gritos. Se dice claro, pero no se puede ni debe decir más alto. Porque la clave está en entender que, atacar esta crisis a voces, especialmente cuando están tan desgastadas, acabara dejándonos roncos.

Por eso esta conversación me transmite la agradable sensación de otro cambio: el de la ebullición serena. Porque hay una profunda agitación en esta revisión a fondo de los grandes totems. El antídoto contra la perplejidad que nos produce el cambio necesita nuevos ingredientes, pero amalgamados con el excipiente de la serenidad.

Por eso cuando me enfrentaba a la compleja tarea de acercaros al sentido profundo de esta conversación traté de aplicar alguna de estas enseñanzas. Pude preparar los vídeos con que he anunciado esta entrevista en twitter con titulares más amenos, con ganchos más eficaces, con recursos de propagandista. Pero aprovechar a esos efectos un matiz, un fragmento, una expresión particularmente redonda para el aquí y ahora mismo de los debates que tenemos abiertos más a mano me pareció arriesgado. Podría animar a quienes más lo necesitan a encasillar esta conversación, considerarla “de parte” y a ahorrarse el placer de escucharla completa.

Las respuestas están, pero aparecen brillantes, solventes, preparadas para la siguiente evolución al final del preciso rigor del polinomio que las ha elaborado. Soló así sabemos cómo se ha despejado la incógnita. Por eso os animo a que escuchéis a Daniel. A repensar con él. A asumir que avanzar hacia otra forma de hacer y entenderse obliga a un esfuerzo colectivo que va mucho más allá de juguetear con las propias certezas. Requiere emprender, innovar. Y recuperar el valor de la precisión, de la profundidad, el único bisturí que puede convertir la autopsia que algunos parecen desear para la Democracia en la construcción colectiva de una guía para enfrentar juntos la perplejidad y sortearla poniendo en juego las más nobles facultades del ser humano. En el tiempo del vértigo es más necesario que nunca cimentar un álgebra contra las no certezas y hacerla funcionar a largo plazo. Está siendo dura esta transición de sólido a líquido. Mejor vacunarnos con lo que estamos aprendiendo para que en esta coyuntura no haya sitio para los señores de lo gaseoso.

ANTIDOTO CONTRA PERPLEJOS.

El autor de “Política para perplejos” nos ofrece aquí un primer antídoto contra ese sentimiento que a veces nos embarga cuando nada parece lógico. Explicación contra perplejidad. Una receta que mejoraría la salud del proyecto europeo, la de la convivencia, la de la Democracia.

UN PROYECTO QUE INTERESA EN EL MUNDO

Porque por su origen y por sus resultados sigue interesando. Vivir en un espacio imperfecto no debería hacernos olvidar que se mira como referencia desde otras partes del mundo. Europa está construyendo nuevos umbrales de protección en espacios en los que ya no los ofrecen los estados. Por eso sigue interesando y genera curiosidad y preguntas.

HACIA LO POSIBLE PENSANDO EN LAS PERSONAS

Las imperfecciones del modelo, las quiebras, las incertidumbres son campo abonado para las promesas. Cuando estas contrastan con la realidad, con dificultades objetivas suelen proporcionar consuelo a corto plazo. Y explican el crecimiento de doctrinas políticas que pueden llenar el próximo euro parlamento de ultraderechistas. Pero las fórmulas mágicas no existen. O mejor, no se fabrican con las recetas que triunfan despejando la inquietud con predicamentos que han demostrado que no son semilla de futuro.

LA REFLEXION, PRIMERA HOJA DE LA RUTA

Y como estos actores, frecuentemente hiperventilados, asocian sus mágicas recetas a conceptos que significan ahora mismo algo muy distinto a lo que fuero, se impone una reflexión. La mayor parte de los debates se atascan hoy porque hablamos de nuevas situaciones utilizando para describirlas palabras que el tiempo transforma. Si queremos trazar una hoja de ruta que nos sirva para los próximos años, en un mundo que es otra cosa, mejor dedicar, como hacen las normas europeas, un tiempo a buscar nuevos significados o hasta nuevas palabras para los conceptos que atascan el debate. porque hoy perdemos demasiado tiempo hablando de cosas, soberanía, territorio, que apenas significan nada en el mundo líquido.

SOBERANIA FORMAL, VERSUS SOBERANIA MATERIAL

Por eso el proyecto Europeo es tan apasionante. Se puede tener más soberanía formal, como la que el Reino Unido tendrá cuando salga de la Unión, pero perder claramente soberanía material. Porque si quiere mantener relaciones comerciales y de todo orden con la Unión tendrá que aceptar estándares en cuya definición dejará de participar. Hay que pensar con nuevas lógicas. Soberanía ya no equivale a poder. El verdadero poder es el compartido. la suma positiva, la construcción de lo común beneficia nuestros propios intereses. Cuanto antes se entienda, antes daremos pasos en la dirección correcta. Una ventana de oportunidad para realidades como Euskadi.

UN GRAN EXPERIMENTO POLITICO

Y para construir con solidez este proyecto, para darle cohesión hay que sumar componentes. Europa es un gran experimento político porque asume que solo será si suma voluntades y para eso hay que reconocer todas las que pueden sumar, hay que respetar la diversidad. La creación de muchos estados nación supuso eliminar su diversidad. Aquí estamos ante el camino contrario. Por eso a veces avanzamos con una lentitud exasperante. Pero integradora.

PARTICIPACION PARA ACABAR CON EL PARAPETO

Este proceso complejo necesita participación, pero a su nivel y sobre todo con debates y en términos que sean inteligibles para las personas. Y en ese camino flaco favor hacemos al proyecto europeo cuando lo utilizamos para responsabilizar a Bruselas de lo impopular, aunque lo creamos necesario. El primer antídoto contra esta práctica es la participación y el conocimiento de la estructura y modo de hacer de las instituciones comunitarias.

E INNOVACION COMO FRUTO DE LA REFLEXION

En el ámbito institucional el fruto lógico de esta reflexión sobre la mutación de los conceptos debe conducir hacia la innovación. Este complejo proyecto de crear una nueva soberanía compartiendo las preexistentes no va a funcionar sobre esquemas del pasado. Si repensamos todo, mejor que hablemos de una Europa de las redes, de los agentes competentes dispuestos a trabajar juntos, que planteemos este complejo polinomio desde el álgebra elemental que permiten las palabras del pasado. En matemáticas el concepto de integrar es, como en la filosofía política, mucho más que sumar.

LA BATALLA DE LA REALIDAD

La política europea, compleja, es campo abonado para que triunfen las ideas simples, las mentiras, las simplificaciones. Daniel nos recuerda aquí la importancia que tuvo en el triunfo de Trump las evidentes mentiras que contó sobre inmigración. Y nos recuerda que en Europa debemos impedir que estas mentiras triunfen no solo oponiendo datos que directamente las refuten. Os aconsejo lo que cuenta sobre el asombro que causó entre personas bien informadas que participaban en un debate, el proceso que llevó en Francia a la abolición de la pena de muerte.

LARGO PLAZO VERSUS FAKE NEWS

El corto plazo es el reino de los demagogos, pero el largo plazo es condición necesaria para que todo liderazgo supere la “prueba del algodón”. Hoy los simplificadores, los vendedores de recetas sencillas tienen todas las de ganar. Pero los liderazgos que trabajen sobre la confianza, sobre la sinceridad, siguen siendo sólidos cimientos para asentar los sistemas políticos más en la realidad que en las expectativas. Y las personas sentimos expectativas, pero vivimos realidades. Por eso un diseño realista de las expectativas más las certidumbres que nos devuelve largo plazo seguirán, como siempre imponiéndose al terremoto de las fake news.

EL RIESGO, LAS DECISIONES EQUIVOCADAS

Por eso si resistimos el desafío, hay espacio para arrinconar el fenómeno de la simplificación, de las fake news. Una interesante reflexión. No tenemos que temer tanto la mala información, las falsas noticias como las falsas decisiones. Si Europa se diluye, si mengua, tendremos que acahcar eso más a las malas decisiones que a las falsas noticias.

BREXIT Y LIBRE ADHESIÓN.

El Brexit es un error garrafal fruto de una campaña llena de falsedades que ha generado una quiebra social, territorial y generacional. Si se consuma generará una crisis de articulación interna. Y una crisis fronteriza en Irlanda que exige una imaginación política que los que gestionan el problema no tienen. Pro ha tenido una buena consecuencia: demuestra, acredita que la voluntad, la libre adhesión es el verdadero pegamento de nuestra unión. Esta conciencia solidifica el proyecto porque nos hace a todos los que lo aceptamos y lo impulsamos, protagonistas de su construcción.

UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA COMPARTIR DE VERDAD

Esta dinámica de construcción de una nueva soberanía abre una oportunidad para el coraje y la valentía. La coyuntura, que obliga a reformular los conceptos puede alumbrar otra forma de dirimir conflictos y desacuerdos. La verdadera innovación será la articulación de un procedimiento que impida que los unos impongan siempre su criterio a los otros. Y el desarrollo de un sistema de verdadera corresponsabilidad en la esfera política como el que consagran a nivel fiscal y financiero Concierto y Convenio. Son herramientas de construcción de soberanías compartidas que pueden ser referentes para otros lugares en los que el atasco teórico produce tremendos problemas prácticos. Démosle una oportunidad al necesario gesto de levantar la cabeza y mirar por encima de la melé de los viejos conceptos.

GESTION FEMENINA Y GESTION DE LAS INTERDEPENDENCIAS

Y en esta revisión de conceptos será fundamental la incorporación del conocimiento en femenino al devenir convivencial, social y político. Hace falta cambiar el contrato que culturalmente adjudica a las mujeres el cuidado, la gestión de las dependencias, pero hay que llevar a primer plano de la política, bajo la bandera de la humanidad, amparando a los dos sexos, los valores del cuidado. esta evolución no solo es perfectamente armónica, para promover los cambios conceptuales de los que venimos hablando, sino necesaria para producirlos. La política ha sido el escenario de la relación reglada entre entes autónomos. Cambiar esa dialéctica por la idea de compartir para cuidarnos todos es verdaderamente revolucionario.

UNA DECISION COMPARTIDA

No podríamos terminar estas reflexiones sin plantear una cuestión, como la catalana, en la que bullen todos estos conceptos hasta llevar al esquema win win que caracteriza los conflictos entre irreductibles. No cabe esperar una implicación europea hasta que no haya un acuerdo de más amplia base que el actual. Mientras el eje intergubernamental que caracteriza el actual funcionamiento de las instituciones europeas hace previsible que se mantenga la muy insatisfactoria respuesta ante un problema que no saldrá de sus actuales parámetros hasta que se encamine hacia una solución compartida. El problema, y esto ya lo añado yo, es hasta cuándo puede Bruselas aguantar esta perturbación de la convivencia aparentando que nada ocurre cuando hace tiempo ya que todas las alarmas aconsejan a la Unión estimular otras dinámicas.