VENEZUELA. PRIORIDAD, LA GENTE. MADURO INSULTA A BOLIVAR CON SU CONDUCTA
El pleno del Parlamento Europeo ha debatido esta noche una propuesta de resolución que repasa los últimos acontecimientos ocurridos en Venezuela especialmente desde que, en pleno proceso de negociación entre gobierno y oposición, el presidente Maduro decidiese a través de la autodenominada “Asamblea Nacional Constituyente” convocar elecciones presidenciales para el final de abril del presente año. La convocatoria de estos comicios era precisamente el segundo punto en la agenda de las partes que en una mesa de diálogo alojada en la República Dominicana tratan de negociar una salida a la crítica situación que vive Venezuela.
Tras varios pronunciamientos y resoluciones aprobadas el año pasado hoy me ha parecido fundamental insistir en que la primera prioridad para abordar la situación de Venezuela es hacer llegar a la ciudadanía la ayuda humanitaria que bloquean sus gobernantes, que son los primeros paganos de una crisis política social y económica que ya dura demasiado. Hasta el momento todas las medidas y sanciones adoptadas han tratado de no centrarse en quienes están observando un comportamiento no democrático. Ahora hay que insistir más que nunca en aportar soluciones, en impulsar un imprescindible diálogo porque este conflicto no tiene otra salida que cambiar represión y dictadura por libertad y Democracia.
Por eso he comenzado mi participación en este debate recordando que las personas, las y los venezolanos son los pagamos de una crisis que tiene su origen en la el totalitarismo del régimen de Maduro. Nuestra primera obligación es hacerles llegar la ayuda humanitaria que necesitan. La que bloquean desde Caracas. La que solventará el hambre, la malnutrición, la falta de medicinas, de bienes de primera necesidad que no llegarán expulsando embajadores. Tampoco con interminables discursos del caudillo que come, que vive bien, que se hace rico. Por eso su verborrea supuestamente bolivariana insulta al admirado Libertador. No alimenta, no cura, no crea empleo, no paga pensiones. No convence ni al micrófono que la amplifica.
La verdad es que sobran las razones para pasar ya de las palabras a los hechos, para dar la voz de alarma, para denunciar comportamientos indefendibles. Convocar unas elecciones desde un órgano que no reconoce la comunidad internacional; hacerlo cuando en una supuesta mesa de diálogo ese es uno de los puntos claves de la negociación entre las partes; prohibir partidos, encarcelar opositores, cambiar cada día las normas electorales, son agresiones al sentido común, las leyes y los derechos fundamentales.
Estos comportamientos merecen sanciones que deben extenderse al gobierno de Venezuela y su entorno. Merecen un embargo de armas y de toda herramienta que pueda utilizarse en la represión interna. Merecen explorar todo tipo de medidas diplomáticas y económicas incluidas las centradas en la compañía estatal del petróleo.
Pero creo además que hay que apostar por una implicación en positivo de las instituciones comunitarias. Venezuela necesita transparencia, contraste. Por eso hay que lograr las condiciones necesarias para que una delegación de este Parlamento apoye sobre el terreno la paz, y los derechos fundamentales. Que impulse un diálogo entre todas las partes en un conflicto que no tiene otra salida que cambiar represión y dictadura por libertad y Democracia.
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