SUERTE LUISA. LA NUEVA PRESIDENTA DE LA CALRE ME VISITA EN BRUSELAS
Esta tarde he tenido el placer de recibir en mi oficina en Bruselas a la nueva presidenta de la CALRE, Ana Luisa Luis, que llega a este cargo en su condición de presidenta del Parlamento de las Islas Azores. Esta región portuguesa es con Madeira una de las dos que disponen de un estatuto de autonomía en Portugal. Allí no utilizaron la fórmula del café para todos que ha hecho estragos en el funcionamiento del modelo territorial español. Sencillamente reconocieron las situaciones especiales con un estatus acomodado a las mismas. En él, por cierto se incluye un sistema fiscal que abrió camino para que expresiones de federalismo fiscal como el Concierto fuesen plenamente reconocidas en Europa.
De hecho la histórica sentencia sobre su sistema fiscal que sentaba el principio de reconocer como sistemas fiscales autónomos a nivel europeo los que disponen de autonomía institucional, normativa y económico financiera ha sido clave para que el Concierto hoy, pese a las tonterías recurrentes que se dicen al respecto tenga pleno reconocimiento europeo.
Con la presidenta de la CALRE Ana Luisa Luis (primera por la izquierda) y su asistente Silvia Costa
La CALRE es la conferencia de asambleas legislativas de las regiones europeas. Yo fui elegida presidenta de esta organización en 2008, cuando era presidenta del Parlamento Vasco, así que ha sido muy interesante para mi intercambiar impresiones con la nueva presidenta en mi condición hoy de vicepresidenta de un grupo parlamentario europeo y con unos años ya de experiencia en las instituciones europeas.
En la conversación han salido cuestiones que me resultaron muy familiares. A mí me toco, de hecho poner en marcha una reforma de los estatutos de la CALRE, que permitió regularizar algunas situaciones, como por ejemplo, conseguir que la página web de la CALRE fuese propiedad de esta asociación y no de una persona, como ocurría hasta entonces. Igualmente pusimos en marcha un acuerdo de largo alcance con el comité de las regiones, con quienes pusimos en marcha un test piloto para probar como podía funcionar el protocolo de subsidiariedad para las regiones europeas.
Guardo un imborrable recuerdo de aquella etapa aunque lamentablemente el cambio de titularidad de la página haya impedido que todo aquel acervo está incorporado a la página actual. Ha quedado al menos la declaración que aprobamos tras el plenario celebrado en Euskadi pues hubo problemas con el anterior web master para recuperar aquellos contenidos. En todo caso hoy hemos establecido un procedimiento para poder recuperarlos e incorporarlos a esta nueva web puesto que todo lo actuado se conserva en el Parlamento Vasco.
Me ha parecido muy interesante la reflexión que me ha transmitido Ana Luisa Luis, porque ratifica lo que la realidad exige. Una construcción europea digna de tal nombre y una gestión de las políticas europeas eficiente no puede hacerse ni al margen ni contra las regiones. Y hay que encontrar una fórmula para que la cerrazón de muchos estados no impida cooperaciones interregionales y transfronterizas que se basan en las similitudes y sinergias que se establecen entre regiones ubicadas en hinterland con parecidas pericias o vocación económica o con similares condiciones económico administrativas, institucionales o incluso físicas. Es lo que ocurre por ejemplo con las regiones de montaña, las ultra periféricas (azores es una de ellas) o los espacios de cooperación natural que dan lugar a euro regiones como la Aquitania Euskadi Navarra.
La nueva presidenta me ha explicado también las fórmulas que va a trabajar para tener una colaboración más estrecha con el Comité de las Regiones, para organizar un sistema más eficiente y rápido de toma de posición frente a los grandes temas europeos y para aprovechar de modo sistemático la oportunidad que abrimos de disponer de un espacio en la Comisión de Desarrollo Regional del Parlamento Europeo para poder intervenir, al menos con voz, en los debates centrados en esta parte de la construcción institucional de Europa que es manifiestamente mejorable. Por eso este proceso de reflexión abierto por la nueva presidencia, esta vocación de mejorar, de impulsar un debate muy necesario me parece no solo interesante sino imprescindible. Con este mismo objetivo tendrá una reunión con la comisaria Corina Cretu. La verdad es que me alegra que sea una mujer quien pilote este proceso desde la asociación de los parlamentos regionales europeos que disponen de competencias legislativas.
Me ha interesado también escuchar que, como es totalmente lógico, la presidenta de la CALRE sigue con interés y curiosidad el proceso que puede abrirse si finalmente cuando se consume el Brexit, Escocia realiza un nuevo referéndum y sale del reino unido o Irlanda del norte se plantea su unificación con la república de Irlanda. Igualmente y como no podía ser de otro modo sigue de cerca la evolución del asunto catalán. Porque está claro que si se da alguno de los dos primeros supuestos vamos a comprobar en primer lugar que en los espacios políticos democráticos y civilizados cuando la realidad cambia, las leyes cambian. Y veremos cómo ocurrió con la unificación alemana que se saludará con entusiasmo el ejercicio del derecho de autodeterminación en un estado europeo y se arbitrará un procedimiento para que el nuevo estado y el estado trasformado que resultaría de la unificación irlandesa no tendrán problemas en el primer caso para ser miembro de la UE y en el segundo para mantener su posición en ella.
Mientras aquí el Tribunal Constitucional se salta a la torera su propia jurisprudencia y llega a afirmar en su último auto que la prerrogativa del gobierno de poder suspender cualquier decisión autonómica presentando un recurso al tribunal Constitucional está por encima, nada menos, que de los derechos de los electores y los ciudadanos…
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