PREVENCION Y HUMANIDAD CONTRA LA DESAPARICION DE MENORES EN BUSCA DE ASILO
Esta tarde propuesto una batería de medidas para tratar de evitar la desaparición de menores no acompañados en los centros de acogida de refugiados. Más cooperación policial y judicial, la definición de un delito específico sobre tráfico de menores y una atención especial a este colectivo en los puntos de entrada con rápida asignación de tutorías e inserción en programas de integración son algunas de las actuaciones que pueden prevenir y evitar este problema.
El Parlamento Europeo ha recibido esta tarde una comunicación de la Comisión Europea centrada en la problemática de la desaparición de menores no acompañados que llegan en los contingentes de refugiados a territorio europeo. De acuerdo con datos de Europol, solo en 2015 desaparecieron ya en suelo europeo más de 10.000 niñas y niños que estuvieron en algún momento identificados en los puntos de acogida. El Parlamento Europeo ya aprobó tras este informe de la policía europea una resolución centrada en poner las bases para erradicar esta lacra.
Por esta razón he considerado imprescindible una declaración de la Comisión si tenemos en cuenta en cuenta que la propia Europol puso cifras para medir el problema. 10.000 menores no acompañados desaparecieron en 2015 lo que significa que en algún momento hubo constancia de dónde estaban y quienes eran.
Creo que en este tema los estados miembros nuevamente utilizan las instituciones europeas como parapeto para eludir su propia responsabilidad. las condiciones que se ofrecen en los campos de acogida, la lentitud exasperante con que se tramitan las solicitudes de asilo y las deficiencias en los procesos de registro e intercambio de datos entre estados propician que muchos menores prefieran escapar de esos lugares y tratar de buscar mejor suerte en la calle. Allí son víctimas fáciles de las redes de tráfico de personas que los captan fácilmente.
La lectura de los informes vinculados a esta problemática revela lo poco que sabemos de lo que ocurre con los menores desaparecidos y lo mucho, triste y grave que podemos imaginar. Si las personas en busca de asilo son ya vulnerables, los menores, las mujeres y otros colectivos con necesidades especiales nos recuerdan la intensidad de un drama que necesita ya medidas urgentes.
La fuente del problema está tanto en los déficits de atención en los centros de acogida como en la implicación de las mafias de tráfico de personas y los medios que utilizan para captar víctimas. Estas son potentes organizaciones criminales que cazan en el río revuelto de las olas de personas desesperadas y que se ayuda de nuevas tecnologías para encontrar a sus víctimas. Por eso sus actividades se combaten mejor con más cooperación policial y judicial, la definición de un delito específico, una atención especial a este colectivo en los puntos de entrada con rápida asignación de tutorías e inserción en programas de integración.
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