MOVILIDAD INTELIGENTE Y OPORTUNIDADES PARA LAS PEQUEÑAS EMPRESAS DE TRANSPORTE
Ayer acabamos una jornada maratoniana con dos intervenciones, a última hora, en dos debates de gran interés para el futuro del transporte, por su repercusión real y por los elementos de anticipación que alguno de ellos aporta al discurso que habitualmente se hace sobre el transporte. Ya hemos hablado aquí muchas veces sobre lo que viene en el sector. Las viejas políticas de “modos de transporte” se van a sustituir por la apuesta por un sistema inteligente e integrado de movilidad en la que se apuesta por la integración de todos los modos. Para el usuario la diferencia será muy interesante. Se trata de que acceda a la compra de sus billetes o a la reserva de sus fletes desde plataformas que le permitan contratar todo el recorrido, puerta a puerta, que le permitan combinar por velocidad o precio las mejores opciones. Además todo debería poder realizarse en una sola operación.
En este panorama se abren retos y oportunidades para todos los sectores. Ayer nos ocupamos de las pequeñas empresas de transporte a las que mi compañero de grupo Dominique Riquet ha dedicado meses de intenso y productivo esfuerzo. Creo que el documento que hemos aprobado esta mañana es uno de los más completos y valientes que he leído sobre transporte en los últimos años.
Por eso ayer felicite a mi colega. Su informe sugiere un potente programa de trabajo para que las pequeñas empresas de transporte europeas puedan adaptarse a dos grandes retos: la evolución que inducirá en el sector el uso intensivo de las nuevas tecnologías y su adaptación a nuevos modelos de negocio que llegan de la mano de la economía colaborativa. Así estas empresas van a jugar un papel decisivo en la lucha contra el cambio climático, a la vez que estarán en la mejor posición para resolver el gran reto al que se enfrenta la integración de los distintos modos de transporte en un sistema inteligente de movilidad: la solución al reto del último kilómetro tanto en los espacios no urbanos como en las ciudades.
Favorecer que los actuales y futuros emprendedores aprovechen esta oportunidad requiere impulsar decididamente la unidad del mercado del transporte. Además, como señala este informe, obliga a cambiar la filosofía de la regulación para adaptarla a la nueva realidad, para favorecer la innovación y la competencia leal y para garantizar los derechos de los consumidores. Además debe reconocer y aprovechar el impulso que muchas autoridades locales están dedicando ya a propiciar esta transformación con operadores pequeños y locales. Si acertamos, el cambio será cantera de empleos de calidad.
Solo me queda instar de nuevo a los estados a cumplir las prioridades de inversión previstas en los TEN-T porque son necesarias para permitir esta evolución. Por eso añaden valor a nivel europeo y por eso hay que concluirlas. Este es seguramente el reto más fácil de abordar. Hay textos, hay teóricamente, acuerdo entre estados y autoridades comunitarias. Sin embargo lo que no hay es voluntad de cumplir. Ya hemos hablado antes en este blog sobre este asunto. Lo que se cuenta en este informe sobre las pequeñas empresas de transporte retrata aún mejor el valor que añade esta red de infraestructuras al desarrollo de la economía y el empleo en Europa.
Pero la jornada no acabó ahí. También preguntamos a la Comisaria del sector, y obtuvimos un compromiso por su parte sobre las medidas que va a poner en marcha para desarrollar una negociación transparente de los diversos tratados de aviación que negocia en estos momentos la comisión con diversos estados terceros sobre aviación comercial. este es un tema crítico para las aerolíneas europeas que no acaban de metabolizar las estrategias de sus competidoras no europeas para arrebatarles cuota de mercado en los vuelos exteriores.
Yo ayer quise recordar que la negociación de los múltiples acuerdos que la UE ha emprendido en el campo de la aviación comercial obliga a un esfuerzo de transparencia porque su ejercicio es la base de la confianza. Creo que es una obligación dar a conocer calendarios, intereses en juego, fechas y objetivos previstos en estos procesos, así como que se cumplan los tratados en lo que respecta a la información que debe recibir este Parlamento y el momento en que debe hacerlo: como el Consejo Europeo y antes y después de cada ronda negociadora. Finalmente hay que garantizar que los acuerdos solo se apliquen tras el visto bueno de esta cámara.
El protocolo de claridad y transparencia que planteaba la pregunta que tramitamos ayer, algo en lo que coincidió la Comisaria, creo que resuelve cualquier duda sobre la marcha de un proceso negociador. Es evidente que no garantiza que todos estén de acuerdo con los contenidos de un acuerdo alcanzado en estas condiciones. Pero nos evitaremos las críticas por opacidad.
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