CONTRA LA PESCA ILEGAL, NO DECLARADA Y NO REGLAMENTADA, EN TAILANDIA

Un barco pesquero tailandés en el Puerto de Samut Sakorn que visitamos durante nuestra mission sobre pesca INDNR

Un barco pesquero tailandés en el Puerto de Samut Sakorn que visitamos durante nuestra mission sobre pesca INDNR

La pasada semana completé una semana de trabajo en Tailandia comprobando como están funcionando las reformas legales y de control que ha puesto en marcha el gobierno de aquel país para poner coto tanto a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada como al tráfico de seres humanos y la cuasi esclavitud que funcionaba en el ámbito de las relaciones laborales en el sector pesquero. Estos condicionantes hicieron que el país asiático. Esta situación llevó a la Comisión Europea a mostrar la “tarjeta amarilla” a Tailandia una advertencia para que se tomen medidas para corregir esta situación que de no concretarse llevarían a la prohibición completa de exportar productos pesqueros al mercado europeo.

La delegación estaba compuesta por Linnéa Engström (Greens), Gabriel Mato (PPE) Ricardo Serrano Santos y Ulrique Rodust (S&D)  y yo misma. Creo que la tarjeta amarilla ha generado un efecto positivo en el país porque han tomado conciencia de que había que corregir la situación. Como veréis en la crónica están trabajando mucho para mejorar el control de las actividades pesqueras y mejorar la legislación laboral y pudimos comprobarlo en primera persona. Creo que esta visita ha servido para seguir manteniendo un diálogo sincero que nos ha permitido comprobar que los avances van en la buena dirección, aunque realmente están empezando.

El debate que se plantea la Comisión es si acabado el plazo se amplía por más tiempo la tarjeta amarilla o es el momento de plantear la roja. La consecuencia sería que el País Asiático no podría exportar ningún producto procedente de la pesca a Europa. Por ello el Parlamento decidió en colaboración con el resto de las instituciones girar visita y elaborar unas conclusiones que sirvieran para adoptar las decisiones de futuro.

La Comisión Europea DG MARE está colaborando con ellos con diálogo político y dando respuesta a su demanda de ayuda para modernizar el marco legislativo con estándares internacionales, para mejorar las inspecciones y controles, para la aplicación de las reglas de la OIT para los trabajadores de la mar, y para dar apoyo a las personas trabajadoras de la mar que son víctimas de abusos y tráfico de personas. Porque son muchos buques los que utilizan mano de obra de personadas indonesia, de Laos, Myanmar e incluso Vietnamitas, que viven en condiciones de explotación laboral e incluso de esclavitud no permitiéndoles el cambio de empresa, ni actividad.

Comprobar qué reformas se han puerto en marcha de cambiar esta situación, como se van aplicando y que resultados ofrecen era el objetivo de nuestro viaje. En cinco días completamos una agenda intensa para analizar el problema de la pesca ilegal y el tráfico de personas. Tras la visita mi opinión personal es que no les vendrá mal mantener durante algún tiempo más esta advertencia europea para estimular nuevas reformas y un trabajo constante y sostenido en el sector.

La nueva filosofía de control que se va introduciendo supone un cambio cultural sin precedentes en una zona del mundo en la que para salir a pescar no hacía falta más que tener dinero para fletar un barco. Es verdad que los efectos de esta presión intensiva sobre el mar se estaban ya notando y obligaban a tomar medidas. Pero no es menos cierto que la presión europea las ha acelerado y ha propiciado que se adopten contando con la colaboración y la experiencia de las autoridades comunitarias que llevan un largo camino recorrido en contra de la pesca INDNR.

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Para completar esta misión de observación comencé el viaje el pasado día 31. Llegué a Bangkok con casi siete horas de retraso porque la niebla que había aquel domingo en Loiu me impidió coger la conexión que tenía prevista en Frankfurt. Llegué a un país conmocionado por muerte del Rey Bhumibol Adulyadej que llevaba 70 a os en el trono. Toda la carretera y las fachadas de la ciudad estaban adornadas con sus fotos en un duelo de dolor de la ciudadanía que nos obligó a llevar luto y mostrar nuestras condolencias en todas las reuniones. Por eso veréis que ese es el color dominante en todas las imágenes.

En el ámbito de la pesca la tarjeta amarilla de la Comisión Europea ha hecho su efecto. La medido animó al Gobierno hace un año aplicar un paquete de medidas basado en dos principios: 1.- Reforma legislativa para la pesca y el ámbito laboral. 2.- Aplicación de los Controles necesarios para avanzar hacia una pesca sostenible. Una Junta Militar está aplicando todas las medidas con la previsión de que el próximo año pueda comenzar a devolver competencias a los Ministerios correspondientes.

El día 1 de noviembre nuestro primer encuentro fue con el Embajador de la UE que junto a sus equipos nos puso al día de la situación y de las reformas realizadas. Nuestros siguientes encuentros fueron con los Responsables del Centro de Control de Pesca CCCIF, que está en marcha desde mayo del 2016 y cuya máxima autoridad es el Jefe de la Armada Sr. Admiral Na Areenich al que representó su Comandante Jefe. La delegación tailandesa se completaba responsables del Ministerio de Empleo, del Departamento Marino, Desarrollo el Director General de Pesca que nos acompañó durante toda nuestra estancia y mostró una gran implicación por avanzar en las reformas, Pesca y posterior visita al CCCIF (centro de control de pesca).

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Los delegados nos explicaron que la situación que llevó a merecer la tarjeta amarilla tiene su origen en la falta de normativa que regulara ambos ámbitos durante demasiados años. Para avanzar hacia una pesca sostenible y un empleo legal y regulado han adoptado medidas como la congelación de nuevos registros de buques, la reducción entre mayo del 2015 hasta septiembre del 2016 en un 21% de la flota, (de 47.394 hasta los 39.301 buques) y la creación de 28 centros de control, con un equipo de 900 inspectores que realizan control en los buques con implantación del VMS e inspecciones biométricas. Con este despliegue esperaban poder controlar el 100% de la flota para 2017. Pidieron ayuda a la Unión para formar más profesionales y aclararon que todas estas medidas no se aplican a la pesca artesanal que tiene un tratamiento especial y excepcional. Es la flota mayoritaria, la más vinculada al territorio. Respecto al tráfico de personas, la primera fase puesta en marcha es la regularización de los migrantes y para acabar con el tráfico de personas.

Finalizamos el día con una cena de trabajo ofrecida por el Ministro de Asuntos Exteriores. Agradeció la colaboración de las Instituciones Europeas y reafirmo el compromiso de Tailandia por avanzar hacia la pesca sostenible y los derechos laborales.

El día 2 de comenzamos la reunión a las 9 de la mañana en el Departamento de Pesca con el Director General del Departamento Adisorn Promthep, y el Director General del Departamento de la Marina Sorasak Saensombat que ratificaron el compromiso del Departamento en la línea ya comentada y explicaron que la inestabilidad del País impidió tener una normativa antes de la Ordenanza Real del 2015. Por eso las nuevas normas suponen un cambio cultural enorme.

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La reforma se basa en una nueva filosofía con un enfoque de ecosistema “ ECOSYSTEM APOACH” que llevará a un sistema de cuotas para la concesión de licencias, aunque aún no tienen datos concretos que les permitan hacerlo. Han iniciado una reforma del Departamento de Pesca para afrontar los retos siempre en colaboración con el mundo académico y Universitario. Reconocieron que la colaboración de la DGMARE europea ha sido básica para la elaboración de la Ordenanza del 2015 que ven necesario modificar para cumplir los estándares internacionales. Previsiblemente podrán hacerlo en un plazo de 3 o 5 años y para cuyo desarrollo y aplicación necesitarán de unas 70 nuevas leyes.

Con el comienzo del control, de buques han diagnosticado un problema: la dificultad de controlar los re abanderamientos. Buques que se dan de baja en Tailandia por la existencia de la regulación y se dan de alta en Indonesia donde no hay regulación. Y por primera vez empiezan a prohibir los trasbordos en el mar.Los tailandeses describieron también el problema entre el sector de la pesca artesanal que está bastante bien organizado, son más de 28000 buques, y la pesca industrial y la necesidad de avanzar más de lo que lo han hecho en el ámbito de los derechos humanos. Tras el encuentro pasamos al FMC el Centro de Monitoreo de la Pesca y nos explicaron como aplican las medidas comentadas en la reunión.

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Por la tarde nos reunimos con los responsables del Ministerio de Trabajo, de Desarrollo Social y Seguridad Humana, representantes de la OIT y Las ONGs Estela Maris, LPN, HRDF. Humanamente quizá haya sido el encuentro más duro por las cifras que nos proporcionaron. De los tres millones de migrantes que tiene Tailandia unos 343.000, el 11% trabajan en el sector de la pesca. Son fundamentalmente de Indonesia, Vietnan, Camboya, Laos y Myanmar y aunque quiere avanzar hacia una política y legislación clara para que formen parte de un sistema legal hay mucho que hacer para lograrlo. Los trabajadores desarrollan su tarea en pésimas condiciones y no pueden cambiar de sector y muchas veces de empresa rozando regímenes de semi esclavitud. Desde que se han iniciado las reformas se han incrementado las inspecciones en un 31% para evitar estas situaciones pero el problema persiste. Han creado 10 centros para poder acoger y tratar a estas personas.

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Es necesario porque nos explicaron casos de esclavitud por deuda. Muchos contraen una deuda para llegar al mercado laboral. Nos podemos imaginar las condiciones en las que trabajan hasta que no abonen la deuda. Se dan casos de trabajos forzosos, persona que trabajan en situación irregular y sin contratos que además no hablan tailandés y ni son conscientes de que las condiciones en las que trabajan son de verdadera explotación. Están tratando de mejorar las inspecciones y reforzando los servicios de intérpretes que puedan romper esta situación.

Ahora necesitan mejorar la información de que disponen y especialmente empezar a abordar el problema del trabajo Infantil. Tienen un nuevo Reglamento desde octubre del 2016 que prohíbe contratar a menores en el sector de la pesca pero necesitan reforzar las inspecciones. En el enero del 2017 realizarán una encuesta para profundizar en el problema y poder adoptar nuevas medidas. Para ello están analizando, en colaboración con la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) seis Convenios Internacionales que aún no han aprobado. La C 87, C 98, C 111, C81 C 188, y el Protocolo 29 para mejorar las relaciones y condiciones laborales.

Por otra parte se constata que pese a todo el sector de la pesca necesita mano de obra. Y por ello tiene la urgente necesidad de mejorar las condiciones de trabajo de las personas que trabajan en él. Curiosamente la mano de obra es de los países a los que me he referido. Los tailandeses trabajan en buques de otras nacionalidades, con mejores condiciones.

Cuando las personas que viven estas situaciones consiguen escapar de la situación se están organizando centros en los que se les presta asistencia material humanitaria y jurídica. Este panorama de asistencia se completa con la labor de las ONGs presentes que nos confirmaron los problemas descritos. Su actividad se centra en prestar asistencia en educación y salud, apoyo en temas jurídicos o la formación de las víctimas. Entienden que el problema es de una gran dimensión y multidisciplinar y por ello el Gobierno necesita trabajar de manera conjunta, formando a funcionarios, modificando la legislación y dándoles el apoyo que necesitan para llevar a cabo sus actividades.

Recibida la teoría el final de la jornada lo dedicamos a viajar hasta Pathumthai Welfare a través de un tráfico infernal, para visitar el Centro de las Víctimas del Tráfico de Personas. Existen 8 centros de estas características con un total de 587 víctimas. La cifra habla de lo que falta por hacer pero también de la esperanza que supone para quienes acceden a estos centros pasar por allí. La mayor parte de la gente que encontramos procedía del sector pesquero y había ingresado tras acreditar que sufrieron condiciones de esclavitud. El orden y la disciplina eran la tónica de todos los contactos que encontré un punto ritualizados. En todo caso tuvimos la ocasión de contrastar algunas de las cosas que vimos con el propio ministro de Desarrollo Social y Seguridad Humana Pol Adul Sangsingkeo con quien acabamos el programa de la jornada.

Tras la dura jornada el regreso al hotel nos permitió re contactar con la realidad del país en duelo, del incienso, de las oraciones, que fabricaban una mezcla multisensorial que nos llegaba desde las ventanillas entreabiertas del microbús. Una sensación que entre el jet lag y la larga jornada de trabajo contribuía a generar una atmósfera muy especial. No pudimos saborearla demasiado porque la siguiente jornada comenzaba a las 5,30 de la mañana. Una agenda que nos llevó en primera instancia a ver el desembarco de pescado en puerto de Samut sakorn así como el funcionamiento de sus sistemas de control. Mientras tomaba fuerzas con un desayuno de Boy Scout que nos dieron en el hotel recorrimos los kilómetros que nos separaban del y visitamos el Centro de Control, Port-in-Port-out (PIPO). Esta instalación vigila la entrada y salida de barcos, el desembarco de las especies, el control biométrico de las personas que trabajan en los mismos y de la legalidad de sus condiciones laborales. Vimos resultados concretos y grandes avances. Pero también es verdad que llegamos demasiado temprano y solo pudimos subir a un barco. Cuando ya finalizábamos nuestra visita empezaron a llegar el resto de los buques. Aquella sorprendente estética multicolor, ha escondido durante muchos años terribles historias de esclavitud.

 

En la siguiente etapa nos acercamos hasta las instalaciones de la empresa THAI UNION de productos congelados que demuestra que en aquel mercado conseguir buenos resultados económicos con otras condiciones laborales y sociales es posible. Nos encontramos con una empresa familiar de 46.000 empleados en todo el mundo y que no quieren actividades ilegales, que elaboran productos de la mar, congelados y comida para gatos y perros. Y que aspiran a ser líderes en el sector con su estrategia de Sostenibilidad “ SEA CHANGE” basada en cuatro pilares : 1.- Trabajo legal seguro,2.- la trazabilidad de los productos que compran, 3.- programa de desarrollo sostenible y 4.- valores de responsabilidad social corporativa.

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Tras la reunión visitamos la fábrica donde trabajan casi 800 personas con atún. Compran el 99% del atún en las flotas internacionales y el 1% a la flota local. De estos el 85% a EEUU, Corea, Taiwan, China y un 15% a España y Francia. Nos enseñaron el proceso industrial que aplican a los lomos de atún, que una vez limpios, se envasan al vacío son congelados y vendidos a empresas de transformación para la elaboración de conservas, fundamentalmente de EEUU y la UE. En el proceso de manipulación no se desperdiciaba ni una brizna de producto. Todo lo que se manejaba tenía algún tipo de aprovechamiento.

Tras finalizar este encuentro ya nos esperaban los miembros de la Asociación THAI de Pesca que describieron el efecto causado en el sector por la tarjeta amarilla de la UE y por la determinación del Gobierno con la nueva ley. Están trabajando contra la pesca ilegal, pero piden reformas laborales al Estado para que puedan contratar a los inmigrantes que necesitan en sus empresas. Piden más tiempo para abordar todas las reformas porque el cambio cultural y de procedimientos es enorme. El 85 % del sector es artesanal y su Presidente defiende que en este sector no hay explotación laboral. Que en muchos casos los padres llevan a los hijos para transmitir el conocimiento pero están observando que muchos de ellos no quieren que sus hijos se dediquen a la pesca. Demandan planes de desarrollo a medio- largo plazo acompañados por ayudas económicas que les permitan avanzar en las reformas. El Presidente de la Asociación de Atuneros explicó su compromiso con la transparencia la sostenibilidad y los Derechos Humanos.

Tras escuchar las distintas realidades del sector nos dirigimos hacia el Centro MANIT Farm, una piscifactoría de Tilapia, la especie que el fallecido Rey llevó en los años 50 a Tailandia tras una visita a Japón. Por ello sus propietarios, en segunda generación de una empresa familiar mostraban su adoración por el monarca. Tiene más de 1000 clientes y colaboración con prestigiosos centros para la mejora genética.

La última jornada de trabajo mantuvimos encuentros con el Ministro de Agricultura y posteriormente con el de Defensa. Tengo que decir que los mensajes que recibimos de uno y otro son casi los mismos que escuchamos toda la semana en el resto de los contactos y reuniones. Una reiteración del compromiso del país contra la pesca ilegal y la sostenibilidad, y la lucha contra el tráfico de personas y la mejora de las condiciones para las personas migrantes. Agradecen la colaboración y ayuda de la Unión Europea DG MARE y quieren seguir colaborando en el future.

Tras la reunión con el ministro de defensa

Tras la reunión con el ministro de defensa

La delegación del parlamento con el ministro de Agricultura

La delegación del parlamento con el ministro de Agricultura

Con el ministro de Asuntos exteriores

Con el ministro de Asuntos exteriores

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