EUSKADI Y NAVARA NO SE MERECEN SANCIONES POR DEFICIT NI DEUDA
Esta semana hemos conocido, a través de crónicas en diversos medios de comunicación, los detalles del debate que se produjo en el colegio de Comisarios cuando decidieron no imponer una multa a España por incumplir las previsiones de déficit. La prudencia con la que se abordó la cuestión, con el Brexit aún caliente, es comprensible, tanto como el cabreo de las instituciones comunitarias ante la reforma fiscal electoralista que está en el mismo origen de este incumplimiento. Una medida pensada más para engordar la bolsa de votos propios que para seguir manteniendo a España en la necesaria senda de la rectitud fiscal.
Ya hemos comentado muchas veces que España es uno de los países en los que no se recuerda nunca que los fondos que permitieron al país dotarse de unas infraestructuras europeas, que nutrieron numerosos programas de desarrollo y cohesión, llegaron de Bruselas. Si vimos a los gobernantes de turno hacerse fotos inaugurando obras. Nunca recordaron que buena parte de los fondos llegaba de aquí. Esos mismos gobernantes se metieron en espirales de gasto y especialmente políticas de promoción económica que no han incentivado precisamente la economía real. La corrupción acabó cerrando un círculo realmente vicioso.
Cuando han venido mal dadas el “milagro español” del que tanto fardaba don José María, se derrumbó como un castillo de naipes y algunos de sus más conspicuos promotores andan procesados por casos de corrupción. Hemos hablado muchas veces de este asunto. Por aquí os dejo algunas entradas denunciado esta conducta irresponsable que ha alimentado en España y en otros países la “europafobia” y que no es precisamente fácil de escuchar en los medios estatales. En todos se habla mucho de los hombres de negro, de la Troika y sus atrocidades, y de la inhumanidad de las políticas de austeridad, pero poco de la parte de responsabilidad que corresponde a los propios gobernantes espanoles, que es mucha.
Quizá por estas razones en el debate del colegio de comisarios con el que comenzaba esta crónica no las tenían todas consigo y decidieron prevenir. Si España no se ajusta a sus compromisos de reducción de gasto sufrirá recortes en los fondos que recibe vinculados a programas europeos. No se si es el major camino, ya que estoe dinero financia algunas de las inversiones críticas para mejorar la cohesión de la unión e inducir desarrollo y empleo. De estos fondos dependen numerosas actividades para impulsar la innovación, la diversificación de rentas en sectores como el primario o actividades como las que patrovinan organizaciones como la Cruz Roja o la ONCE para favorecer la integración de personas especialmente desfavorecidas en el Mercado laboral. Pero creo además que este procedimiento es especialmente injusto en casos como los de Euskadi y Navarra, que tenemos haciendas propias y no hemos incurrido en comportamientos ni políticas tan manifiestamente mejorables como las que han dado lugar a estos problemas. Por eso con mayor razón aún tenemos la obligación de rebelarnos. Porque la broma nos puede costar 200 millones de euros
Por esa razón ayer mismo decidí presentar una pregunta a la Comisión Europea en la que recuerdo al gobierno comunitario que el equilibrio de las cuentas públicas en Euskadi y Navarra no merece la anunciada congelación de fondos europeos con que amenaza Bruselas si España sigue incumpliendo los objetivos de déficit. A la vista de los numerosos programas e inversiones cofinanciadas por ambas comunidades y fondos comunitarios he querido recordarles el carácter autónomo que tiene los sistemas fiscales de ambas comunidades, ya reconocido por Bruselas en cuestiones bien relevantes.
Si esa excepcionalidad sirve para que nos impongan sanciones como la de las “vacaciones fiscales” debería servir igualmente para que no se nos apliquen las restricciones anunciadas. Este razonamiento es una constante en nuestro trabajo en defensa de Concierto y Convenio. De no atenderse no deberían extrañarse del crecimiento de las tensiones territoriales vinculadas a las concepciones tan anticuadas que sobre estado y nación manejan algunos estados miembros.
Por eso tras recordar en mi iniciativa las informaciones periodísticas que aludían estos días a los debates habidos en el colegio de comisarios y recuerdo que en España dos comunidades autónomas, Euskadi y Navarra, tienen regímenes fiscales con independencia normativa, institucional y económica. Esas son las tres condiciones que el Tribunal de Luxemburgo exige para considerar autónomo un sistemas fiscal. En esas condiciones Euskadi y Navarra contribuyen a la financiación de las cargas generales del estado pagando a su Ministerio de Hacienda por los servicios que presta el estado en territorio vasco-navarro y además cumplen el pacto de estabilidad en términos de deuda y déficit.
Por estas razones pregunto al gobierno comunitario si en coherencia con los criterios europeos sobre sistemas fiscales autónomos, deben tenerse en cuenta estas circunstancias y el esfuerzo realizado por estas dos regiones al aplicar la posible congelación de los fondos. Además queremos saber si han evaluado el impacto que puede tener esta medida sobre haciendas públicas que no merecen ese trato.
El tema es muy importante para nosotros porque hay programas como el Horizonte 2020 críticos para financiar muchas investigaciones industriales que son la base de nuestra estrategia de especialización inteligente y apoyan los tres sectores en los que se despliega, la fabricación avanzada, la biotecnología y el sector energético. Igualmente ocurre en el ámbito de las infraestructuras con las partidas que poyan en Euskadi la inversión en obras incorporadas a los ejes trans-europeos de transporte, los TEN-T. Otro campo crítico es la economía circular o el apoyo a las operaciones de diversificación de la renta en el sector primario con una importante apuesta por el mantenimiento de las poblaciones en las zonas agrarias y pesqueras con el mismo nivel de servicios que en el medio urbano. Esta misma semana hemos presentado, por ejemplo un paquete de enmiendas referido a este tema en el sector pesquero, como animamos igualmente ese principio con nuestras aportaciones a la nueva PAC.
A ver que nos contestan. Si son justos y coherentes tendrán que considerar y valorar el esfuerzo realizado por estas dos haciendas que son un ejemplo en el panorama estatal en materia de deuda y déficit. Estamos ante una es una cuestión de simple coherencia y de justicia. Euskadi y Navarra cuentan con haciendas autónomas de acuerdo con el tribunal de Luxemburgo. Hemos sido cuidadosos con el déficit y la deuda. Cumplimos el pacto de estabilidad. No merecemos ninguna sanción. Por eso pedimos que de establecerse alguna, no se nos aplique. Está en juego seguir contando con la ayuda comunitaria para apoyar la economía productiva y el desarrollo económico y social.
Category: Blog