CREANDO SINERGIAS PARA EVITAR TRAGEDIAS EN EL MAR Y MEJORAR EL CONTROL DE FRONTERAS
Ayer por la noche vivimos otra sesión de las que van construyendo la intrahistoria de la Unión. Llevamos años reclamando la puesta en marcha de un servicio europeo de guardacostas y control de fronteras a nivel europeo. Para darle medios para realizar su trabajo había dos opciones: duplicar el gasto, generar una nueva estructura o coordinar sus efectivos con los medios de control que ya disponen otras agencias europeas que, con tecnología de vanguardia vigilan las aguas europeas para prevenir accidentes marítimos y controlar la pesca ilegal.
Yo aposté ayer claramente porque los medios técnicos de geolocalización, vigilancia, control marítimo y telecomunicaciones de que disponen la Agencia de Seguridad Marítima y la de Control Pesquero (EMSA Y EFCA) cooperen con el nuevo cuerpo de guardacostas y fronteras europeo para prevenir tragedias en el mar y mejorar el control de las fronteras exteriores de la UE. Compartir el control de las fronteras exteriores, terminar con las tragedias en el mar, requiere una guardia europea de fronteras y costas que debemos dotar de medios a la altura de su misión.
Para mejorar los medios técnicos de que disponen el Parlamento Europeo veníamos trabajando en la posibilidad de coordinar los medios de geolocalización y seguimiento de que disponen la EMSA y la EFCA para controlar los movimientos de los buques peligrosos o la pesca ilegal puedan utilizarse también para controlar los movimientos de las embarcaciones en las que se producen desplazamientos de refugiados e inmigrantes.
Aprovechando estos medios y su conocimiento, vamos a saber mucho más sobre cómo funciona el siniestro negocio de los traficantes de personas, podremos planificar mejor la asistencia a las personas que llegan a Europa, evitar tragedias y prevenir y evitar actuaciones inhumanas contra las personas que se juegan la vida en el mar para llegar a Europa.
Mientras no consigamos frenar los conflictos y la pobreza que expulsa a las personas de sus lugares de origen, tenemos que poner todos los medios materiales y humanos de que disponemos para saber lo que pasa, ordenar la situación y priorizar el rescate de personas en riesgo. Con las salvaguardas y garantías incorporadas al acuerdo se garantiza este objetivo.
La tarea no ha sido fácil. Como casi siempre aquí los extremos se tocan. Los xenófobos, populistas y ultranacionalistas que están ahora de enhorabuena tras el resultado del Brexit se oponían porque creen que este acuerdo y el cuerpo de guarda fronteras quita competencias a los estados miembros. Algunas formaciones del otro lado del arco ideológico creen que esta reforma oculta una especie de creación de una especie de Gran Hermano dedicado al supercontrol y sin otra alma que la represión.
Precisamente para poner los puntos sobre ambas “íes” ponente y los ponentes en la sombra, entre los que me encuentro hemos acordado no sin dificultades una enmienda que detalla el alcance y límites de esta colaboración, asegura que estas agencias puedan seguir realizando su misión principal y garantizando que cada aspecto de los acuerdos de colaboración sea aprobado por los órganos de control de ambas agencias.
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