UN MARCO PREVISIBLE PARA LAS INVERSIONES EN ENERGIAS RENOVABLES

Esta mañana hemos tenido un debate de enorme alcance en el mini pleno que celebramos en Bruselas. Hemos trabajado sobre dos informes destinados a analizar los objetivos de la política energética europea tanto en lo que se refiere a la promoción de las energías renovables como a la puesta en marcha de medidas de ahorro que mejoren la eficiencia en el uso de la energía.

En primera instancia he aprovechado para solicitar a la Comisión Europea que intervenga para reparar el daño causado en España a los inversores en energías renovables perjudicados por los cambios en los programas de ayuda en este sector. Estas modificaciones, que tuvieron efectos retroactivos, además de perjudicar a más de 65.000 pequeños inversores van contra los objetivos energéticos de las instituciones comunitarias. Igualmente he puesto en valor el compromiso vasco con los mismos.

Pero el debate ha servido para mucho más. En primera instancia para recordar que es urgente acabar con la fragmentación del mercado de la energía en Europa pues además de generar problemas de competencia en el mercado interior ayudaría a dar estabilidad al sector. Es clave disponer de un marco regulador estable y conocido para propiciar las inversiones con que hay que empujar el imprescindible cambio de modelo energético. Estas razones son más que suficientes para compartir los objetivos de ambos informes que están plasmados en el plan y objetivos de la política energética vasca para la próxima década. La Comisión Europea ya ha anunciado, precisamente a  preguntas que le realicé en su día que prepara un paquete legislativo, para antes de que concluya este año, mediante el que pretende avanzar en la convergencia del mercado europeo de la energía.

En definitiva he defendido la progresiva descarbonización, la mejora de la eficiencia energética, fomentar la generación descentralizada y la autogeneración y consolidar el liderazgo tecnológico europeo en producción de energías renovables es imprescindible para cumplir los acuerdos de la cumbre de París y combatir la pobreza energética.

Y como decía al principio hace falta coherencia. Por eso he pedido contundencia a la Comisión para reparar el daño causado en España a más de 65.000 familias víctimas de una decisión retroactiva sobre los programas de apoyo a las renovables en dicho estado miembro que perjudica este objetivo europeo tal y como los afectados lo han denunciado esta semana ante la Comisión de Peticiones de este Parlamento.

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