ORONA, EJEMPLO DE ÉXITO EN EUROPA

El vídeo que encabeza esta crónica resume la valoración y las palabras que su protagonista, Juan Rodríguez Villa, Presidente de la Cámara de Comercio de España en Bélgica y Luxemburgo dedicaba ayer a una empresa vasca de éxito. Orona, que instala hoy una de cada diez nuevos ascensores que se montan en Europa, que acaba de colocar los ascensores de las renovadas estaciones de metro de Bruselas, recibía ayer el premio «empresa del año» que concede esta corporación para distinguir actividades destacadas en el campo del comercio y el desarrollo industrial en esta zona de Europa. En unas jornadas tan marcadas por las malas noticias económicas que afectan estos días al sector vasco del acero  me animó mucho comprobar que nuestros emprendedores luchan y triunfan en los mercados más competitivos del mundo y en un entorno en el que se juegan los cuartos con multinacionales cuyas dimensiones y prestigio de marca acorbardarían al más pintado. De hecho Orona es la única empresa de su género que no solo resiste el empuje de los gigantes del sector, sino que gana constantemente cuota de mercado.

 Aitor Mendía, Corporate Board de Orona Internacional nos explicaba ayer el secreto del éxito. Trabajo, profesionalidad, innovación e internacionalización. No perder la cara al mercado y sus exigencias y aportar soluciones que vayan a veces incluso por delante de lo que piden los clientes. Todo ello en un sector en el que la eficiencia energética y la capacidad tecnológica e industrial para dar el salto a los principios de la economía circular acreditan y distinguen a quienes lo consiguen. Por ello Orona es la primera empresa del mundo en su sector que ha conseguido la certificación en Ecodiseño – ISO 14006. Aitor forma parte del nervio de Euskadi, de esa pequeña multitud que todos los lunes sale desde nuestro pequeño país a colocar la seriedad «made in Euskadi» en el mundo. Ese sonido de fondo que encuentro cada lunes en el avión hacia Bruselas, esa compañía de ingenieros hablando de resistencia de materiales, proyectos en Rusia, ventas en Australia o adquisiciones en Escocia nos mantiene vivos en estos tiempos de tribulación. Cada lunes les agradezco el trabajo, el esfuerzo, la clarividencia, el valor, el empeño que consigue que puedas leer «Orona» en la botonera de los modernísimos ascensores en la elegante y recién remodelada estación de Schuman, la que está justo debajo de la sede central de la Comisión Europea.

 Que un integrante de una empresa crea apasionadamente en su producto y en las personas que lo hacen posible se nota a primera vista. El entusiasmo transmite también confianza y calidad. Pero que desde instituciones como la Comisión Europea hablen de Orona en los términos en los que en este vídeo lo hace el Director de medio Ambiente del ejecutivo comunitario, Daniel Calleja, es un motivo de orgullo para esta firma, pero por extensión para la industria vasca que comparte esos valores. Y claro a quienes nos toca aquí representar a una sociedad capaz de poner en marcha proyectos como el de Orona, una de esas referencias que vale su peso en oro a la hora de posicionar nuestro país como una entidad seria, solvente, profesional, capaz y dispuesta a aceptar el reto de mantener su posición en el mundo sobre la base de seguir apostando por estos valores.

Y es que las cifras de Orona, como las de muchas otras firmas que han pasado por esta bitácora que lleva ya contadas con esta 822 historias de estos seis años de trabajo en Bruselas, son de las que impresionan. Hoy este grupo vasco que tiene su sede central en esta impresionante ciudad de la ciencia que es parte de su central corporativa en Hernani está formado por 4.500 profesionales que con su propia tecnología forman el alma y el cuerpo de las 30 empresas asentadas en 11 países que comparten esta marca. Son la primera firma europea en capacidad productiva de ascensores completos e instalan sus productos en más de 100 países. Hoy uno de cada diez ascensores que se instalan en Europa son Orona y más de 250.000 en todo el mundo son suyos o funcionan con su tecnología. En 2014 sus ventas alcanzaron los 578 millones, pero 38 en ese mismo ejercicio se dedicaron a invertir en mejorar, sin dejar de ofrecer por ello un resultado consolidado de 77 millones.

No me queda para cerrar esta crónica sino agradecer a Marta González Benguría, delegada comercial de la Cámara de Comercio de España en Bélgica y Luxemburgo  las facilidades que nos dio en el transcurso de la entrega de premios para realizar estas entrevistas y facilitarnos todos los datos sobre el evento y las razones por las que el jurado ha premiado este año la labor de Orona. Igualmente le agradezco las fotos que aparecen publicadas en esta crónica.

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