NECESITAMOS UN MERCADO UNICO DE LA ENERGÍA
Hoy hemos tenido un debate crucial para el futuro de Europa, la competitividad de nuestras empresas y la viabilidad de nuestra lucha contra el cambio climático. El Parlamento Europeo ha desarrollado esta tarde un debate sobre las medidas necesarias para unificar el mercado europeo de la energía, justo tras los acuerdos alcanzados en la cumbre del clima de París. Los debates se han centrado en la discusión sobre dos informes uno de carácter general dedicado a la construcción de este mercado único y otro específico que concreta las medidas necesarias para la preparación de una red europea de distribución de energía para 2020. En este último se aboga por que se cumplan de inmediato los compromisos ya expresados en algunas disposiciones europeas, como las Redes Trans Europeas del Transporte o el Conecting Europa para vincular de inmediato al menos del 10% de las redes de distribución, especialmente en los estados más aislados, como es el caso de los situados en la península ibérica.
Es imprescindible caminar hacia el mercado único de la energía. Y eso se construye, para empezar, asegurando que hay infraestructuras físicas de conexión. Por eso hemos apoyado hoy en Estrasburgo la inmediata interconexión eléctrica en Europa de al menos un 10% de la red para avanzar en la unificación del mercado de la energía y para favorecer la descarbonización y la libre competencia tanto con el exterior como en el propio mercado interior. Hablamos mucho del diferencial de costes de la energía con nuestros competidores externos, pero no nos atrevemos a mirar con la misma claridad hacia adentro. Las diferencias de coste de la energía entre estados europeos relativizan el valor de los esfuerzos en innovación que hacen, por ejemplo, las industrias vascas. En esas condiciones y sumando además la broma de las diferencias de coste y acceso al dinero no hay libre competencia.
Son asuntos que ya hemos abordado en algunas iniciativas parlamentarias y que siempre han recibido esa especie de comprensivo y expresivo encogimiento de hombros y silencio que significa darte la razón con peros. En este caso que quienes se benefician de estos diferenciales son los grandes países europeos, Sin duda tiene n industria y empresa innovadora, eficiente y de primer nivel. Pero además cuentan con algunas ventajas que se lo ponen mucho más difícil a los demás.
El primer embrión de la unió n Europea se llamaba CECA comunidad del carbón y el acero. Expresivo. Una unión europea seria requiere un mercado común de la energía que garantice la seguridad y resiliencia del sistema, que elimine nuestra dependencia de terceros, que favorezca la descarbonización y la integración de consumidores y productores. Pero además implica muchas más cosas que el diferencial de coste de la energía entre Europa y sus competidores exteriores (la energía es aproximadamente un 50% más barata en los U.S.A: y un 25% en China). Esta unificación del mercado energético europeo es clave también para eliminar los problemas de competencia en el interior de la propia Unión Europea.
Hemos hablado mucho de los precios de la energía en Estados Unidos y China y su comparación con los europeos pero hablamos menos de las distorsiones que tenemos en el mercado interior.
Euskadi es un ejemplo dramático de este problema. Para empezar estamos integrados en España, un estado que en los últimos treinta años ha desarrollado una lamentable política industrial. El sector vasco se ha salvado de la quema por el enorme esfuerzo desplegado por nuestros emprendedores y por la economía social y por un modelo de éxito de colaboración público privada plasmado en una política regional que es un ejemplo de éxito a nivel europeo.
Por esa vía se ha hecho un enorme esfuerzo de modernización y diversificación. Pero el esfuerzo que un industrial vasco hace en innovación, eficiencia, procedimientos, internacionalización, etc. lo compensan sus competidores de otras zonas de la Unión con un diferencial insultante del precio que pagan por la energía. Sumemos a esto las también diferentes condiciones crediticias y coincidiremos que así no se puede hablar de libre competencia en el mercado interior.
Basta con bajar al terreno, escuchar a los industriales que compiten cada día en el mercado global, para constatar que ésta es fundamental. Por eso para nosotros y para empezar el objetivo de la interconexión eléctrica inmediata de al menos un 10% es inaplazable, así como las iniciativas legislativas anunciadas y la interconexión del 15% para el 2030.
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